Iniciativa musical Orquestando se encuentra en preocupante situación, según sus propios integrantes. Tras la pandemia, la organización es quien sustenta las clases, giras y compra de nuevos instrumentos. Mientras que el Estado brilla por su ausencia.
Por Rafael Ortega Alva
Lo que podría ser una de las iniciativas más interesantes y prometedoras del país, lucha año tras año para no desafinar. Orquestando, el programa del Ministerio de Educación (Minedu) que brinda talleres de música gratuitos para colegios públicos y privados, hoy sobrevive gracias al esfuerzo económico que los padres de familia y profesores proporcionan, en respuesta al poco presupuesto por parte del Estado.
Con más de una década de enseñanza musical, el proyecto ha enfrentado grandes desafíos, pero ninguno como ahora. Años atrás, en el colegio que el programa denomina “núcleo” Los Educadores, lugar donde ensaya la Orquesta Nacional Escolar, el Minedu otorgaba un presupuesto que, además de las clases, permitía realizar giras, comprar nuevos instrumentos, conseguir espacios de presentación, entre otros. Sin embargo, después de la pandemia del Covid-19, los fondos se destinaron exclusivamente al pago de los docentes. Hoy, son los padres y algunos profesores quienes aportan su dinero para mantener las necesidades de la iniciativa, incluso el mantenimiento de los techos y baños de la institución educativa.
La recaudación de fondos se busca de todas las maneras posibles, desde rifas hasta comisiones. Por ejemplo, a inicios del presente año, la orquesta tuvo que informar a los padres que se necesitaba el apoyo de todos para reparar los techos averiados, las alfombras deterioradas y el baño de los varones, que tenían las tazas malogradas. Si bien estas responsabilidades le competen al mismo colegio que los alberga, Wilfredo Tarazona, fundador y director de la iniciativa, mencionó que las instituciones educativas no tienen el presupuesto para cubrir siquiera sus propias necesidades.
“Esta situación se repite en todos los núcleos”, lamentó Tarazona. Asimismo, señaló que el Ministerio tiene conocimiento de todos los problemas y que cada año promete aumentar la financiación; sin embargo, las áreas de presupuesto nunca llegan a contemplar la ayuda que se solicita. “Yo, personalmente, hago el pago del traslado de los instrumentos para los conciertos (…), todos los meses envío mis informes, pero no nos atienden”, añadió, mientras espera que en un futuro cercano alguna autoridad los escuche.
Entonces, si el presupuesto ya no llega a otra cosa más que al sueldo de los docentes, uno podría pensar que esa paga, por lo menos, es buena. Sin embargo, los maestros opinan lo contrario. “En Los Educadores hay de 500 a 700 estudiantes y solo somos 6 instructores musicales (…), la cantidad de horas y alumnos que tenemos no compensa el esfuerzo que hacemos”, declaró Marco Apaza, profesor que ya lleva 4 años dentro de Orquestando. A pesar del empeño para dar lo mejor de sí en cada clase, el docente añadió con preocupación que varios colegas suyos se han ido retirando de la iniciativa ante los recortes de presupuesto, lo que empeora la calidad educativa.
Los obstáculos en los últimos años no hacen más que mantener en agonía al proyecto que apuesta por los músicos del mañana. En el 2020, en plena pandemia, el Minedu publicó una resolución que buscaba la reducción del cuerpo docente del programa, sin considerar las repercusiones de los miles de chicos que, a pesar de la virtualidad, seguían practicando sus instrumentos. Asimismo, a finales del 2023, se buscó pasar la iniciativa a un taller temporal y que ya no dure todo el año, afectando la continuidad y perseverancia de las clases. Al final, lo que más le preocupa a la comunidad de Orquestando cada vez que va a acabar un año es, según Apaza, “la incertidumbre de saber si vamos a continuar o no”.
Aun cuando el panorama no parece ser alentador, la comunidad de Orquestando se mantiene firme para continuar con el programa. Tanto en el 2020 como 2023, los padres fueron los primeros en salir a protestar incluso a las afueras del Minedu para mostrar su preocupación. Consuelo Obregón, madre de familia que está desde los inicios de la iniciativa, recuerda con nostalgia aquellos años en los que la calidad del programa no tenía nada que envidiar a otras escuelas musicales. Ahora, la situación es completamente diferente. De hecho, Obregón comentó que su hijo, por ejemplo, toca el cello, pero que en varias ocasiones ha tenido que llevar sus clases con profesores de otros instrumentos ante la falta de docentes.
Sin embargo, la pandemia parece haber sido la excusa perfecta para justificar la disminución presupuestal. El escenario actual era algo que veía venir Jorge Breña, quien fue profesor y responsable del núcleo Los Educadores hasta el 2020. Según el maestro, que confesó haberse sentido directamente afectado en su momento por los recortes económicos, en sus últimos años con Orquestando sintió que el Minedu se enfocó en la continuidad, sin aplicar mejoras realmente significativas. “La gestión debería haber visto la forma de que el programa siga creciendo” recalcó.
Y en el medio de todos estos problemas están, finalmente, los chicos. Ellos, con admirable determinación, se presentan en los conciertos, a veces con la ovación de algunos servidores públicos que hacen parecer que el programa está mejor que nunca. Hay quienes, como Tarazona, esperan que Orquestando pronto encuentre la ayuda del Estado para salir adelante. Otros, como Apaza, creen que, así como están las cosas, la iniciativa en cualquier momento encontrará su fin. Para que dieran su opinión al respecto, nos comunicamos con el Minedu; sin embargo, al cierre de esta edición, no se llegó a concretar ninguna reunión.