¡Lectura, en el Perú, tú eres un pecado!

Trilce, el poemario más importante de nuestro poeta universal, César Vallejo, cumple 100 años de publicación y esto sigue pasando casi inadvertido, tal y como sucede con todo lo relacionado a la cultura en estos días. ¿Hemos dejado de leer los peruanos? Lo cierto, hermanos, es que hay muchísimo qué hacer (y qué leer).

PorAdrián Sarria Muñoz

César Abraham tenía 22 años y no había pasado mucho desde que salió de prisión. Estuvo 112 días entre aquellas cuatro paredes de la celda, que siempre, inevitablemente y sin remedio alguno, daban el mismo número: cuatro. A los 20 había empezado a trabajar en un poemario que haría alusiones, como la ya antes mencionada, a su paso por la cárcel, y que mucho después sería reconocido como vanguardista y revolucionario.

Fue gracias a un premio literario que el joven Vallejo pudo costear, sin pensarlo mucho, los S/150 para la edición de lo que sería próximamente ‘Trilce’. El poemario fue impreso en los Talleres de la Penitenciaría de Lima, y cada uno de los 200 ejemplares era vendido por el mismísimo autor a tan solo S/3, a propósito, aún hay quienes le atribuyen la culpa al costo, mínimo para nuestros días, del raro nombre del poemario que este año celebra, muy discretamente, su centenario.

Retador, logró desde desconcertar a críticos como Clemente Palma o Julio Ramón Ribeyro hasta despertar los elogios de intelectuales como José Carlos Mariátegui, quien, en los 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, escribió: “Este es inconfundiblemente el acento de un verdadero creador, de un auténtico artista. La confesión de su sufrimiento es la mejor prueba de su grandeza”. Lo cierto es que, tal y como hoy, ‘Trilce’ pasó desapercibido por la sociedad peruana, lo que causó gran dolor en un ya acongojado Vallejo.

Aunque se vienen realizando diversos eventos en espacios como la Casa de la Literatura Peruana y otros centros culturales, tan espontáneos como interesantes, se esperó mayor reacción desde el Estado. “Trilce cumple 100 años y solo nos importa a 4 gatos. El Ministerio de Cultura debió hacer un convenio con alguna editorial y sacar una edición popular, al menos por su centenario, y llevarla a todos los colegios del país. Es que el arte no le importa al Perú”, mencionó, con clara molestia y lamento, el escritor Jorge Eslava, en un evento público sobre poesía.

Hay golpes en la muerte, tan fuertes, ¡yo lo sé!

“Pensé que con los 100 años de Trilce se podía hacer una selección de algunos poemas, los que tienen que ver con el amor, la vida en la cárcel, y que no son inexpugnables para los escolares, y hacer una publicación popular que abarcara a todo el sector educativo nacional”, explica Jorge Eslava, quien recientemente fue galardonado con el premio Casa de la Literatura Peruana 2022

El 2011 José María Arguedas cumplió 100 años. Oportunidad magnífica para reconocer a una de las máximas figuras literarias del Perú, y llevar su figura a todos los rincones del país, como lo hubiese querido el autor de ‘Todas las sangres’. Sin embargo, el expresidente Alan García, optó por titular al año como ‘del centenario de Machu Picchu para el Mundo’. Esto demostró la poca importancia que tenía la cultura frente a lo rentable. Intelectuales, como el escritor Oswaldo Reynosó, criticaron con dureza aquel hecho.

El 2009 sucedió algo similar con el centenario de Ciro Alegría, el año se terminó nombrando como ‘de la Unión Nacional frente a la Crisis Externa’. “Y en dos años será así con Javier Heraud, cuando se conmemoren 60 años de su fallecimiento”, agrega Eslava, cuando, en medio de la entrevista, le comentamos esta seguidilla de hechos que demuestran lo poco que le importa la cultura al Perú.

¿Cómo entender que en la cuna de grandes escritores suceda esto? “Tenemos una crisis educativa, un desprecio al pensamiento crítico. La clase política se opone a mayores reconocimientos a Arguedas o Vallejo porque no los conocen, no los han leído, padecen de ignorancia” menciona Victor Vich, escritor, catedrático e investigador cultural. Él agrega que esta es la consecuencia del neoliberalismo impuesto en los 90’, que “pone por encima el negocio, el individualismo”.

“Es difícil construir la cultura sin un sustento educativo”, comenta en ese mismo sentido Eslava, quien también considera que hay responsabilidad directa del Estado en ofrecer cultura a la sociedad. “Democratizar la cultura es imposible en un sistema que considera como asistencia social que el Estado publique libros”, concluye, sobre el tema, Vich.

En un afán soñador, pensamos en un César Vallejo vivo y pensamos en cómo actuaría en el centenario de su obra cumbre. “Haría una nueva versión de ‘hay golpes en la vida, tan fuertes, yo no sé”, dice, entre risas, Jorge Eslava. Volviendo a ‘Los nueve monstruos’, quizás Vallejo diría, con toda lástima: Señora Ministra de Cultura, ¿qué hacer?.

En la Casa de la Literatura Peruana nos hacen una revelación aún más dolorosa: “Hay niños que vienen, con sus colegios, y no saben ni siquiera quién es César Vallejo”, comentan en la muestra ‘Ya viene el día’, que se expondrá hasta fines de noviembre. 

Vallejo: ‘Trilce’ y mucho más

La figura de César Abraham Vallejo Mendoza, aquel santiaguino que, en su corta vida, supo hacerse un nombre imborrable para la literatura universal, se ha visto empañada por estereotipos que lo alejan de la juventud y la sociedad en general. Se dice que es inentendible, que padecía cierta locura o que era un tipo lleno de tristeza. Un tipo extraño, para su época, pues, por ejemplo, era comunista y cristiano a la vez.

“Vallejo apostaba por el bien común, la solidaridad y la justicia, que es todo lo contrario a lo que sucede ahora”, dice Victor Vich cuando le pedimos recordar a esa icónica figura a la que él se propuso investigar. “Hay estereotipos instalados en la cultura peruana sobre Vallejo: que es un poeta del dolor, del sufrimiento, de la tragedia, y que es además, un poeta difícil. Ninguna de estas dos visiones es completamente cierta”, agrega. 

‘Cuando uno quiere evitar algún conocimiento o negarse a la curiosidad, lo más fácil es poner un rótulo”, reflexiona Eslava. “La obra de Vallejo ofrece una cantidad enorme de poemas que pueden ser leídos por cualquier persona. Tiene poemas que alientan, que son un llamado a una acción humana para una sociedad más justa, por ejemplo”, comenta Vich, quien recientemente publicó ‘Trilce, poema por poema’, un desglose en el afán de romper con el estigma en mención.

“Vallejo no es un poeta que se regodee en el dolor, él conoció el dolor en términos emocionales y fisiológicos, pasó tiempo internado en nosocomios, por ejemplo”, agrega Eslava en referencia a la complicada vida del autor de ‘Paco Yunque’ cuento imperdible para los escolares de todas las épocas, que murió con tan solo 46 años.

Si bien, ‘Trilce’ es objeto de estudio a nivel mundial por su estilo vanguardista, los especialistas nos comentan que entre los 77 poemas que no llevan títulos sino que están numerados, se pueden encontrar algunos que no son complicados ni indescifrables, pero para leerlos todos, es importante un conocimiento previo de la poesía vallejiana y del contexto.

Trilce’ es un momento de transición para Vallejo, significa el paso de una persona de la vida rural a la vida urbana. El Vallejo último es posible gracias a ‘Trilce’, porque este significa no tenerle miedo al cambio, no ser conservador y tener, sobre todo, una voluntad autocrítica muy importante”, narra Vich sobre el poemario que comenzó a circular en octubre de 1922.

El título es hasta hoy, 100 años después, objeto de discusión por las distintas versiones que existen acerca del origen. “La invención del título ‘Trilce’ nace de la certeza de Vallejo que está frente a un libro que va a revolver el ámbito intelectual”, resuelve Eslava, rehuyendo a la polémica, pero compensando con la confesión de que el Poema XVIII es su favorito del libro. “Necesitamos hacer conocido a Vallejo, no sólo por su producción poética, sino también por su prosa, por su periodismo, por su producción como dramaturgo y hasta como guionista de cine. Fue muy versatil”, adiciona.

¿Cómo leer a Vallejo?

Saber escoger los poemas que vamos a leer es un punto importante para no sentirnos desilusionados ante la falta de entendimiento. Otro consejo que puede llevarnos a comprender mejor los versos es indagar sobre la vida del autor, para así dar con el contexto con en el cada palabra fue escrita y poder interpretar el porqué. 

Además, Jorge Eslava y Victor Vich, se animaron a trazar un camino para llegar a ‘Trilce’ sin complicaciones, y poder entenderlo sin morir en el intento. Vich recomienda comenzar por ‘Poemas humanos’ para luego pasar por ‘España, aparta de mí este cáliz’, en lo que podría ser una especie de fase inicial en la lectura de Vallejo. Por otro lado, Eslava considera que el punto de partida debe ser ‘Los heraldos negros’, aclarando que, “aunque no es el mejor Vallejo sí es la mejor forma de empezar a leerlo”, para continuar con “Poemas humanos” y luego cerrar con la coronación del poeta: ”Trilce”.

Aunque en la lectura no hay mejor ruta que la que uno mismo se traza, son válidos los consejos para que no haya excusa alguna para no leer a Vallejo, sobre todo en el 2022: año del centenario de ‘Trilce’. Aún cuando falten homenajes y reconocimientos, lo que más feliz haría al poeta sería, sin duda, la lectura de sus versos, que con tanta esperanza e ilusión escribió, buscando lograr tiempos mejores. Ya llegará el día, César.

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