La infecundidad masculina afecta a millones de hombres en todo el mundo, pero sigue siendo un tema rodeado de tabúes y malentendidos. Distintos factores explican esta problemática , que representa hasta el 50% de los casos de impotencia en parejas.
Por: Ciro Valenzuela y Cynthia Carmen
Socialmente, es común oír la frase “madre es quien da la vida”, pero, ¿qué podemos decir acerca del padre?
Nos encontramos a las puertas de la llegada del Día del Padre, una celebración en la que conmemoramos a aquellos hombres que, presentes en nuestras vidas, desempeñan un rol fundamental como guías.
Siendo conscientes de las persistentes características machistas en nuestra sociedad, esta fecha también nos invita a reflexionar sobre las dificultades que algunos hombres enfrentan para ingresar al umbral de la paternidad, especialmente aquellos que luchan contra la infertilidad.
La infecundidad masculina está rodeada de tabúes históricos y estigmas que pueden ser agobiantes para los hombres que enfrentan problemas para concebir. Este contexto social valora la capacidad de reproducción como parte de la identidad masculina y su virilidad.
El peso de la sociedad
No es ajeno considerar las dificultades médicas que enfrentan quienes se someten a tratamientos de fertilidad. Esto incluye procedimientos fallidos, porcentajes de éxito y el continuo desafío emocional que enfrentan.
Además, se deben sumar aspectos sociales y culturales que pueden agravar la situación. Las expectativas sociales sobre la parentalidad, los roles de género y la presión social añaden una angustia adicional para las parejas que buscan ser padres.
La psicóloga especialista en fertilidad Gabriela Cases menciona que el entorno social en el que se encuentra un paciente durante tratamientos de fecundidad puede influir significativamente en cómo evolucionará este extenso proceso.
“Muchas veces, el entorno social desconoce la situación de aridez que atraviesan las personas o se muestra muy invasivo al respecto”, señala Cases, quien destaca que en la sociedad peruana tendemos a ser más entrometidos en los aspectos familiares de quienes nos rodean.
La psicóloga sugiere que esto no se hace necesariamente con una intención irrespetuosa. Sin embargo, al desconocer los trasfondos emocionales y personales que una persona pueda estar enfrentando en un proceso de fertilidad, un entorno así puede resultar perjudicial para el paciente.
Por otro lado, no solo las preguntas insistentes pueden perjudicar el estado mental del paciente; los prejuicios de género, especialmente prevalentes en una sociedad sexista y machista como la nuestra, también afectan a las parejas que confronta estos problemas. Estos sesgos se manifiestan desde el momento en que se asocian los problemas de infertilidad únicamente con las mujeres, cuando la realidad es diferente.
Ante esta realidad, el Dr. Alberto Tejada, fundador de Andromed y exministro de Salud del Perú, señala, “cuando se enfrentan problemas de concepción, la tendencia es pensar en la mujer, pero en realidad, aproximadamente la mitad de las dificultades son de origen femenino y la otra mitad de origen masculino”.
Por lo tanto, recordemos que según la OMS, 1 de cada 6 parejas en todo el mundo experimenta problemas de infertilidad, y los casos masculinos representan entre el 40% y el 50% de los casos totales.
Es oportuno mencionar que en los orígenes de la conversación sobre la infertilidad masculina, esta se asociaba erróneamente con la sexualidad del hombre; un falso discurso que vinculaba la potencia sexual de un hombre con sus niveles de fertilidad. Esta creencia generaba cierta humillación y vergüenza en los hombres que recurrían a ayuda especializada.
“No existían centros dedicados exclusivamente a la infertilidad masculina, sino clínicas de fertilidad en general. Los hombres pasaban desapercibidos, como si solo acompañaran a sus esposas, cuando en muchas ocasiones ellos eran los pacientes,” subraya el Dr. Tejada.
“Además, socialmente ponemos mayor presión en las mujeres para ser madres, mientras que a los hombres no se les exige tanto ser padres”, menciona Tejada.
Esto refleja que en nuestra sociedad, la identidad masculina no está tan estrechamente asociada a la paternidad como la femenina a la maternidad. A los hombres se les concede una mayor libertad para definir su valor y propósito a través de su carrera, hobbies y otras actividades, sin la presión constante de la paternidad. Su éxito y realización no se consideran tan vinculados a su rol como padres.
La importancia de tu día a día
La infertilidad masculina puede ser causada por diversos factores, como problemas en la producción de esperma, que pueden manifestarse en una baja cantidad, mala calidad o incluso la ausencia total de esperma, una condición conocida como azoospermia.
Estas condiciones se producen originalmente por un mal manejo del estilo de vida, afectando significativamente la fertilidad.
Los hábitos diarios y las elecciones que hacemos pueden ser desencadenantes de problemas de infertilidad. Por ejemplo, factores como la dieta y las adicciones pueden influir considerablemente en el desarrollo de enfermedades que afectan la fertilidad.
Por eso es crucial comprender y aprender a modificar estos hábitos para asegurar un mejor estado de salud reproductiva a largo plazo.
El doctor Alberto Tejada menciona que malos hábitos tan comunes como no mantener un buen horario de sueño, tener sobrepeso y llevar una vida sedentaria son factores determinantes en los niveles de fertilidad masculina, afectando significativamente la hormona testosterona.
Seguido a esto, la alimentación juega un papel fundamental en la salud reproductiva. Dietas ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales pueden mejorar la calidad del esperma.
Entre lo negativo, acciones como fumar reduce la cantidad y la movilidad de los espermatozoides, mientras que el consumo excesivo de alcohol puede provocar desequilibrios hormonales y disminuir la producción de esperma. Además, el uso de las drogas recreativas, como la marihuana y los esteroides anabólicos, también están asociadas con problemas reproductivos.
Otro factor determinante es el estrés, ya que una mala salud mental puede alterar los niveles hormonales necesarios para la producción de esperma y disminuir el deseo sexual.
A esto, Tejada menciona que la vida sexual de la persona es otro punto determinante. “Actualmente, la actividad sexual se ha dejado de lado; las personas están más concentradas en su crecimiento personal y dejan las relaciones para ‘cuando tienen tiempo’“, comenta.
Además, también menciona que hay parejas que buscan el momento preciso del ciclo menstrual del sexo femenino para intentar la fertilización, pero aclara que este enfoque es incorrecto. Tejada explica que la gestión de la fertilidad en los hombres ocurre de manera diferente a la de las mujeres, y para que el ciclo reproductivo masculino funcione correctamente, es crucial mantener una vida sexual activa.
Seguido a lo mencionado, es importante realizar chequeos médicos regulares y consultar a un especialista en caso de problemas reproductivos persistentes. Asimismo, es fundamental realizar cambios positivos en los hábitos diarios, ya que pueden mejorar significativamente sus posibilidades de concebir y llevar una vida reproductiva saludable.
¿Un problema sin solución?
¿Ser infértil tiene solución? Afortunadamente, la prevención y el tratamiento de la infertilidad en los hombres han avanzado significativamente, ofreciendo esperanza a quienes enfrentan este desafío.
La previsión de la infertilidad masculina comienza con la adopción de un estilo de vida saludable. Por eso, según el Dr. Tejada, lo primero que se debe hacer ante esta problemática es mantener una buena rutina diaria, es decir, eliminar la raíz del problema.
Mantener un peso adecuado, evitar el consumo de sustancias nocivas como el tabaco, el alcohol y las drogas, y controlar la exposición a toxinas ambientales son algunas de las principales recomendaciones para prevenir esta problemática.
Además, Alberto Tejada resalta que otra medida preventiva, similar a lo que hacen las mujeres con los óvulos, es que los varones pueden congelar sus espermatozoides, pero recomienda hacerlo únicamente si se sufre de alguna enfermedad.
Asimismo, muchos estudios coinciden en que una dieta equilibrada rica en antioxidantes, vitaminas y minerales, junto con la práctica regular de ejercicio físico y la reducción del estrés mediante técnicas como la meditación y el yoga, pueden tener un impacto positivo en la salud reproductiva.
En cuanto al tratamiento, cada persona es un caso único, por lo que la problemática varía según la causa subyacente de su infertilidad.
Existen medicamentos que pueden ser útiles para tratar infecciones, trastornos hormonales o mejorar la calidad del esperma. Sin embargo, en otros casos más complejos, se requiere cirugía para corregir los problemas que pueda sufrir el varón. Por otro lado, en situaciones de baja producción de esperma, la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) puede ser una solución efectiva.
Con los avances actuales en la medicina reproductiva, muchas parejas pueden encontrar soluciones efectivas y cumplir su sueño de formar una familia. Como menciona el doctor, “Los temas de relación de pareja también son importantes para la fertilidad, ya que el estado mental de la persona juega un papel fundamental en este tema.“
La educación y la concienciación sobre la infertilidad masculina son esenciales para abordar este problema de salud pública y apoyar a aquellos que lo enfrentan, pues con un mayor conocimiento y las herramientas adecuadas, es posible enfrentar este desafío y mejorar la calidad de vida de las parejas afectadas.
