En exclusiva desde Tokio, Nexos conversó con miembros y acompañantes de la delegación peruana sobre el ambiente que se vive en la villa olímpica en la inauguración de los Juegos Olímpicos 2020/2021. Una celebración postergada y, por primera vez, en pandemia.
Como muchos jóvenes atletas en sus respectivas disciplinas, María Belén Bazo ha invertido una inmensa parte de su vida en el windsurf. Conoce de cerca el sacrificio, lo que implica trabajar duro por un objetivo final y la necesidad de superación que muchas veces conlleva el ‘vivir en competencia’. Innumerables veces soñó con el día que llegaría a participar de sus primeros Juegos Olímpicos, pero jamás imaginó que lo lograría en medio de la peor crisis mundial de los últimos años, un escenario de incertidumbre total y en un nuevo contexto tomado por los protocolos de aislamiento, pruebas PCR y contagios. Desde Japón, María Belén y la coach deportiva de tiro, Jessica Galdos, conversaron en exclusiva con Nexos para contar cómo se viven los días previos a la jornada más importante del deporte mundial, así como también sobre las diferentes maneras en que la pandemia ha transformado la experiencia de la histórica fiesta deportiva.
“Serán unos juegos totalmente diferentes, lo hemos podido ver en estas semanas previas. La pandemia hace que los trámites sean muy engorrosos y que existan muchas fallas logísticas, sobre todo para los traslados. Para llegar hasta Tokio, los atletas han tenido que pasar innumerables pruebas de descarte para la COVID-19, además de monitorear su temperatura por 14 días previos a viajar. Una vez aquí, todos deben dejar su prueba de saliva a diario en el área médica de la villa. Esto por todo el tiempo que permanezcan en torneos”, cuenta Galdos, quien acompaña al equipo peruano de tiro en la villa principal de Tokio.
Por otro lado, desde la ciudad nipona de Enoshima, María Belén remarca los cuidados que mantiene la organización del evento para controlar las situaciones de contagio y la cantidad de restricciones de movilización que se han impuesto a los deportistas. “Estamos totalmente aislados de los japoneses, los únicos traslados son hasta la marina (donde entrena la delegación de vela) y de ahí es directo al hotel”, comenta.
Juegos sin ciudad
Siendo el confinamiento uno de los elementos más representativos de nuestra vida en pandemia, era lógico que los Juegos Olímpicos de este año tuvieran su propia dosis del mismo. Y es que la situación sanitaria por la que atraviesa el país asiático es aún delicada, al punto de haber cuestionado en numerosas ocasiones una segunda postergación o la cancelación total del mega evento deportivo. Una decisión que nadie quería tomar – considerando lo costoso que resultó trasladar toda la organización al 2021 – pero que aún no descartan. Solo en el primer día se encontraron más de 70 personas contagiadas en la villa principal.
“Sabemos que no nos encontramos en un escenario normal y que a los deportistas de este año les toca afrontar sus competencias con el factor pandemia muy presente. Por ello, los acompañantes nos aseguramos de que todos cumplan las medidas sanitarias dispuestas por el Comité Olímpico. Sin embargo, no deja de causar tristeza que los chicos no puedan salir a conocer la ciudad que los alberga, sobre todo si es tan lejana como Tokio”, apunta Jessica Galdos.
Si bien el aislamiento lejos de casa tampoco es algo que entusiasme precisamente a María Belén, ella trata de verlo de buena manera y tomarlo como una oportunidad para estar 100% enfocada en su objetivo para el torneo. “Probablemente uno de los factores más atípicos de estas Olimpiadas es el hecho de no poder salir para nada, ni siquiera para comprar un helado. Pasar la mayor parte del tiempo en un hotel sin áreas verdes fue algo a lo que me he tenido que acostumbrar. Pero ya tengo mi rutina bien establecida y prefiero aprovechar la oportunidad para concentrarme en la competencia, que es finalmente a lo que vinimos”, comenta Bazo.
Por su parte, Galdos agrega que se siente la falta de espacios de dispersión o relajo para los deportistas, quienes se encuentran en una situación de tensión incrementada. “Antes, la villa olímpica tenía una ‘zona internacional’, donde los chicos podían jugar diferentes cosas, intercambiaban pines con las delegaciones de otros países. Hoy nadie se acerca a los deportistas por el miedo justificado al contagio. Para ellos no es solo la enfermedad, sino las competencias y lo que una prueba positiva puede costarles en ese sentido”, señaló.
Entrenamiento mental
A pesar de que muchos la subestiman en el ámbito deportivo, la preparación mental es fundamental para afrontar la competencia y adquiere un valor especial en el escenario de pandemia que aún nos acompaña. Según Jessica Galdos, los atletas deben entender que, al igual que el entrenamiento físico de gimnasio, la mente también requiere un trabajo constante. Algo que se ha puesto en mayor evidencia en estos Juegos Olímpicos.
“La fortaleza emocional se vuelve fundamental para afrontar torneos en pandemia, sobre todo cuando al estrés promedio de la competencia se le añade el miedo al contagio y una descalificación inmediata. Para esto, la persona debe poder reconocer sus creencias limitantes, los pensamientos negativos, y ser muy consciente de lo que puede y no puede controlar. Saber que no tienen poder sobre la pandemia (más allá de sus propios cuidados), ayuda a que sean más receptivos del momento presente, logrando una mayor asimilación de situaciones adversas”, señala Galdos.
María Belén, por otro lado, descarta haber pensado mucho en el contagio durante los días que lleva concentrándose, en el hotel de Enoshima. En todo caso, no lo considera comparable a la incertidumbre experimentada el año pasado por la falta de entrenamiento general y la paralización de las competencias a nivel internacional. “En mi caso probablemente no fue tan duro, porque obtuve la clasificación en el 2019, pero era igualmente frustrante pensar que no estaba saliendo al mar a practicar. Por eso terminé viajando al extranjero para entrenar con el equipo holandes de windsurf, lo cual me permite llegar preparada para este momento”, agregó.
Meta final
Finalmente, Jessica Galdos aseguró que encuentra a la delegación, que representará a nuestro país desde este viernes 23 de julio, con un buen grado de optimismo por vivir la experiencia contra viento y marea. En ese sentido, destacó que son justamente estas situaciones las que sacan a relucir el nivel de compromiso del atleta peruano, además de la pasión desbordada que cada uno siente por la disciplina que practica. “A pesar de todas las particularidades de esta jornada olímpica, hay mucho entusiasmo de parte de los chicos y unas ganas enormes por salir a darlo todo. Creo que ese espíritu es bastante rescatable considerando las circunstancias. Aquí todos se están jugando su esfuerzo, así que las expectativas son altas”, termina.