Frente a un escenario electoral incierto y un sistema político cada vez más fragmentado, nueve partidos optaron por aliarse en distintas coaliciones. Detrás de estas no solo hay coincidencias ideológicas, sino también una estrategia clara: sobrevivir en la contienda rumbo al 2026.
Por Alexandra Jave y Matias Illescas
El sábado 2 de agosto se cumplió uno de los hitos más importantes rumbo a las elecciones de 2026: fue la fecha límite para que los partidos políticos solicitaran la inscripción de alianzas entre distintas agrupaciones. Con 43 partidos en carrera, se esperaba que el número se redujera a una cifra más razonable. Sin embargo, ¿cuántas alianzas se han formado y cómo cambia el panorama electoral a partir de ellas?
Pocas alianzas
Hasta las 23:59 horas del 2 de agosto, se presentaron cinco solicitudes de registro de alianzas electorales ante la Dirección Nacional de Registro de Organizaciones Políticas (DNROP) del Jurado Nacional de Elecciones (JNE). De ellas, solo una fue observada y deberá ser subsanada a más tardar el martes 5 de agosto. Cuatro de las cinco alianzas están conformadas por dos partidos, mientras que la restante agrupa a tres.
La primera asociación inscrita el 1 de agosto, y la única de tres partidos, fue Unidad Nacional, integrada por el Partido Popular Cristiano, de Carlos Neuhaus; Unidad y Paz, del congresista Roberto Chiabra, y Peruanos Unidos: ¡Somos Libres! de Renan Galindo. El candidato sería Chiabra, y ellos aseguraron que comparten una misma línea ideológica y programática. Por parte del PPC, el secretario general, Javier Bedoya, destacó que su posible participación como vicepresidente dependerá del resultado de la elección interna de su partido.
A su vez, la coalición Fuerza y Libertad agrupa al partido Batalla Perú, liderado por Zósimo Cárdenas, actual gobernador regional de Junín, y Fuerza Moderna, de Fiorella Molinelli, exministra de Desarrollo e Inclusión Social y expresidenta de EsSalud. A través de un comunicado, señalaron que su objetivo será transformar el país con “liderazgo técnico y compromiso ciudadano”. Además, Molinelli afirmó que se presentan como una opción de centro, conformada por dos economistas con experiencia en gestión pública.
Una tercera coalición es Venceremos, formada por dos partidos de izquierda: Voces del Pueblo y Nuevo Perú. El primero es de Guillermo Bermejo, y el segundo de Verónika Mendoza y Vicente Alanoca. Este último mencionó que apostarán por un “liderazgo colectivo”, sin dar más detalles. Cabe resaltar que esta alianza estaba previamente integrada también por Unidad Popular, de Duberlí Rodríguez, expresidente del Poder Judicial; sin embargo, el JNE indicó que esta agrupación no podrá participar en la justa electoral.
La cuarta alianza con solicitud confirmada es el Frente de los Trabajadores y Emprendedores, compuesta por Primero la Gente, de la exministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, y el Partido de los Trabajadores y Emprendedores, del administrador Napoleón Becerra. El personero legal de esta coalición, Marco Zevallos, comentó que esta asociación “ofrece al país una apuesta clara por reivindicaciones de justicia social y ambiental”.
Por último, la alianza Ahora Nación, conformada por los partidos Salvemos al Perú, del exministro del Interior, Mariano González, y Ahora Nación de Alfonso López Chau, había solicitado su inscripción. No obstante, Jaime Freundt, precandidato de Salvemos al Perú, difundió un comunicado en su cuenta de X (antes Twitter) anunciando su disolución. “Es fundamental que tanto los partidos como la DNROP y el Pleno del JNE respeten la institucionalidad. Salvemos al Perú, por decisión mayoritaria, ha resuelto no ir en alianza electoral. Esta decisión debe ser respetada”, compartió.
https://t.co/Q5ZKpiAeOs@elcomercio_peru @larepublica_pe@rppNoticias @peru21noticias @exitosape @ExpresoPeru @larazon_pe@JNE_Peru @RosanaCuevaM @DeltaMdelta @SMT_Latina @PanoramaPTV @CuartoPoderpe @VertizPamela @atv_noticias @MilagrosLeivaG @martinhidalgo @JNE_Peru… pic.twitter.com/MHf56lvLMX
— Jaime Freundt (@jaimefreundt) August 3, 2025
En suma, agregó que este dictamen se tomó durante una asamblea general extraordinaria del partido, llevada a cabo el último sábado. En consecuencia, ese mismo día, Guillermo Suárez, presidente de Salvemos al Perú, envió un oficio a Felipe Pardes, director del Registro de Organizaciones Políticas (ROP), para informarle sobre la decisión tomada por su partido. Esta alianza, además, es la única de las cinco que fue observada “por temas formales”, por lo que los partidos tienen 48 horas para corregir los pedidos del JNE.
Otros también intentaron formar confederaciones, pero sus coordinaciones no llegaron a concretarse antes de la fecha límite. Ese es el caso del Partido Morado y Cooperación Popular. En una entrevista para RPP, el presidente del mismo, Luis Durán, explicó que no lograron ponerse de acuerdo en algunas ideas y principios. A su vez, desde Cooperación Popular confirmaron que la alianza no llegó a concretarse.
El Partido Federal, de Virgilio Acuña, también buscó aliarse con Juntos por el Perú, Primero la Gente, Progresemos y el Partido de los Emprendedores y Trabajadores, mas no lograron un acuerdo debido a diferencias en sus ideales. Acuña manifestó que su partido quiere priorizar el proyecto federalista que sostiene, a diferencia de las demás agrupaciones.
Algunas asociaciones no tuvieron intenciones de formar alianzas, sobre todo varios de los que están presentes en el actual congreso. Entre ellos están Renovación Popular, Fuerza Popular, Podemos Perú, Somos Perú, el APRA, Acción Popular, Alianza por el Progreso, Perú Primero, Perú Libre y Perú Moderno.
Alianzas de supervivencia
Con el cierre del plazo para inscribir las coaliciones, el panorama electoral empieza a tomar forma, pero también comienzan a surgir interrogantes sobre el tipo de relación o vínculo que hay entre los partidos que han decidido unirse.
Una de las principales razones detrás de estas alianzas es la incertidumbre electoral. Omar Awapara, secretario general de la Transparencia, señaló en una entrevista para este medio que “hay un 70% de probabilidades que entre dos y cinco partidos políticos pasen la valla. Eso significa que, por lo menos, 30 partidos no van a pasarla”. Ello representa un riesgo significativo para agrupaciones que han invertido tiempo y recursos en sostener su inscripción, por lo que han identificado a las alianzas como un camino para no desaparecer del mapa político.
Cabe resaltar que la valla electoral, para las elecciones de 2026, es del 5% de los votos válidos. Es decir, los partidos tienen que alcanzar dicha cifra para obtener escaños en el parlamento. Las alianzas, sin embargo, tienen que obtener el 6%, si se trata de 2 o 3 partidos, y 7% en el caso de estar conformada por 4 o más agrupaciones políticas.
A esta lectura se sumó el politólogo Eduardo Dargent, quien afirmó que la política peruana sigue marcada por el personalismo y partidos con estructuras débiles, lo cual complica las negociaciones internas. “Son partidos débiles con bases débiles generalmente guiados atrás de personas y esas personas todas por alguna razón. Y por la experiencia pasada que ha habido, a algunos candidatos que han despegado les cuesta mucho hacer pactos y subordinarse a otros”, resaltó.
Otro factor clave que mencionó es el rechazo dentro de los propios partidos a compartir el poder territorial. “Una alianza te abre la puerta a toda una nueva discusión de todos esos apoyos. Entonces, dentro de los partidos hay mucha gente que beta la idea de alianzas porque sabe que, si hay alianzas, van a perder ese control pequeño que tenía”, explicó. Las motivaciones que están detrás de estas alianzas oscilan entre la necesidad de sobrevivir en un sistema hostil y la oportunidad de sumar fuerzas sin perder parte de su identidad.
Un panorama aún incierto
La idea de generar alianzas es poder obtener una mayor cantidad de votos agrupando las fuerzas de los partidos que las conforman. En ese sentido, el politólogo José Carlos Requena recalcó para este medio que son partidos y grupos pequeños que buscan crecer un poco más. “Creo que les conviene más ir en algún entendimiento mínimo que solos”, denotó.
Es así como se juntan partidos pequeños y poco conocidos que tienen pocas probabilidades de pasar la valla. Sin embargo, esto no garantiza que lo vayan a hacer, por eso buscan también ciertos referentes que tengan presencia en alguna zona del país o afinidad con algún bolsón específico.
Para Awapara, podría resultar conveniente que sean pocas coaliciones porque las vuelven más distinguibles. “El hecho de que haya pocas también las favorece porque ya es un elemento de recordación. Ya no tienes que acordarte de 40 partidos, sino por la alianza “tal”, y eso también te permite diferenciarte y distinguirte de otros”, afirmó.
Con cuatro alianzas confirmadas –y una pendiente–, el número de organizaciones políticas inscritas se reduce a 38, frente a las 43 que había inicialmente. Si bien disminuye la fragmentación, no llega verdaderamente a resolver el problema del número de candidatos. Sumando los cargos a elegir en el proceso electoral y tomando en cuenta la bicameralidad, el número total de representantes asciende a 208. Esto, multiplicado por el número de agrupaciones, eleva la cifra a casi 8 mil candidatos para las próximas elecciones.
Estas cifras advierten un panorama propenso a la desinformación, lo que dificulta una elección consciente de candidatos. Los especialistas también señalaron que la atomización de partidos podría derivar en postulantes con porcentajes muy bajos de votación para la segunda vuelta.
Todo esto, lejos contribuir a una solución a la actual crisis política, presenta un panorama incierto de cara a los próximos comicios. Por lo pronto, la próxima fecha clave será el 1 de septiembre, cuando el JNE confirme las alianzas que hayan solicitado su inscripción.