Entre los meses de julio y agosto, para los peruanos ya se ha vuelto una tradición acercarse cada año al Parque Próceres de la Independencia para visitar la clásica Feria Internacional del Libro (FIL) de Lima. Pero, ¿cuál es su secreto para que se haya mantenido vigente tras 28 ediciones?
Por: Noelia Manrique
Rodeados por libros, música, arte y merchandising diverso, los asistentes a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Lima se sumergen dentro de un cálido entorno en el que se respira cultura. Gente de todas las edades, ciudades y profesiones confluyen en este espacio en el que la literatura y el intercambio cultural entre naciones son los protagonistas.
“El objetivo central de la FIL siempre ha sido fomentar el interés por la lectura y de la mano con él es que se desarrollan múltiples actividades orientadas al reconocimiento tanto de nuestra narrativa como de nuestra historia”, señaló Ricardo Muguerza, presidente del consejo directivo de la Cámara Peruana del Libro.
Pero, para que aquello pueda lograrse, la fidelidad de su público es vital. Por lo tanto, en esta edición tampoco podían fallar. El evento recién abrirá sus puertas el 19 de julio; no obstante, ya se vendieron todas las entradas Fan FIL. A su vez, un gran número de personas ya ha comprado sus boletos con antelación. Es en ese contexto que vale la pena preguntarse, ¿qué hace a este evento uno de los más esperados cada año?.
Más allá de las letras
Ubicado en la concurrida Av. Javier Prado, el Museo de la Nación, hace 28 años, albergaba en su interior a los 40 stands que conformaban la primera FIL. Poco a poco, los feriantes iban en aumento, en consecuencia hubo que trasladarse al, ahora emblemático, Parque Próceres de la Independencia en Jesús María. Es allí que esta feria, la cual nació como un lugar de encuentro entre lectores y sus autores favoritos, fue diversificándose.
Primero, tras unos cuantos años en la nueva locación, nacieron las Jornadas Profesionales de la FIL. Un espacio propicio para que los asistentes potencien sus conocimientos sobre la industria editorial, así como establezcan importantes relaciones empresariales con figuras destacadas a nivel nacional e internacional.
“Expositores de todos los países se dan cita en este evento para presentar, conferenciar y dictar talleres. Por ello, es que el público de la FIL la espera con mucha pasión y entusiasmo”, mencionó Muguerza. Para el presente año, Mariana Eguaras, editora con más de 10 mil seguidores, vendrá desde España a brindar una charla. También participarán la destacada ilustradora argentina Isol Misenta de Argentina, el distinguido librero colombiano Santiago Aguirre, entre otras.
Sin embargo, lo que impulsó a que vinieran más visitantes fue la incorporación de nuevos puestos ajenos al rubro editorial. Para Cerenela Inostroza, bookstagrammer acreditada por la FIL desde hace cuatro años, esta se ha convertido en un espacio en el que los lectores tienen la posibilidad de interactuar con nuevas comunidades más allá de la suya. “Es un evento para todos los gustos y para todas las edades”, acotó.
A partir de la vigésimo sexta edición, en el año 2022, se abrió camino para pequeños emprendimientos de figuras de acción y merchandising tanto de libros como de películas, series y hasta cantantes populares. Asimismo, el año pasado, se dio apertura para que medios de comunicación, como El Comercio, tuvieran su propio stand.
Además, para este 2024, el nuevo consejo directivo de la Cámara Peruana del Libro ha decidido darle mayor relevancia a los cómics y novelas gráficas. Estos tendrán un lugar exclusivo con más de 15 puestos de exhibición. Por si esto fuera poco, el evento contará con actividades como talleres de dibujo y hasta concursos de cosplay.
Escrito en la historia
Gracias a ello, la FIL pasó de ser un evento literario a una marca posicionada que ha sabido perdurar en el tiempo. A diferencia de otras ferias literarias locales que se dirigen hacia un público vecinal y no tienen tanto quórum, esta mantiene un constante aumento de su público porque apunta hacia la internacionalización.
En esta edición, para los amantes de la novela histórica, se ha invitado al español Santiago Posteguillo, autor de Roma soy yo, y al irlandees John Boyd, escritor de El niño con el pijama a rayas. Mientras que los jóvenes podrán conocer a icónicas figuras de la novela contemporánea. Desde la mexicana Mariana Pavlova, autora de La nación de las bestias, así como la española Megan Maxwell, escritora de Pídeme lo que quieras. Entretanto, para aquellos que prefieren las novelas de no ficción estarán presentes los periodistas argentinos Andrés Oppenheimer y Hernán Casciari.
Es así que, con una propuesta cultural y comercial diversa y universal, este evento es sostenible porque su atractivo capta la atención no solamente de los peruanos. “La FIL, tal como su nombre lo indica, es una marca y una institución que no es solo propia del Perú, sino que impacta a todos los países de la región latinoamericana”, comentó Muguerza.
Además, su más reciente estrategia de marketing de convocar a destacados creadores de contenido dentro del rubro editorial y el mundo geek es fundamental para que sea un evento que despierte curiosidad y se mantenga en agenda. Según Inostroza, la FIL, a cada influencer, le da entradas y merchandising propio para sortear entre sus seguidores, junto a una acreditación para ingresar cuando quieran a la feria y así estén constantemente dándole visibilidad a todas las actividades que se realizan.
Al respecto, también es importante destacar el arduo trabajo de quienes le dan forma a la FIL, dado que uno de los aspectos esenciales de su éxito es la creatividad de los mismos feriantes. Las novedades en las propuestas de decoración y la capacidad de ellos para adaptarse a las nuevas tendencias son clave para que más gente desee visitar la feria.
“Los stands ahora se preocupan por colocar más elementos instagrammaeables, los cuales motivan a los asistentes a compartirlo en sus redes sociales y así gente que de repente no es tan cercana a los libros igualmente sienta interés por acercarse ”, añadió Inostroza.
Sin embargo, la FIL no tendría tal alcance de no ser por el vínculo que han forjado los peruanos con ella, pues ya no es posible imaginarse las vacaciones de fiestas patrias sin ese clásico toldo rojo que se extiende por todo el Parque Próceres. “La conexión que existe entre este lugar, la feria y el mes de julio la ha convertido en un evento que las familias sienten que deben visitar sí o sí”, agregó Inostroza.
Cultura en medio de la literatura
En esa misma línea, los talleres artísticos, cuentacuentos, representaciones teatrales, bailes y un gran estelar musical que marca el cierre de cada día de feria, son algunas de las más de 800 actividades culturales diarias que se realizan a lo largo de los 19 días que dura el evento. Todas ellas, aparte de fortalecer aún más el nexo existente entre los peruanos y este, también son los que lo distinguen de cualquier otro.
Como resultado, el evento se ha convertido en una vitrina fantástica para todos los géneros culturales, pues cualquiera de ellos siempre va a tener un espacio en ella. Pero, especialmente, en esta edición la peruanidad será la estrella, ya que la temática central girará en torno a la celebración del bicentenario de la independencia del Perú, recalcó Muguerza.
“Para este año en particular, definitivamente, se tiene esa unión ideal con nuestra identidad. Por lo que, si de por sí la feria es una ocasión perfecta para que todos los sectores culturales del país converjan en un solo lugar, esta vez es sin duda el momento oportuno”, explicó.
Por ello, aunque en el 2023 se dieron los primeros pasos para que los autores regionales tuvieran su propio pabellón, Carmen Vegas Guerrero, viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, destacó en Infobae que ahora más de 300 títulos provenientes de diversas zonas del Perú tendrán su propio stand.
En ese sentido, la FIL, a través del tiempo, ha ido evolucionando hasta transformarse en un evento único en el que cada edición, más allá de incentivar el amor por los libros entre los peruanos, se encamina a exaltar la riqueza artística del país, darle voz a nuestras propias expresiones culturales y a otorgarle mayor protagonismo a nuestra identidad nacional.