Una lata de galletas redonda sacada del closet de la abuela. Un taper de Wong robado de la cocina de mamá. Un pirex de vidrio cerrado al vacío. Cada envase contiene los huevos de oro: las figuritas del mundial. En el corazón del parque Kennedy, los aficionados del fútbol se reúnen todos los días, cada vez más cerca de llegar a la cima de su monte Everest: completar el álbum Qatar 2022. Por tan solo siete soles en tapa blanda y treinta y nueve en la cubierta dura, el 26 de agosto marcó el inicio de la carrera hacia la cima.
Por: Lissette Pérez
En la rotonda frente a la catedral, se congregan diversos personajes. Juan, de 33 años, en una esquina pega meticulosamente las figuras que intercambió durante el día. Antonio, de 45, se encuentra en una negociación rigurosa con Thiago de 12, quien por dos stickers, está a punto de llegar a la meta. Frente al carrito de picarones, Carlos de 35 y Mariana de 32, disfrutan de las denominadas “donas peruanas” mientras contemplan los logros del día colocando un pequeño “check” en su lista de jugadores que les faltan. Dentro del círculo, los fanáticos existen en su propio mundo. Un peatón pasa por su costado, indignado.
-¿Por qué hacen tanta cosa si Perú ni va a ir al mundial?
En primaria, Alex siempre se ofrecía a acompañar a su mamá a hacer las compras al mercado. Saltando de la emoción, tiraba de su mano todo el camino. Al llegar, entre las frutas y verduras multicolores, el pequeño iba disparado hacia el puesto del fondo, su verdadero objetivo: la casera que vendía stickers coleccionables de “el Caballero del Zodiaco”, su serie animada favorita. Con los cinco sobrecitos que le permitían comprar, llegaba los lunes al colegio entusiasmado por intercambiar figuritas con sus amiguitos.
Al crecer, dejó de lado su amor por el coleccionismo. Todo cambió cuando la blanquirroja logró lo imposible en el 2018: llegamos al mundial. Diez días después de que el álbum salió a la venta, ya se habían vendido ciento cuarenta toneladas de sobres, cien más que en el 2016. Como muchos peruanos quiso llenar el álbum para tenerlo como recuerdo de nuestro logro, por lo que nuevamente comenzó a coleccionar. Para facilitar el intercambio, armó un grupo de facebook con sus amigos cercanos. Poco a poco se fueron uniendo más personas, y el día de hoy el grupo cuenta con casi diez mil miembros, todos actualmente completando el álbum Qatar 2022.
Desde los días en los que el pequeño Alex coleccionaba figuritas de “El caballero del sodiaco”, el panorama de los coleccionistas, particularmente los de fútbol, ha cambiado. Una imitación distópica, creada para el mundial de Brasil 2010, sacada directamente de un capítulo de Black mirror, busca reemplazar al original. En un solo click, cualquiera puede tener el álbum en su bolsillo, evitando así las colas y el estrés de correr para conseguir figuritas antes de que se acaben. Pero así, ¿Cuál es el gusto?. Navegando por la interfaz de la aplicación encuentras cada aspecto del coleccionismo, organizado de manera árida y metódica. Esta te indica cuando tu sobre diario gratis está disponible, donde colocar las figuritas y el chatroom donde las puedes intercambiar.
-Con el álbum virtual, se pierde la interacción física; eso es lo que más buscamos los coleccionistas.
Al ser gratuito, el álbum virtual alivia uno de los mayores problemas para los aficionados: el costo monetario de llenar el álbum. Con 670 figuritas o “cromos” a S/. 3.00, ochenta centimos mas de lo que costaban en el 2018 para el mundial de rusia, se necesita adquirir 967 sobres para llenarlo, tomando en cuenta los stickers que vienen repetidos. ¿El gasto total de cumplir el sueño? 2.793 soles. El que puede, puede.
En la rotonda del parque Kennedy, el pequeño Thiago busca ansiosamente a alguien nuevo con quien hacer un intercambio. Mientras tanto, le pide a su mamá su álbum y lo coloca cuidadosamente sobre una superficie plana. Mira con recelo los únicos dos espacios vacíos entre sus páginas.
– Solo me faltan la 12 de Canadá y la 19 de Serbia; estoy rogando que alguien las tenga.
Thiago no es el único con “figuritas difíciles”. Entre la conmoción, todos buscan un cromo particular del cual parece que hicieron menos que el resto. Este año, las estrellas del fútbol, Christiano Ronaldo y Lionel Messi, quienes participan en lo que podría ser su último mundial, son los más codiciados.
Aparte de los jugadores conocidos, las estampillas más buscadas son los cromos brillantes de edición limitada. ¿Cómo saber si el sobre que acabas de comprar cuenta con una de las figuritas más deseadas? Un fan brazileño afirma haber encontrado la respuesta en un video circulado por las redes sociales. Sobre una balanza, el joven coloca sobres, confirmando que todos suelen pesar cuatro gramos. Cuando encuentra uno de 5, lo abre y logra su cometido: el cromo dorado de Luis Suarez, el delantero de la selección uruguaya.
No obstante, vale recalcar que el truquito de la balanza sólo funciona con las figuras oficiales del mundial, las “bamba”, son otra historia. En el año 2018, en medio del furor de nuestro regreso a la copa del mundo, surgió el álbum no oficial “3 reyes” que en nuestro país le hizo la competencia a Panini. Al ser una versión más amigable para la billetera, tuvo gran acogida. Como consecuencia, en el 2019 la empresa fue multada por indecopi por infracción a derechos de autor.
Aun así, la viveza criolla siempre próspera y en el 2022 la edición ha vuelto. Vendida en tu kiosko más cercano, la versión alternativa incluye dos páginas donde se pueden colocar cromos de la selección peruana. En la parte inferior, se lee un mensaje de aliento para el equipo, “esto no termina aquí”.
“Bamba” u “oficial”, el espíritu del intercambio se mantiene. Cuando me acerco a Mariana y Carlos, aprovechando que los veo descansando para preguntarles sobre el tema, sus ojos se iluminan con una emoción similar a la de el pequeño Thiago.
-El mundial nos emociona, esta es una actividad que podemos hacer juntos y entre amigos. Nos empuja a salir de nuestras casas. Esto no es como intercambiar figuritas con tus amigos del colegio, acá todos estamos en el mismo mundo.
La idea de retomar un hobby que muchos tenían de niños y llevarla a un nuevo nivel de adultos es un sentimiento compartido entre los coleccionistas con los que conversé. En primaria, uno se ve limitado por la cantidad de estampillas que puede comprar y la cantidad de veces que uno puede salir a intercambiar. Al crecer, el cielo es el límite.
-¿Por qué hacen tanta cosa si Perú ni va a ir al mundial?
Juan se ríe al escuchar la pregunta. No hay malicia detrás de su expresión, sabe que el señor simplemente no lo comprende.
– Me da pena, pero no me importa que Perú no vaya, la cosa es disfrutar el fútbol. Coleccionar no es una moda, lo hago porque siempre lo he hecho y me encanta.
El coleccionismo, como cualquier hobby, nos permite darle vida a algunas facetas de nuestro mundo que enterramos tras la infancia. Cuando negocian por la figurita que necesitan, o anotan cuántos cromos les faltan o admiran su colección de álbumes pasados, Juan, Alex, Antonio, Carlos y Mariana vuelven a ser niños, y sienten la misma euforia que Thiago sintió cuando consiguió su última figurita. Por medio de su amor por el fútbol, se crea una comunidad de aficionados y personas que verdaderamente se comprenden entre ellos.
