La creciente tendencia de los jóvenes a adoptar un buen estilo de supervivencia y buscar el “cuerpo perfecto”. Para ello, conversamos con especialistas de este rubro sobre las buenas y malas prácticas que existen en este ámbito.
Por: Ciro Valenzuela
En los últimos años, ha surgido una tendencia marcada en nuestra sociedad: el incremento de jóvenes que van al gimnasio, comúnmente conocidos como “gymrats”. Este grupo de personas dedica gran parte de su tiempo y esfuerzo al ejercicio físico y a mantener una vida fitness.
Como nos menciona el nutricionista Fernando Paxi, “esto se ha convertido en una nueva moda”. Además, Sebastián Carpio, fisicoculturista y entrenador físico, explica que esta denominación surgió durante la pandemia y está conformada especialmente por jóvenes que tienen una gran pasión por entrenar y llevar una vida balanceada.
Este fenómeno ha redefinido la manera en que muchos jóvenes abordan su bienestar físico y mental, convirtiendo los gimnasios en espacios de autocuidado y superación. A medida que más jóvenes se suman a esta tendencia, se observa un cambio positivo en la cultura del fitness y el bienestar general. Sin embargo, como mencionan ambos especialistas, también existen malas prácticas que podrían afectar la salud a largo plazo, como lo son el uso de anabólicos con fines estéticos.
El estilo de vida “ideal”
La creciente adopción de un estilo de vida fitness está impulsada por varios factores. Entre los principales motivos se encuentran la preocupación por la salud, el deseo de mejorar la apariencia física y la búsqueda de un equilibrio emocional y mental.
Las rutinas de ejercicio se han vuelto una parte fundamental de la vida diaria para muchas personas y han cambiado la forma en que se percibe el concepto de estar saludable.
Como nos explica el nutricionista Paxi, “cada persona sigue su rutina según sus necesidades y los objetivos que desea alcanzar”. Además, también resalta que muchas personas empezaron a valorar su calidad de vida después de la pandemia. “El encierro por COVID-19 nos ha enseñado cómo nos alimentamos, cómo generamos nuevos hábitos y, especialmente, cómo vemos la salud como un pilar fundamental”, comenta Fernando Paxi.
Además, la disponibilidad de información en internet ha sido crucial en este cambio. Con una gran cantidad de tutoriales y recetas nutricionales, es más fácil que nunca para las personas iniciar y mantener una rutina de ejercicios y alimentación.
Asimismo, Sebastián Carpio comenta, “la nutrición es tan esencial como el ejercicio para esta disciplina”, desmintiendo la creencia de que “el gimnasio es 80% dieta y 20% entrenamiento o viceversa”. Resalta que ambas partes deben cumplirse al 100% si lo que buscas es progresar.
También se debe destacar que esta tendencia está ganando gran relevancia debido a que la industria del fitness ha respondido a la creciente demanda con innovación constante en equipos de ejercicio y tecnología portátil. Estos avances tecnológicos han facilitado la organización y el manejo de los hábitos de fitness, haciéndolo más accesible y sencillo.
Quienes te motivan
Los influencers en este ámbito han jugado un papel crucial. Con miles de seguidores en Instagram y TikTok, estas figuras públicas promueven rutinas de ejercicio, recetas alimenticias y productos, como los suplementos, para una vida fitness. Su impacto es tan grande que logran motivar a sus seguidores a adoptar hábitos saludables, lo cual ha contribuido al crecimiento exponencial de esta tendencia.
Internacionalmente, un grupo que ha ganado una gran popularidad es “La peor generación”, conformada por los influencers Andoni, Tomas Mazza, Daddy Aioli y Belcast. Estos, como mencionan en una publicación de Instagram, intentan provocar cambios en la juventud.
Otros que también cuentan con una gran cantidad de seguidores son Moisés Ibrahim y Juan Wagner, gracias a sus tips y videos cómicos que brindan entretenimiento a esta comunidad.
En el Perú, el fisicoculturista, Sebastián Carpio, junto con otros influencers como Chetezz, Hokagessj, Ricardo Elías, entre otros, inspiran a la comunidad nacional mostrando que es posible transformar vidas a través del ejercicio. Las publicaciones que mezclan consejos prácticos con contenido motivacional los han convertido en verdaderos ejemplos a seguir en el mundo del fitness.
Agregado a esto, Fernando Paxi comenta: “El mundo del entrenamiento físico se ha vuelto tan popular que ahora es muy común escuchar frases como ‘hoy me toca sacar PR (personal record)’ y ‘entrenar hasta el fallo’”. Estas frases, como él menciona, son producto de la influencia de las redes sociales.
Por ello, la influencia de los influencers en el mundo del fitness es significativa y sigue creciendo. Sin embargo, como resaltan Sebastián Carpio y Fernando Paxi, esta influencia debe ejercerse de manera ética y responsable, priorizando siempre el bienestar físico y mental de los jóvenes.
¿Uso estético o para el deporte?
Pero es importante señalar que este mundo no es completamente positivo, ya que detrás de él se esconde una sombra: el uso de anabólicos.
Estos fármacos se han vuelto una herramienta muy popular en dos ámbitos principales: en las competencias de fisicoculturismo y entre aquellos que buscan mejoras físicas inmediatas.
Ambos especialistas tienen una misma postura frente al uso de estos anabólicos. En primer lugar, Paxi destaca, “solo si eres un atleta profesional, es justificable el uso de estos. Si es por razones estéticas o para conseguir resultados de manera más rápida, es inaceptable. Ni un especialista te lo va a recomendar.” Además, también señala que estos deportistas necesitan la asesoría de un endocrinólogo y un nutricionista para utilizar estos esteroides.
De igual manera, Sebastián Carpio, fisicoculturista, respalda la misma idea que el nutricionista, ya que él, quien está inmerso en este ámbito, afirma, “si la meta de una persona es participar en el IFBB y obtener su carnet Pro para tener posibilidades de competir en un Mister Olympia, debe utilizar química, porque así es el mundo del fisicoculturismo”.
Por eso, en el ámbito competitivo, donde cada detalle cuenta, el uso de estas sustancias puede marcar la diferencia entre ganar y perder.
El problema radica en el uso innecesario de estos fármacos, ya que hay un sector de la población que recurre a esta práctica debido al deseo de lograr un físico impresionante en el menor tiempo posible.
Pero el uso general de estos, es perjudicial a largo plazo para la salud de las personas, especialmente para aquellos que los utilizan sin el asesoramiento adecuado de un especialista. Como menciona Carpio, “el mayor error de las personas es que no son conscientes del riesgo que conlleva”.
Esta “ayuda” conlleva muchos riesgos asociados, desde problemas hepáticos hasta desequilibrios hormonales y alteraciones psicológicas. Además, el nutricionista Paxi menciona que también puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata y problemas cardíacos.
Por lo tanto, es fundamental tratar de forma responsable el uso de anabólicos, fomentando una cultura de ejercicio y nutrición que valore la perseverancia y el trabajo duro, en lugar de optar por soluciones inmediatas y dañinas.
Además, el creciente fenómeno de los “gymrats” y la tendencia hacia un estilo de vida saludable son indicativos de que nuestra sociedad está cada vez más enfocada en mejorar su bienestar y calidad de vida.
