Cada 19 de febrero se conmemora el Día Internacional contra la homofobia en el deporte. Tras 26 años desde la creación de esta fecha, ¿cómo está el panorama en nuestro país?
Por Nicol Chauca y Lucía Céspedes
En el deporte rey, las alegrías abundan, pero la discriminación también. En 1998, el futbolista inglés Justin Fashanu se quitó la vida a raíz de los ocho años de acoso que sufrió por decir abiertamente que era homosexual. Desde ese entonces, cada 19 de febrero, se conmemora este día en honor al joven que solo quería ser él mismo y continuar jugando a la pelota.
El Día internacional contra la homofobia en el deporte tiene como finalidad erradicar la discriminación hacia los jugadores pertenecientes a la comunidad LGBT+. A pesar de los muchos años que han pasado desde aquel entonces, pocos son los futbolistas varones que han dicho al mundo su homosexualidad, permaneciendo así como un tabú dentro del deporte rey masculino.
Sin embargo, para las mujeres esto tampoco ha sido muy sencillo. La discriminación es el pan de cada día y más aún en países como el Perú, donde el conservadurismo reina en todos los ámbitos nacionales.
“La discriminación se siente tanto en mi caso como en la mayoría de mujeres que practican algún deporte que mayormente está visto para hombres”
Jugadora anónima de 24 años
Una mayoría femenina
Dentro de este deporte, es mayor la cantidad de mujeres, comparación a los hombres, “que han salido del closet”, pero, ¿a qué se debe esta diferencia?
Camila Zapata, periodista deportiva y parte de la comunidad LGBT+, comentó su punto de vista al respecto. “Los hombres, al siempre tener que demostrar lo varoniles que son, tienen un mayor rechazo a la homosexualidad. Por el contrario, la sororidad entre mujeres ha permitido que se genere un espacio que brinda mayor apertura”, comenta la conductora.
Exactamente, 95 de las 736 futbolistas de la Copa del Mundo pasada fueron parte de la comunidad, mostrando así el afecto libre de prejuicios en este espacio futbolístico. Mientras que en el fútbol masculino, las cifras ni se cuentan.
Thalia Simich, directora de alianzas y sostenibilidad de Deporte en Igualdad, culpó al sistema machista del temor por parte de futbolistas hombres para no expresar sin preocupación su identidad sexual.
“Nadie cuestiona el desempeño de una mujer en el deporte, si es homosexual o no; a los hombres, sí. En ellos se genera un juicio al hablar de su orientación sexual, hay mucho machismo”, mencionó Simich.
¿Son suficientes medidas o penalidades?
Diversas entidades han hecho esfuerzos para combatir la problemática más no han sido efectivos. En nuestro país es más común escuchar arengas que incluyan términos como “cabro” o “maricón” que recibir la noticia de una sanción ejemplar contra el club.
“Recibí muchos comentarios cuando era más pequeña cuando jugaba con hombres, me gritaron “machona” en diferentes oportunidades, nunca hubo una sanción”, comenta la misma futbolista anónima.
En el reglamento de la Ley del Deporte, existen faltas contra el racismo y la discriminación, pero no hay precisiones sobre la homofobia, señala Simich. Por otro lado, instituciones como la FIFA sí han creado protocolos para combatir este tipo de problema.
El plan de acción de dicha entidad consiste en 4 pasos que van desde la llamada de atención a través del sonido local hasta suspender el partido por completo. Incluso, en partidos oficiales, se le otorga el triunfo al equipo afectado.
Estas sanciones han llegado a ser noticia en países como México, que frecuentemente recibe estas sanciones, o Argentina. Sin embargo, en el panorama peruano, la bicolor no recibe una sanción de la FIFA desde el 2017, durante las últimas fechas de clasificación al mundial de Rusia. Contexto en el cual, la homofobia en los estadios correspondió a un 86% del total de las multas impuestas a la selección nacional.
La Federación Peruana de Fútbol (FPF) es la entidad encargada de velar por la aplicación y respeto de estos protocolos. Sin embargo, llama la atención que en los últimos años, a pesar que persistan acciones de esta índole tanto en partidos locales como nacionales, no se haya realizado ningún tipo de sanción.
Crear espacios seguros
La discriminación que sufren la comunidad LGBT+ en escenarios deportivos ha generado la necesidad de crear nuevos ámbitos deportivos. En esa línea, las ligas amateurs destinadas a esta población son cada vez más recurrentes. Internacionalmente, la Champions LIGAY goza de reconocimiento y fama al ser una de las organizaciones más grandes en Latinoamérica. El primer torneo de fútbol inició en 2017 y actualmente la liga brazuca se extendió al voleibol.
A nivel local, no nos quedamos atrás. Tenemos diversas ligas de fútbol amateur emergentes, muchas de ellas en regiones como San Martín de Porres y Loreto.
Los estereotipos y prejuicios que atormentan a la población queer no se limitan al deporte rey. Se tiende mucho a juzgar a los hombres que juegan vóley o a las mujeres que juegan basket, al ser deportes donde el sexo opuesto es quien más participa, se ven discriminados igualmente por su orientación sexual.
Con la intención de no permitir que la discriminación venza, el 18 de febrero se realizó el primer campeonato de voley LGBT+ de la confraternidad del Callao. Este torneo fue auspiciado por Prensa Chalaca Sports, quienes también se encargaron de la venta de entradas del evento.
Este tipo de iniciativas marcan un hito en la sociedad peruana, alentando a las minorías que son discriminadas a no dejar que los prejuicios en contra de ellos los amilanen. Por el contrario, demostrando que cualquiera puede jugar el deporte que desee sin que su sexualidad sea un impedimento.
Aún así, no debemos dejar de perseguir el ideal de espacios deportivos profesionales que sean seguros para todos. “Es un trabajo complejo y articulado que debe enfocarse en campañas educativas y de conciencia enfocadas a la no discriminación, racismo u homofobia”, expresó Simich.
Estas iniciativas deben partir de organizaciones gubernamentales y la federación, pues se requiere una intervención en las normas y campañas comunicacionales, añadió la integrante de Deporte en Igualdad.
Es importante que no solo se mejore mediante la implementación de eventos de este tipo, sino también con mano dura ante quienes creen que pueden discriminar sin recibir una sanción a cambio.
En una sociedad como la peruana, donde no existe condena alguna, todos debemos ser partícipes de un deporte más igualitario y de libertad total. Un deportista jamás debería ser cuestionado ni juzgado por su orientación sexual.
