Ante un Congreso con curules vacías y ministros que apenas aguantaban el sueño, la presidenta Dina Boluarte anunció la creación del “Ministerio de Infraestructura”. Ha pasado un mes desde dicha propuesta, ¿qué tan viable y efectiva sería esta iniciativa? En Nexos, te lo contamos.
Por Carlos Alcalá
La propuesta de crear un nuevo ministerio es algo que se ha repetido constantemente en los últimos años. Durante su corta estadía en el sillón presidencial, Pedro Castillo propuso crear el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, a pesar de que muchas voces expertas le pedían que, contrario a su propuesta, se enfoque en fortalecer el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Concytec). Al otro extremo, durante la segunda vuelta de la campaña presidencial de 2021, Keiko Fujimori propuso restaurar el Ministerio de Pesquería, cerrado por el expresidente Alejandro Toledo y que, actualmente, es un viceministerio dentro de la cartera de la Producción.
El último ministerio creado en el Perú fue durante el gobierno de Ollanta Humala en el año 2011: el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS). Hoy, más de 13 años después, cabe preguntarnos ¿Está el Perú preparado para la creación de un nuevo ministerio? Nexos entrevistó a Carlos Paredes, periodista, analista político y profesor de la Universidad de Lima quien nos dio su visión sobre el tema.
Más de lo mismo
Actualmente, el Perú cuenta con el Programa Nacional de Inversiones en Salud (Pronis) y el Proyecto Especial de Infraestructura de Transporte Nacional (Provías) , entidades encargadas del manejo de presupuestos grandes para las obras planeadas en cada sector; es decir, cumplen las mismas funciones que el hipotético Ministerio de Infraestructura cubriría. Por lo que cabe preguntarse, ¿qué nos asegura que la efectividad de estas entidades aumentaría si las agrupamos a todas bajo un solo techo?
El MIDIS es un claro ejemplo de que esto no es lo que suele suceder. Esta institución fue creada con el objetivo de “mejorar la calidad de vida de la población en situación de vulnerabilidad y pobreza”, pero la realidad se encuentra lejos de cumplir la meta. Durante el gobierno de Boluarte, el porcentaje de hogares pobres en el Perú aumentó del 27.5% al 29%. De hecho, la ahora presidenta fue ministra de esta cartera mientras Pedro Castillo aún despachaba en Palacio de Gobierno.
Para el periodista Paredes, una nueva entidad estatal puede ser contraproducente en términos de presupuesto. “Hay que evaluar qué responsabilidades va cumplir ese nuevo ministerio. Muchas veces estos no cumplen su objetivo. El Ministerio de la Mujer existe, pero el año pasado fue el que tuvo más feminicidios en la última década. Si esto sigue sucediendo, lo único que generan es más gasto”, declaró. Recordemos que el déficit fiscal del 2023 fue de 3.9%, el mayor registrado en los últimos casi 30 años, excluyendo la pandemia.
Y crece más y más
Otro de los problemas de nuestro Estado es que es cada vez más grande. Como mencioné anteriormente, ya el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, la cartera que mayor cantidad de dinero maneja, tiene entre sus filas algunos organismos ejecutores de presupuestos grandes, pero la creación del Ministerio de Infraestructura no viene acompañada de la desaparición de estos organismos que repiten la misma función.
“El Perú tiene 19 ministerios contando el premierato, para un país como el nuestro es bastante”, comenta Paredes. “Hay que ver a la gestión pública con un lente de eficiencia. El estudio del gobierno debería centrarse hacia un eje de funcionalidad ¿Qué se hace desde los ministerios? Hay que evaluar eso antes de querer crear, fusionar o disolver uno. Han propuesto fusionar el MIDIS y el Ministerio de la Mujer, pero ya varios expertos han dicho que es contraproducente.”, agrega.
Entre gallos y medianoche
Una de las preocupaciones de los expertos también radica en que, si la propuesta es aceptada sin un sustento de fondo, el resultado de un Ministerio de Infraestructura mal planeado sería que se genere más burocracia, que termine paralizando la ejecución de obras y generando sobrecostos que al final afectan al ciudadano que no puede gozar de los servicios por los que paga sus impuestos.
La idea de crear el Ministerio de Infraestructura no es negativa en sí misma. La exministra de transporte, Paola Lazarte, comentó en una entrevista al diario El Comercio que es positivo que exista un ente técnico que gestione los planes de infraestructura nacional para que no pase todo de manera exclusiva a través del Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC) como sucede actualmente. Sin embargo, señala que sería mejor que el Congreso archive la ley y se haga un diagnóstico correcto, uno que prime el desarrollo y la meritocracia de la institución para que esta nazca con objetivos claros.
La intención puede ser muy buena, otros países vecinos como Colombia, Ecuador, Argentina y Chile al igual que países más desarrollados como Bélgica, España, Italia o Japón cuentan con un Ministerio de Obras Públicas que cumple las funciones que tendría nuestro futuro Ministerio de Infraestructura. No obstante, hay que tener en cuenta que a Italia le tomó 7 años incorporar correctamente esa cartera, mientras que Chile pasó por 3 transformaciones de dicha institución en sus 120 años de historia.
La administración pública es un reto complejo para cualquiera que haya querido incursionar en esta. La creación de una nueva entidad pública nos debería llevar como sociedad a cuestionarnos ¿Qué tamaño de Estado queremos?¿Qué funciones debería cumplir y hasta dónde deben llegar sus responsabilidades? Desde el lado político y ejecutor, el análisis debe hacerse de una manera muy técnica, primando la efectividad por sobre el discurso populista. Las intenciones importan, pero los resultados son los que la gente termina recordando.