La pandemia planteó un nuevo reto para la industria de las tablas y las obras universitarias no se podían quedar atrás. Cielo Paucar, Héctor Ríos Lamas y Andy Cárdenas brindaron capote a nuestra casa de estudios en el Festival de Dramaturgia del Centro de Artes Escénicas.
Por: Claudia Esquivel
¿Por qué el teatro embelesa a los espectadores? La ventaja de hacer una presentación con público es que se ven las reacciones de los espectadores en el momento preciso. Lo que un guionista trabaja por meses en papel y ve reflejado en los ensayos cumple su objetivo cuando tienes una sala con personas aplaudiendo el resultado.
Cómo audiencia, uno se intriga por el resumen que lee en la publicidad. Cuando entra a la sala se llena con el ambiente y la emoción compartida. La obra termina, los espectadores se paran, aplauden el esfuerzo de los actores y el director. Entre vítores y agradecimientos, sin embargo, ¿se es consciente de lo que ocurre detrás de esas pesadas cortinas rojas? ¿Y qué tal detrás de las pantallas?
La producción de obras teatrales virtuales es un nuevo mundo. Para Cielo Paucar, Héctor Ríos Lamas y Andy Cárdenas, estudiantes de la Universidad de Lima y ganadores de los tres primeros puestos respectivamente del Festival de Dramaturgia del Centro de Artes Escénicas (CAE) de la universidad, este fue un reto especial. Uno que se llevó elogios y una ovación de íconos de aplausos en la presentación el pasado 28 de Octubre.
Del papel al escenario
Crear un guion es hacer trabajar a tu imaginación. El escritor tiene el poder de hacer lo que quiera con sus personajes, sus lugares, sus situaciones. Pero con la pandemia vino el reto de hacer una producción para una pantalla, enfrentado incluso los problemas de internet y conectividad. El Covid – 19 ha limitado el lado creativo de los guionistas. ¿La solución más práctica?: contexto de videollamada. De hecho, los dos primeros puestos de este festival tuvieron esa modalidad. “La Entrevista” y “Tres Cartas” son historias que comparten un giro de tuerca al final que abre un mundo de posibilidades para el espectador. “Toxic” tuvo una presentación diferente. Los tres directores – guionistas de estas obras conversaron con Nexos sobre esto.
Cielo Paúcar decidió plantear “La Entrevista” como una versión family friendly de una idea previa que ella ya tenía. Es la historia de padre e hija. Ella es una chica decidida, valiente y segura que se vuelve un pajarito indefenso cuando está frente a él, un escritor prepotente y con problemas de memoria del que se alejó años atrás. Esta trama familiar es la que llama la atención nuestra directora, pero ¿por qué hacerlo en videollamada?
Cielo creó a una chica con mucho miedo a enfrentar a Esteban. La incapacitó emocionalmente para poder llegar cara a cara con un hombre que solo podía recordar desde su ego. “Esto fue muy importante para el desarrollo de la trama. Tenemos un producto muy emocional y ambos personajes tienen que chocar. Para principiantes en el rubro narrativo, es más fácil empatizar con personajes similares a ti, en este caso, jóvenes”, señala la directora, quien tiene experiencia en presentaciones del CAE, sin embargo, es la primera vez que dirige a un actor con experiencia, Esteban. “Yo no le podía fallar”, agrega.
“Tres Cartas” fue único por naturaleza. Es una historia que coloca en una misma llamada a tres personalidades, aparentemente diferentes, sobre el tema del Tarot. “El tema de las cartas y el destino ha presentado una curiosidad constante en mi vida desde muy joven”, señala Héctor Ríos. Es por eso que decidió plasmar esa duda en la obra presentada el ese jueves 28.
“Me gustan los giros de tuerca … ¿Por qué no hago una historia donde cada personaje tenga su propio giro?”, explica. Abril es hija de una tarotista y tiene problemas graves en el colegio por leer las cartas. Los dos chicos más hipócritas de la escuela, Gabriela y Diego, son los bacanes frente al alumnado pero ángeles bajo la mirada de profesores, y son la última oportunidad de Abril para terminar el año escolar. “Provocar esta turbulencia en reacciones fue interesante. El plano enfocado únicamente en el rostro, gracias a la virtualidad, contribuyó a la idea planteada”, agrega el director.
Cómo alguien que tiene el poder de crear a una persona, Andy Cárdenas se aseguró de hacerlo bien. “Le saco hasta la carta astral”, ríe. La historia de “Toxic” puede tocar el corazón de muchas personas; ya que muestra una relación y una amistad tóxica. Nos sumerge en la ceguera de una persona que, por miedo a quedarse sola, permite que la traten de cualquier forma. Ana y Lucía: Leo y Cáncer. “Para los conocedores de los signos y astrología sabrán que esto representa problemas”, indica. Algo que resalta de la propuesta de Andy es que su situación es pospandémica. Es decir, que tenía que pensar en un relato dinámico, con emociones a flote, con la idea de una reunión en un lugar público, pero que el espectador vería a través de pantalla.
La idea muta
Cuando uno presenta un trabajo para cualquier concurso, se suele llevar ya terminado. En este caso lo que se entrega primero es el guion, se selecciona a los ganadores, se brindan correcciones ahí recién inicia el trabajo de producción. El nivel de compromiso en una obra universitaria donde la motivación es el amor por el arte es casi tan importante como tener una retroalimentación por parte de tu equipo de trabajo.
Los actores aportan. La interpretación de cada uno de ellos es diferente a la que uno tiene en la cabeza y cuando se trata de emociones, conectar junto con problemas de internet puede ser difícil. Las tres obras presentadas se apoyan bastante en lo emotivo. Abrir las puertas del corazón, aceptar la realidad; son aspectos humanos que, uno como director, debe saber guiar y expresar a su equipo.
Sacar la química entre los personajes de Ana y Lucía fue complicado. Tiene que ser un << amiga date cuenta >> donde Ana debía estar al borde del llanto, tenía que explotar. “Varió bastante incluso después de hacer el rewrite (reescritura) en cuestión a la personalidad del personaje”, señala Andy.
El caso de Cielo fue distinto. Por cuestiones de tiempo y la obra, Lucía, de “La Entrevista”, terminó siendo muy vulnerable en papel y la actriz fue la que le devolvió la vitalidad que tenía. “Cuando uno crea a un personaje, tiene la idea de sus reacciones y naturalidad en su cabeza. Al momento de pasarlo a escena, nuestro mundo de fantasía se puede reventar”, señala Cielo.
Héctor también trabajó lo emocional. Quien le presentó mayor reto fue Diego, pues debía ser el ‘bacancito’ y fue escrito muy formal. “Encontrar la interpretación adecuada para este personaje fue complicado y la retroalimentación por parte de los actores fue fundamental para que se lograra explorar este lado infantil y dependiente del actor”, señala el director.
Un poco de ellos
La ganadora del primer puesto de este festival es quien tiene más experiencia en el rubro de las producciones teatrales. Cielo Paúcar ha participado de varias obras como parte de asistente de producción, sonido y dirección de arte. Ha presentado varios guiones que han sido realizados por CAE y, en su experiencia, cuenta que el principal problema con el que se batalla en el formato virtual son las miradas. “Crear vínculos entre el actor y la audiencia es fundamental, es lo que diferencia al teatro del cine. A través de plataformas solo se puede generar esa sensación si los ojos están posicionados directamente hacia la cámara, muchas veces mantenerla es complicado porque la expresión no depende únicamente de ellos”, explica.
No obstante, no todo es malo. Héctor Ríos pudo sacar provecho de la virtualidad. “Puedo ver bien las expresiones y lo que va a ver el público”, apunta. Para una presentación en un auditorio lleno de personas, si se quiere dar a entender molestia, el rostro no basta. Se tiene que añadir el complemento de los brazos, bufidos, caminar apresurado. Las pantallas facilitan la visión de las expresiones faciales y los gestos. Para Andy Cárdenas, este fue un primer gran paso. Las historias han estado presentes en su vida desde su infancia. Ingresó al CAE con la intención de potenciar su lado creativo, ha participado de otras obras desde el lado de guion o publicidad. “Toxic” fue su debut.
CAE permite a sus integrantes adentrarse en todo lo que tiene que ver con el teatro. A los estudiantes se les da clases de dirección, guion y ambientación. Aspectos que los ayudarán en futuras producciones. La motivación hacia sus miembros es continua. Suele haber muchas presentaciones tras bambalinas, es decir, obras internas. Este ejercicio los mantiene activos y prepara gente para concursos como el Festival de Dramaturgia.
Las puertas del CAE están abiertas para todo aquel que quiera estar envuelto en teatro. Las posiciones son varias y la estimulación para producir es constante. Por su parte, los tres ganadores ya tienen planeado participar de otras actividades como la varieté. Todos formarán parte de un equipo y, en la próxima presentación, veremos sus mentes imaginativas unidas con un producto que seguramente sorprenderá a más de uno.