Tras las derrotas ante Chile y Argentina, la opinión pública ha encontrado en el entrenador al principal culpable del mal momento de la bicolor. Luego de unos gloriosos años donde logramos clasificarnos a un Mundial y a la final de una Copa América, hoy el “Cabezón” se enfrenta a uno de los peores climas en la historia de la blanquirroja.
Por: Alejandro Castro y Julio Andía
Ha pasado una semana desde la derrota por 2 a 0 frente a la albiceleste y el hincha peruano aún no se puede quitar el sabor amargo que trajo esta última fecha doble de las eliminatorias. El conjunto nacional ha dejado un nivel futbolístico muy bajo y los simpatizantes de la blanquirroja han señalado a Juan Reynoso como el principal responsable de este mal momento que ubica al equipo como el segundo peor de Sudamérica actualmente.
La desaprobación hacia el técnico ha derivado en pedir su salida lo antes posible ya que, con Bolivia y Venezuela a la vista, los aficionados no creen que el “Cabezón” logre revertir la situación. Sin embargo, ¿acaso este negativismo hacia la capacidad y el trabajo del entrenador se debe solamente a los pobres resultados?
Mirada de pocos amigos
El “profe” siempre ha tenido una relación tensa con la prensa y los “hinchas incondicionales”. Para empezar, en sus últimas declaraciones en el postpartido contra la albiceleste, señaló que los futbolistas de la Liga 1 no están capacitados para mantener un alto ritmo de juego por más de 60 minutos. Estas palabras fueron recibidas de la peor forma por parte de muchos periodistas y de la afición.
Las respuestas ‘poco políticas’ en conferencias del entrenador no son la única razón de esta imagen poco amistosa ante los medios. “Reynoso tiene muy mala prensa por sus acciones como técnico y también como jugador. Nosotros lo percibimos como alguien un poco soberbio”, señala Giancarlo Granda, periodista de GolPerú.
Esta imagen se reforzó cuando el “Cabezón” regresó de su gira por Asia y cuestionó la presencia de los reporteros en el aeropuerto Jorge Chávez. “Nadie los citó aquí’, se limitó a decir en aquella oportunidad.
El vínculo casi nulo con los simpatizantes va de la mano con una mala reputación y un trato poco empático por parte del DT. La lista de incidentes es larga. En el 2015, durante la final que enfrentó a Cristal y Melgar, el ex técnico de los “rojinegros” mostró su rebeldía al dejar los bolsillos de su pantalón salidos, haciendo referencia a que el juego estaba arreglado
Además, a inicios de las Eliminatorias, cuando la selección se encontraba en un hotel en Paraguay, el ex-defensa no participó en el tradicional banderazo, ignorando a la multitud y pasando de largo sin saludar a los hinchas.
Alérgico al gol
“El resultado legitima la manera de ser un técnico. Si Perú hubiera obtenido más de la mitad de los puntos, nadie cuestionaría a Reynoso porque el marcador manda”, analizó Pedro Eloy, periodista de Movistar Deportes y docente en la Universidad de Lima.
Las carencias ofensivas del juego del preparador han incrementado las críticas. En estos primeros cuatro cotejos, no hemos sido capaces de patear al arco ni una vez. Esto no había ocurrido nunca en la historia del combinado nacional. Junto a Gibraltar, la bicolor ha sido la única escuadra sin remates directos en esta última fecha FIFA.
Sin embargo, no todo es negativo. El conjunto nacional ha sabido mostrar una línea defensiva sólida, sobre todo en las dos primeras fechas en las que solo recibió un gol.
“La selección protegió bien su arco en juegos complicados. El problema es que no nos basta con un empate ni con una derrota digna. La gente quiere puntuar y ganar, y quiere que el equipo juegue bien”, comenta el panelista de Al Ángulo.
La escasez de gritar, como decía Toño Vargas, ha sido relacionada con la insistencia de jugadores que parecen no marcar la diferencia en la ofensiva, como Christopher Gonzáles y Andy Polo.
“El hincha está cansado de no ver un cambio. Por eso piden nuevas opciones como Quispe y Grimaldo, que han estado a la altura en torneos internacionales”, opina el “flaco” Granda.
Melancolía al Tigre
“Todo tiempo pasado fue mejor”, narra un dicho popular, y la selección peruana no es la excepción al refrán. Ante los negativos resultados cosechados, afloran los recuerdos de aquella época dorada bajo el brazo de Ricardo Gareca.
Tras su salida de la bicolor, la vara para su sustituto estaba muy alta. No es para menos pues, en los siete años que el “Tigre” estuvo al mando del combinado nacional, logró clasificarnos al Mundial de Rusia 2018 y llevarnos a la final de Copa América del año siguiente.
“Gareca también tuvo sus días oscuros, pero logró el gran mérito de recuperarse. Él tenía el crédito de haber alcanzado la Copa del Mundo, lo que obviamente anestesia la crítica”, explica el reportero de Movistar Deportes quien resalta que en cualquier plataforma se puede encontrar múltiples contenidos atacando al “Cabezón”.
“La gente lo extraña mucho y lo respalda por más que haya dejado el cargo; sin embargo, no creo que regrese pase lo que pase. Tenemos que dejar eso de lado y dar vuelta a la página”, opina Granda, fundador del programa vía YouTube “Tiempo Muerto”.
Una traición no se perdona
Un factor extra que explica la inconmensurable crítica de los fanáticos al “Cabezón” tiene que ver con su pasado, el cual involucra a los dos clubes más importantes del país: Alianza Lima y Universitario de Deportes.
Al no viajar debido a una lesión, el ahora entrenador del equipo nacional fue uno de los jugadores sobrevivientes del accidente aéreo del Fokker en 1987, que acabó con la vida de prácticamente todo el plantel íntimo.
Tras la tragedia, Reynoso poco a poco se volvió una pieza fundamental en el renacimiento blanquiazul, convirtiéndose en capitán y referente del equipo. Sin embargo, en 1993, una pelea con la directiva y una atractiva oferta económica por parte de la ‘U’ desembocó en la salida del técnico de la escuadra nacional.
Desde ese momento, se empezó a popularizar la palabra “mercenario” en el fútbol peruano, derivando de un rencor por los de La Victoria. “Los aliancistas nunca lo perdonarán, por más que vaya al Mundial. Para ellos, manchó los colores y el escudo del equipo en donde se estaba volviendo ídolo”, cuenta Pedro Eloy, quien añade que este rechazo ha vuelto a resaltar desde que asumió el comando técnico.
Esta mala relación se sostuvo con el paso del tiempo. “Al único entrenamiento que no asistió antes de la convocatoria por el inicio de las Eliminatorias fue al de los blanquiazules. Esto genera ruido y un rebrote en el repudio del hincha victoriano hacia él”, explica Giancarlo Granda. Sin embargo, según el entrenador, el no acudir a la concentración se debe, únicamente, a la falta de comunicación con el personal del club.
Una hinchada rota
Hoy, el fantasma de esos 36 años en los que Perú estuvo alejado de la Copa del Mundo pesa más que nunca. En medio de críticas y pedidos de renuncia, el miedo de regresar a etapas como la de Markarián o Chemo del Solar, cuando los resultados no acompañaban, persiste en un contexto en el que el divorcio entre el técnico y aquella hinchada que en el 2018 fue elegida la mejor del mundo, es total.
El desafío que afronta Reynoso es mayúsculo. Nunca en la historia, una selección que haya comenzado una Eliminatoria sin anotar un gol en sus primeros cuatro partidos ha logrado clasificarse al Mundial, según evidencia el reconocido analista deportivo Mister Chip.
Ciertamente, estar en el ojo de la tormenta no es nada sencillo, y menos reemplazando a uno de los mejores entrenadores de la historia de la bicolor. Claudio Pizarro, excapitán y atacante histórico de la selección, ya advirtió hace poco sobre lo crítica que puede ser la hinchada.
“En el Perú, tenemos un problema de educación, de valores, de respeto. Ver a gente que no aprecia o no se da cuenta de lo que uno hace por su país para sacar adelante ciertas cosas es penoso”, contó en una entrevista con el programa “Día D”.
Aunque las sensaciones fueran diferentes, el inicio de Ricardo Gareca y el de Juan Reynoso son idénticos en cuanto a los puntos logrados en las fechas iniciales. Sin embargo, la paciencia terminó permitiendo que el argentino brillara.
“Hay que apoyar los procesos. Este es un ciclo que está empezando y vamos a ver cómo continúa”, alentó el delantero.
Al final del día, la elección de apoyar, o no, a la blanquirroja es una decisión personal que recae sobre cada fanático. Aun así, episodios como los ocurridos frente a Argentina, cuando algunos aficionados invadieron el terreno de juego para abrazar a Messi, en lugar de sentenciar al seleccionador, solo contribuyen a la condena del equipo de todos.
