/

Cáncer de mama: Entre barreras y espera

En el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, es fundamental reflexionar sobre los múltiples desafíos que enfrentan las mujeres peruanas para acceder a un diagnóstico temprano y recibir tratamientos efectivos.

Por: Lucía Quispe, Valeria Soto y Catherine Quispe

Cada 19 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, una enfermedad que continúa siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo. En Perú, el panorama es igualmente preocupante. De acuerdo con la Liga contra el Cáncer, cada día cinco mujeres pierden la vida a causa de este padecimiento

A pesar de los avances médicos que han permitido mejorar las tasas de supervivencia, el país aún enfrenta desafíos significativos. Por un lado, persisten estigmas y tabúes que rodean el cáncer de mama, generando temor y desinformación entre muchas mujeres. Sumado a esto, las pacientes se enfrentan a una realidad desalentadora: barreras económicas, geográficas y sociales que dificultan el acceso a atención médica y, en consecuencia, a un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. 

En un contexto donde el acceso a la salud debería ser un derecho universal, la realidad peruana expone una situación en la que la vida de muchas mujeres pende de un hilo, con factores fuera de su control que pueden determinar su destino. 

Cuando la economía y geografía deciden vidas

El cáncer de mama se ha convertido en un desafío de salud pública significativo en Perú, donde las marcadas desigualdades en el acceso a diagnóstico y tratamiento son evidentes. En 2022, EsSalud reportó 3166 casos de cáncer de mama, lo que subraya la magnitud del problema. Las barreras geográficas, económicas y de infraestructura, combinadas con los recursos insuficientes, afectan a miles de mujeres, especialmente a las de zonas rurales debido a la notoria centralización de los servicios médicos.

De acuerdo con el Dr. José Antonio Galarreta, expresidente y miembro de la Sociedad Peruana de Mastología, “entre Lima, Arequipa y Lambayeque se concentra el 95% del equipamiento para tratar el cáncer de mama.” Esto significa que las regiones del interior del país tienen un acceso limitado a equipos esenciales como mamógrafos y radioterapia, que son necesarios para un tratamiento integral.

Actualmente, 19 regiones en Perú carecen de equipos de radioterapia, y más del 50% de estos se encuentran concentrados en Lima y Callao, tal como lo señala el Plan Nacional de Atención Integral del Cáncer (2020-2024) del MINSA. Esta centralización obliga a muchas mujeres a desplazarse a la capital para recibir atención. “El INEN recibe aproximadamente doce mil pacientes al año con cáncer nuevo, de los cuales el 51% son de provincia”, comenta Galarreta. Este desplazamiento no solo implica un reto logístico, sino también emocional y económico. 

Asimismo, el costo de los tratamientos es una carga que muchas familias peruanas no pueden asumir. Según la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (APESEG), el costo de un tratamiento avanzado puede superar los 200 mil soles. Esta situación se agrava aún más por la limitada cobertura del sistema de salud pública. De acuerdo con el INEI, el 24.5% de los peruanos no cuentan con un seguro de salud, lo que restringe su acceso a tratamientos oportunos y efectivos.

Al respecto, el Dr. Galarreta señala que las políticas actuales no son suficientes para garantizar el acceso universal al tratamiento. Aunque existen esfuerzos por mejorar la atención, “todavía no hay suficiente respaldo económico por parte del Estado,” añade. La falta de un presupuesto adecuado afecta directamente la adquisición de equipos e insumos médicos, así como la contratación de profesionales especializados.

Por último, la precaria infraestructura en nuestro país es uno de los problemas más críticos. En provincias, no existe un solo hospital que cumpla con los requisitos de una unidad especializada en cáncer de mama, como lo hace el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) en Lima. Las unidades oncológicas deben contar con cirujanos, oncólogos, radioterapeutas, patólogos y psicólogos, pero la mayoría de los hospitales en las regiones carecen de este personal especializado.

“El presupuesto destinado a salud en el Perú es insuficiente,” afirma Galarreta, indicando que solo se invierte el  5% del Producto Bruto Interno (PBI) en salud, cuando lo ideal sería entre el 8% y el 11%. Esta falta de inversión limita la capacidad del sistema de salud para proporcionar una cobertura integral, lo que agrava las desigualdades existentes y compromete la atención adecuada para las pacientes con cáncer de mama. Además, el problema se ve exacerbado por la informalidad, la ineficiencia en el uso de los recursos y la corrupción, que afectan gravemente al sistema de salud.

Tratamientos bajo presión

A fin de mitigar los efectos de esta enfermedad, cada paciente oncológico debe someterse a una serie de tratamientos, con el objetivo de evitar que esta domine por completo el organismo. Para ello, es necesario acudir a un centro de salud que cuente con especialistas capacitados para manejar esta situación. Sin embargo, a pesar de ser uno de los métodos médicos fundamentales para tratar el cáncer, lamentablemente estos no están casi disponibles en toda la nación.

Según una publicación del Ministerio de Salud (MINSA), en Lima solo existen seis centros oncológicos disponibles. Mientras tanto, en las demás provincias, la cantidad de centros es similar a la de la capital, lo que resulta insuficiente para atender a más de 24 millones de peruanos. Además, estos problemas no solo afectan al sector público peruano; pues muchas personas que son atendidas en clínicas, aunque tengan la suerte de costear gran parte de estas atenciones, no son ajenas a estos obstáculos que ponen en riesgo su vida.

Beatriz Moreno, una mujer que padece esta enfermedad, como miles de peruanas, comentó que, aunque tuvo el privilegio de atenderse en una clínica, a diferencia de muchos pacientes, el tiempo fue clave, ya que tenía un tipo de tumor que requería tratamiento inmediato. “Tuve que costear algunas citas médicas, tratamientos y medicamentos porque, cuando uno tiene un seguro, comúnmente tardan más y el tipo de tumor que tenía se desarrollaba muy rápido”, declara Beatriz.

Al igual que los tratamientos, los medicamentos representan otro obstáculo. Además de presentar precios elevados, se suma el hecho de que en varios establecimientos y centros de salud hay un creciente desabastecimiento de estas medicinas, lo que dificulta casi por completo la continuación del cuidado.

Esta grave situación se corroboró hace unos meses con un estudio publicado por el Semáforo Oncológico del Perú, un programa cuyo objetivo es promover a nivel nacional la prevención, así como los tratamientos y diagnósticos tempranos. Según ello, el 25% de estas pacientes paralizan sus procedimientos debido a la escasez de medicamentos, una situación que se ha repetido año tras año. Por lo tanto, esta problemática no es sorprendente ni para muchos especialistas del sector ni para las propias pacientes.

El silencio del desconocimiento

Hace unos meses, el Ministerio de Salud (MINSA) presentó un registro sobre los casos de cáncer en el primer trimestre de año, destacando un aumento anual que ha superado más del doble entre un año y otro. Más allá del incremento en la cantidad de pacientes oncológicos, la mayoría de estos hechos se registraron en etapas avanzadas.

El Dr. José Antonio Galarreta mencionó que una de las razones por las que esto se mantiene constante anualmente es la falta de información que tienen los pacientes sobre este tipo de cáncer. “Muchas veces la paciente se enfrenta a un nódulo no doloroso y porque no duele o sangra, no lo consideran, hasta que empieza a sangrar y ya es demasiado tarde”, explica el especialista. 

A raíz de esta desinformación, otro problema que surge en las mujeres es el temor a realizarse un diagnóstico, ya que saben que probablemente forman parte de las miles que padecen de esta misma enfermedad. “Al principio, sentimos miedo por lo que puede suceder con nuestro cuerpo: si me van a quitar un seno, si dejaré de ser femenina, si se me caerá el cabello o incluso si la sociedad me juzgará por lo que tengo”, indica nuevamente Beatriz.

Iniciativas que salvan vidas 

A pesar del camino rocoso que enfrentamos en la lucha contra el cáncer de mama en nuestro país, existen algunas organizaciones sin fines de lucro que llevan a cabo iniciativas para mejorar el acceso al diagnóstico, al tratamiento y a la atención integral de los pacientes más vulnerables. 

La más conocida es la Fundación Peruana de Cáncer (FPC), la cual fue creada en 1969 por Frieda Heller y el Dr. Eduardo Cáceres Graziani con la misión de brindar asistencia integral a los pacientes oncológicos más necesitados. Cada año, la FPC lleva a cabo diversas iniciativas para elevar los estándares de atención y asegurar que más personas puedan acceder a tratamientos de calidad, sin importar su situación económica. 

Carlos Neuhaus, vicepresidente de la FPC y de Vidawasi Perú, relata que la fundación ha conseguido importantes avances en infraestructura y atención gracias a donaciones de empresas, en especial del sector minero. “Nuestra principal preocupación es ampliar nuestra capacidad para poder albergar a más personas que vienen de provincias y no tienen dónde quedarse mientras reciben tratamiento en Lima”, comenta. Neuhaus también destaca los esfuerzos conjuntos con el INEN, donde se capacita a médicos y se facilita el acceso a tratamientos especializados.

Por otro lado, el Dr. José Antonio Galarreta resalta que, aunque la creación de la Red Oncológica Nacional ha sido un gran paso para descentralizar la atención oncológica, todavía queda un largo camino por recorrer. “La mayoría de los pacientes creen que la solución está en Lima, lo que perpetúa la centralización. A pesar de contar con buenos cirujanos en regiones como Trujillo, muchas veces falta la infraestructura completa, como oncólogos y radioterapeutas”, señala el experto.

Es en este contexto que el Fondo Intangible Solidario en Salud (Fissal), creado por el MINSA, juega un papel crucial. Este asegura cobertura integral y gratuita para los siete tipos de cáncer más comunes, incluyendo el cáncer de mama, a los asegurados del Sistema Integral de Salud (SIS). “Aunque persisten problemas como los tiempos de espera y la falta de algunos equipos, el SIS cubre todo el tratamiento, desde cirugías hasta quimioterapias”, añade Galarreta. El programa representa un avance importante en la lucha por mejorar el acceso al tratamiento para las personas de bajos recursos.

A pesar de estos avances, tanto el Dr. Galarreta como Neuhaus coinciden en que se necesita más inversión en infraestructura hospitalaria y programas educativos para concientizar a la población sobre la importancia del diagnóstico temprano. Según el MINSA, el cáncer de mama tiene una tasa de curación del 90% si se detecta a tiempo, pero las brechas en el acceso a la salud pública continúan afectando a muchas mujeres, especialmente en zonas rurales. 

Rompiendo barreras: un llamado urgente a la acción

Es vital que, como sociedad, afrontemos y tomemos acción ante las brechas que existen en el acceso al diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama. A pesar de los esfuerzos por descentralizar la atención médica, miles de mujeres continúan siendo desatendidas debido a barreras geográficas, económicas y desigualdades sociales que afectan especialmente a quienes más lo necesitan.

Para combatir esto, “la educación es clave”, afirma Neuhaus. “Hemos realizado campañas de concientización junto a personalidades públicas y ahora estamos organizando una maratón para recaudar fondos. Queremos que los jóvenes, incluidos los universitarios, se involucren y tomen conciencia de que el cáncer es un problema que afecta a todos, y que es vital actuar ahora”, relata.

Todos tenemos un papel que cumplir para cambiar esta realidad, donde la falta de acceso y la desinformación siguen cobrando vidas. Es imperativo que el Estado tome medidas contundentes  para derribar los obstáculos que ponen en riesgo la vida de tantas mujeres peruanas. La pandemia ya expuso la fragilidad de nuestro sistema de salud, revelando que, en muchas ocasiones, la verdadera amenaza no es la enfermedad, sino la falta de acceso oportuno a la atención médica.

Male Enhancement Pills Best Male Pills 2022 Male Pills Sexual Enhancement Pills best Sex Pills For Men Penis Enlargement pills Top Male Enhancement Pills Sexual Pills