/

Estudiante y futbolista: la doble vida de Anaís Vilca

El fútbol femenino sigue tomando mayor importancia en el Perú. Nexos tuvo la oportunidad de entrevistar a una de las actuales campeonas con Alianza Lima, quien también es estudiante de la Universidad de Lima, para conocer un poco más sobre su historia, el campeonato y el balance con su vida universitaria.

Por: Lucía Céspedes

La historia de Anaís Vilca empezó repleta de fútbol. Su padre, un fanático de este deporte, se lo inculcó desde que era una niña y así nació su gran pasión. Pasó de jugarlo durante el recreo en el patio del colegio Cambridge a jugar en el estadio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos por uno de los equipos más grandes del Perú, el Club Alianza Lima. Con tan solo 20 años, la futbolista, que a la vez es estudiante de la carrera de Economía de esta Casa de Estudios, tiene que dividir su día a día para no descuidar ninguna de las dos partes. Si bien llevar el balance adecuado no es tarea sencilla, agradece tener este desafío que la ha ayudado a ser más responsable y a organizar de manera más adecuada su tiempo.

Nexos conoció una parte que no muchos ven en las futbolistas del país, las mismas que, poco a poco, van haciéndose un nombre en un deporte que por fin les brinda la atención que merecen. La vida más allá de la pelota y las complicaciones de intentar ser profesional en dos ámbitos de la etapa adulta.

Nací con el fútbol a mi alrededor, jugaba con los chicos en los recreos y se alegraban de que una niña juegue con ellos ese deporte. Por suerte algunas chicas de mi promoción también empezaron a jugar, logramos formar un equipo, pero nunca competimos. Mi papá prefería que jugara fútbol, porque antes hacía tenis, ya que es algo nos apasiona a los dos. Siempre he tenido el apoyo de mis padres en todo y les agradezco mucho eso.”, comenta Anais.

Primeros años en el fútbol

Ser la nueva nunca es fácil y ella lo sabe muy bien, le costó integrarse de manera adecuada en su club inicial debido a su timidez de pequeña y la rudeza del deporte. Había veces en las que ni siquiera quería ir a entrenar porque le daba miedo terminar con una pierna rota o por una lesión crónica que afecta su pierna. Con el paso del tiempo, se fue soltando más con sus compañeras, dejó los temores atrás y comenzó a adaptarse mejor en su ambiente deportivo. “Creo que poco a poco vas aprendiendo a lidiar con esas cosas y de ahí todo normal”, añade.

El inicio de su carrera lo vivió en el Club La Cantera, el cual se dedica a formar jugadoras provenientes de los colegios de la capital. Ahí permaneció cinco años, posteriormente se afilió con el Club Deportivo Municipal y jugó un año con ese nuevo equipo. En marzo del 2021, fue presentada como el nuevo refuerzo de Alianza Lima para dicha temporada. Llegaba con altas expectativas luego de un breve paso por dicho club en el 2019, y fue bien recibida en las redes sociales por la hinchada ‘grone’. Se sentía a gusto con ello. Menciona también que parte fundamental de su emoción por llegar a dicho club fue el marketing del mismo, que no era igual a ningún otro lugar donde haya estado antes.

Título soñado

Vivió lo que podría ser una campaña perfecta para cualquier equipo en el mundo: no perder ningún partido, recibir solo un gol y campeonar frente al clásico rival de toda la vida. Sin embargo, representar a un club tan grande conlleva una gran responsabilidad, “lidiar con la presión de estar en Alianza es complicado, todo el foco siempre estaba en nosotras y estábamos obligadas a ganar todos los partidos”, cuenta Anaís. Eso era lo que más preocupaba a las jugadoras: no decepcionar a los hinchas.

De igual manera, el apoyo de la hinchada y el fuerte interés de la prensa local en la Liga Femenina fueron dos factores que ella nunca había vivido. “Ha sido toda una experiencia nueva, muy loca. Jamás se le ha dado importancia al fútbol de mujeres, y que ahora le den tanta cabida me hace sentir como una verdadera jugadora profesional. La prensa ahora nos hace entrevistas, el trato es muy distinto. Casi te sientes como alguien de la farándula”, dice riéndose. Además, al jugar por el equipo del cual es fanática se siente mucho más conectada con la hinchada, honrada y orgullosa de su trabajo. Todo esto hizo que este campeonato obtenido haya sido sumamente representativo para ella y su familia.

El ambiente con sus compañeras fue espectacular, tanto así que siempre se apoyaban en el campo y fuera del mismo. Este afecto se vio reflejado en los últimos partidos del club, los cuales parecieron ser los más complicados de la temporada y donde salió a relucir todo ese compañerismo real que desarrollan día a día. “Me alegra mucho haberlas conocido y haber compartido todo este año, nos llevamos muy bien entre todas” destacó. Es importante reconocer las amistades que existen dentro del fútbol femenino, que, al ser todavía pequeño en el país, permite que las chicas se puedan relacionar entre clubes de manera más directa y formen vínculos cercanos con rapidez.

Luego de analizar los números del equipo blanquiazul esta temporada, parece sencillo el título obtenido este año. Sin embargo, este viene luego de muchísima preparación por parte de sus futbolistas más destacadas e incluso de la misma Vilca, “es importante tener a referentes como Miryam Tristán, Sandy Dorador o Adriana Lúcar en el equipo, llevan años jugando, son líderes y su experiencia la contagian al resto. El haber pasado por otros equipos me permitió desenvolverme más en los minutos que me tocaba jugar y aportar al equipo”, relata.

Dos mundos: entre la computadora y los chimpunes

Llevar una carrera universitaria a la par que juegas en la Liga Profesional de Fútbol es bastante complicado; exámenes, trabajos, exposiciones, todo mientras tienes que entrenar casi todos los días de la semana. “Honestamente, es muy difícil. Tengo que llevar menos cursos para no descuidarlos tanto, coordinar bien para que no se crucen con mis entrenamientos y estudiar para los exámenes en los tiempos libres que me quedan”, relata Anaís. A pesar de que pareciera ser todo estresante, el tener que establecer tantos horarios le ha hecho sentir más productiva y mejorar su sentido de la responsabilidad. “Alianza es bastante estricto con los entrenamientos, si faltas te descuentan y no te ponen en lista, así de simple. He tenido que salir temprano un par de veces por las clases, porque no puedo dejar la universidad completamente de lado tampoco”, añade.

Es popularmente dicho que los y las futbolistas abandonan los estudios por dedicarse al deporte por lo que generalmente no cuentan con una carrera universitaria terminad. Si bien la cantidad de jugadores y jugadoras que no tienen estudios completos está disminuyendo, en nuestro país sigue siendo una cifra elevada. Para la estudiante de sexto ciclo de la carrera de Economía, esto no tiene por qué ser así, pues sí es posible llevar ambos. Sin embargo, vuelve a recalcar que requiere de mucha responsabilidad y disciplina personal. “Hay otras chicas (aparte de mí) que también estudian, quizá llevan menos cursos y demoren un poco más en terminar la carrera, pero sí es lograble. La universidad es mi prioridad, y si tuviera que elegir entre ella y el fútbol, la elegiría sin dudarlo”, finaliza.

Si la vida a los 20 es complicada, se incrementa el triple cuando estudias una carrera universitaria y juegas por uno de los equipos más representativos del país. Anaís Vilca es un ejemplo de que se pueden llevar ambas partes de esa vida de manera adecuada y responsable, obteniendo resultados positivos en los dos ángulos.

Male Enhancement Pills Best Male Pills 2022 Male Pills Sexual Enhancement Pills best Sex Pills For Men Penis Enlargement pills Top Male Enhancement Pills Sexual Pills