En vista de una posible tercera ola, diversos especialistas conversaron con Nexos sobre los cuidados necesarios que requieren los ancianos y reflexionan sobre el constante olvido de la sociedad ante este grupo etario.
Por: Daniela Navarro
Desde el vientre hasta la crianza, los adultos mayores han estado presentes en cada etapa de nuestras vidas. Una pequeña propina, una salida, unas risas y la complicidad inigualable. Es por eso que en momentos tan difíciles y complicados como una pandemia se suele olvidar la magnitud del suceso para ellos. Según el grupo de trabajo técnico (GTT) creado por el Ejecutivo, 7 de cada 10 fallecidos por la Covid-19 eran personas de la tercera edad. ¿Cuáles son las recomendaciones que se deberían seguir para que la situación no se vuelva catastrófica? ¿Cuál es nuestro papel como familia y sociedad para evitar que un grupo etario como este no quede en el olvido?
Doloroso proceso
Hernando Cevallos, ministro de Salud, indicó el 15 de agosto que el Perú estaría por enfrentarse a una tercera ola debido a la variante Delta. Con más de 2 millones de casos positivos y 197,879 muertes acumuladas por la Covid-19, la situación continúa siendo alarmante. El proceso de vacunación también está avanzando lentamente en las regiones del país, con menor incidencia en la selva. Sin embargo, hay un porcentaje considerable de adultos mayores de 60 años que aún no están vacunados; 1 millón 400 mil personas de este grupo etario no tienen la “vacunación correcta”, según explicó el ministro Cevallos.
Los adultos mayores han sido el sector más afectado por la pandemia, con mayor incidencia en las regiones de Lima, Piura, Callao, La Libertad, Lambayeque, Ica, Arequipa, Áncash y Junín.
Cuidados y más cuidados
“Frente a una tercera ola que probablemente se desarrollará en la última semana de setiembre, los cuidados contra la Covid-19 no deben de disminuir”, señala Carlos Sandoval, médico geriatra y director del programa Zona Geriátrica. También indica que se deben mantener las mismas medidas que se han dictado desde el inicio de la pandemia: distanciamiento social, doble mascarilla, lavado de manos constante y evitar las aglomeraciones.
De igual manera, Rodrigo Cruz, geriatra y médico asistencial del Hospital Nacional Alberto Sabogal Sologuren, señala que para cada familia que tenga un adulto mayor en casa se deben hacer tres cosas. Primero, todas sus enfermedades crónicas deben estar con tratamiento y reguladas. Segundo, los adultos mayores en casa deben tener sus dos dosis de la vacuna. Por último, es de suma importancia manejar la parte emocional. “En muchos pacientes que vemos han desarrollado ansiedad y depresión porque ha habido un cambio rotundo en sus actividades. Incluso se han desfuncionalizado. Es decir, que, al no haber movimiento, los músculos se han atrofiado”, precisa.
A propósito de esto, el doctor Sandoval indica que la falta de movilidad está generando la disminución de la masa muscular de los adultos mayores, derivando en la enfermedad sarcopenia. Esto ocasiona la lentitud, disminución y facilidad de enfermarse e incluso fracturarse. “La sarcopenia se corrige con tres cosas: ejercicio, proteína animal (si es vegetariano, proteína de huevo) y la vitamina D”, indica el geriatra. El baile se postula como un ejercicio clave, dado que incluye la actividad lo aeróbica, lo anaeróbica y ayuda con el equilibro. El doctor Sandoval también aconseja a sus pacientes salir a caminar acompañados de un adulto responsable a lugares con poca aglomeración como un parque o una vuelta a la manzana para retomar la actividad física de forma gradual y personalizada.
Según la experiencia del doctor Cruz, es de suma importancia aislar a las personas que tienen sospecha de Covid-19 dentro del hogar y realizar los estudios respectivos, incluso si los adultos mayores ya están vacunados. “(Las reuniones masivas) pueden tener consecuencias graves, posiblemente a los jóvenes no les pase nada, pero sí a los papás y a los abuelos, así que hay que tratar de evitarlas lo máximo posible. Los estudios para tener en claro el contagio y el grado de la enfermedad son gratuitos en Minsa y EsSalud”, explica Cruz.
Banderas Rojas
La Asociación Nacional de Adultos Mayores (ANAM Perú) ha sido testigo del gran impacto que ha tenido la pandemia en su grupo etario. Alberto Gonzales Ortega, coordinador regional de ANAM Perú en el distrito de Nuevo Occoro, en la región de Huancavelica, señala que las condiciones de salud en los adultos mayores son paupérrimas desde siempre. “La pandemia no nos atacó frontalmente. Pero la situación del adulto mayor es de abandono total en mi provincia y distrito. Lo que pasa es que la vida de los adultos mayores termina inhumanamente aquí. No hay atención médica, ni alimentación adecuada, ni protección adecuada, y los hijos abandonan a sus padres… aquí se sufre”, menciona.
El trabajo a favor de los adultos mayores debe ser una labor constante entre la familia, la sociedad y el estado. Gonzales sostiene que se debe hacer una campaña de sensibilización masiva para que las personas empiecen a valorar a los adultos mayores y el trabajo que han hecho por nosotros. “Aparentemente el estado peruano se está preocupando por el adulto mayor, ¿pero en la práctica qué? No hace nada”, comenta.
Es por este motivo que la asociación —y específicamente la región de Huancavelica— ha puesto en marcha un Congreso Regional del Adulto Mayor en coordinación con el Gobierno Regional de Huancavelica y la Municipalidad Provincial. Este se llevó a cabo el día jueves 26 de agosto, día nacional del Adulto Mayor, a través de la plataforma virtual Google Meet. “En este Congreso se convocó a todas las entidades que tienen relación con el adulto mayor, y todas ellas deben exponer qué es lo que están haciendo en nuestro beneficio”, comenta Gonzales.
El deseo de ANAM Perú es evidente y conciso, dado que buscan que la sociedad se empodere y comprenda las necesidades del adulto mayor. “Yo soy del campo rural y el pueblo en el que vivo lo han forjado los adultos mayores. Y hoy en día, que ellos están en sus últimos días, darles la espalda no tiene nombre”, expresa Gonzales. Es por eso que buscan que el Estado, mediante sus municipios y gobiernos regionales, se preocupe más por los ancianos al postular políticas públicas en favor de esta sociedad y que no solo se quede en el papel, sino que pase a las acciones.
“La juventud debe desprenderse de si misma y ver con una mirada adecuada al adulto mayor. Me gustaría que los jóvenes de Lima salgan a los pueblos jóvenes porque cuando uno sale, ve y palpa, entiende mejor la realidad”, finaliza Gonzales.
