“En mi Instagram personal, publico todas las cosas geniales que he hecho y proyecto una imagen que dice ‘mi vida es increíble’. En cambio, en mi finsta me muestro como una persona real y revelo que mi vida también puede ser un desastre” (Dewar, 2019, p.5).
Por Ana Paula Nalvarte
Resulta irreal pensar que, hace tan solo 10 años, Instagram era dominado por la perfección visual, con celebridades como Kylie Jenner marcando tendencia gracias a las imágenes cuidadosamente curadas que proyectaban una vida idealizada. La presión era brutal: fotos editadas, momentos que se creían espontáneos aunque cuidadosamente coreografiados, y una vida que parecía de película.
Sin embargo, al parecer eso ha cambiado. Según un estudio de Ernst & Young, el 92% de los miembros de la Generación Z considera que la autenticidad es el valor más importante en su vida cotidiana y en sus interacciones en línea. Esto se alinea con los hallazgos del Pew Research Center, los cuales indican que casi un tercio de los adolescentes utiliza al menos una plataforma de redes sociales de manera casi constante.
“Publicar en mi finsta es un escape divertido y aleatorio. No creo que tenga que publicar allí una imagen realmente buena o que publicaría en mi red social profesional teniendo en cuenta que la verá alguien que no conozco” (Xiao, 2020, p.8)
La creación de estas plataformas responde a un deseo profundo de autenticidad en medio de la sobrecarga de idealización en redes como Instagram. Cabe destacar que un estudio de la Universidad de San Andrés (2021) menciona que este giro se debe a que los usuarios están agotados de la perfección irreal y buscan una mayor conexión emocional a través de contenido auténtico que refleje sus vidas tal como son.
Aquí, las publicaciones no están sujetas a la crítica pública o la expectativa de perfección, facilitando la propagación de contenido más espontáneo o emocional. Muchos usuarios utilizan sus finstas para compartir información que no sería aceptada en sus cuentas principales, como fotos menos cuidadas, o tal vez confesiones vulnerables o situaciones vergonzosas.
“Existe una presión de que tu feed de Instagram real sea perfecto, por eso me parece divertido usar el finsta y publicar cosas aleatorias que no publicaría en mi otra cuenta” (Huang, 2022, p.15)
El finsta: una pequeña ventana privada de escape
En el estudio de Xiaoyun Huang (2022), se revela que el 17,3% de los encuestados utilizan su finsta para desahogarse y hablar sobre los aspectos negativos de su vida, en contraste con un rotundo 0% que lo realiza en su cuenta principal de Instagram. Además, el 24,2% de los participantes señaló que reservan los eventos importantes de su vida para su perfil habitual, evidenciando la tendencia de los jóvenes a ocultar lo negativo en redes sociales públicas y prefiriendo compartirlo en espacios más privados donde se sienten más seguros.
“A veces lo uso para expresar cómo me siento a un público que no necesariamente responderá. Algo así como un medio de desahogo” (Huang, 2022, p.16)
Como explicó una encuestada, publicar en su “finsta” le permite “poner en palabras y en una imagen el caos que tiene en la cabeza” (Xiao, 2019, p.8). Este desahogo puede ser una forma de buscar ayuda indirecta, esperando que amigos cercanos lo lean y ofrezcan su apoyo. Además, genera la confianza suficiente para compartir experiencias sobre temas delicados como la salud mental, por lo que funciona como una especie de terapia, ayudando a dar voz a aquello que les preocupa.
Más allá de los finstas
Este movimiento hacia la autenticidad y la vulnerabilidad no se ha limitado exclusivamente a “finstas”. La misma dinámica ha dado lugar a la creación de otras plataformas que siguen esta tendencia. TikTok o BeReal, por ejemplo, se han convertido en un espacio donde los usuarios, especialmente pospandemia, comparten contenido más real y menos editado.
“Siento que mi feed en una cuenta de spam [finsta] es un reflejo de los adolescentes pasando por la vida. Todos entendemos lo que hay detrás de cada publicación. Puedo sentir lo que esa persona publicó, o comprendo que esta persona está dejando salir sus sentimientos porque todos nos estresamos en algún punto” (Tao, 2023, p.9)Es más, con movimientos como Making Rinsta (real insta) Casual Again, usuarios de la web pretenden extender la tendencia hacia su cuenta oficial o sus close friends. De esta manera, los usuarios evitan la fatiga de gestionar dos perfiles o prefieren usar opciones como close friends para compartir de forma más real y cercana.