En un panorama cada vez más digital, marcado por el declive de los medios tradicionales, los locutores se reinventan al adquirir nuevas habilidades que les permiten ampliar su alcance mediático y adaptarse a los cambios de la era moderna para mantenerse vigentes.
Por Igor García y Daniela Ramos
Desde tiempos inmemorables, el habla ha sido el principal medio de comunicación del ser humano. En el pasado, era la única forma de transmitir historias y tradiciones. Hoy, su relevancia no ha cambiado. La voz sigue siendo el puente que conecta diferentes narrativas con las audiencias, permitiendo compartir ideas, emociones y conocimientos. Es así que algunos la han convertido en su herramienta de trabajo: los locutores.
Actualmente, estos intérpretes de la palabra se encuentran mayormente en la radio, un medio que sigue siendo relevante en la comunicación masiva, a pesar de que haya perdido protagonismo en los últimos años y las dudas sobre el impacto de su influencia no dejen de surgir. No obstante, ellos han ampliado su presencia más allá de dicho formato, adecuándose a nuevas plataformas digitales como el podcasting y las redes sociales que les brindan conexiones más dinámicas con diversas audiencias.
Ya sea en un programa en vivo, en una recopilación de noticias o en un anuncio publicitario, los profesionales de voz tienen la capacidad de modular su tono para alinear su expresión dependiendo del medio en el que se encuentren. De este modo, ellos continúan siendo indispensables, ya que su destreza para dominar el arte de la palabra sigue siendo clave en un mundo donde la comunicación digital es más predominante.
¿El fin de las voces en frecuencia?
Previo a la aparición de plataformas como Spotify, Apple Music y Youtube, lo usual era prender la radio y dejarse guiar por las palabras que marcaban el ritmo del día a día. Estas aún nos acompañan, aunque desde un panorama más digital con innovadoras alternativas de consumo, pero eso no quiere decir que su alma máter está siendo olvidada.
Datos del CPI en 2024 revelan que la radio es el medio que tiene mayor alcance en la zona urbana con un 92.2% a nivel nacional, esto gracias a que las nuevas tecnologías nos permiten acceder a ella a través de otros medios digitales como los celulares, las computadoras o en el transporte. La digitalización ha hecho que el medio sea aún más cercano y accesible, demostrando que la radio no solo es música o noticias, sino una compañía constante que forma una conexión entre el locutor y su más leal audiencia.
Para Jorge Aguayo, locutor y jefe de contenidos de Radio Planeta, esta conexión se da gracias a que el locutor apela directamente al oído, creando un espacio único de confianza e intimidad que otros medios no logran alcanzar. Aquí, este no es solo un guía, sino también un puente con la actualidad y un reflejo de las realidades locales. Mientras que, en las regiones alejadas del país, las ondas de radio son muchas veces el único medio de comunicación masiva.
Para Carlos Rivadeneyra, decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima y experto en radio y podcasting, es importante reconocer que el Perú es un país multicultural que habla decenas de idiomas y que tiene emisoras de radio que hablan varios de esos idiomas. “Entonces, es especialmente en esas zonas donde el locutor local se convierte en un medio de información social multilingüe muy potente”, destaca.
Asimismo, ya sea en situaciones de emergencia o para mantenerse informado, la radio representa una herramienta crucial para quienes viven lejos de la capital. Paul Pilco, productor de Radio Titanka en Apurímac, señala que las zonas rurales tienen una perspectiva distinta de los acontecimientos en Lima. En lugares como estos, este medio sigue siendo una fuente primaria de información, especialmente cuando los formatos digitales aún no tienen el mismo alcance.
Por ejemplo, durante la cobertura de las protestas políticas de 2022 y 2023 en la capital, Pilco y su equipo notaron que los temas políticos generaban una alta demanda de sintonía. Este patrón les permitió concluir que el segmento político es de gran interés para la audiencia rural, quienes buscan mantenerse al tanto de las crisis que, aunque nacen en la capital, afectan a todo el país.
Además de ser esencial en zonas fuera del ámbito urbano, el locutor de radio sigue siendo una constante en la vida de millones de peruanos al momento de realizar actividades cotidianas como trabajar, manejar o hacer tareas del hogar. No es casualidad que el medio radial tenga su mayor eco entre quienes están entre los 38 y los 50 años, con los hombres como sus oyentes más fieles, según CPI.
Micrófonos entre dos mundos
Es inevitable reflexionar sobre el papel transformador que los locutores han desempeñado en el área de la comunicación. Y, si de evolución hablamos, un tema que siempre aparece en la agenda es la comparación entre el manejo de la radio tradicional y su pariente más joven, el podcast.
Para Rivadeneyra, la gran diferencia entre la radio y el podcast radica en su naturaleza temporal. El medio tradicional, con su formato en vivo y horarios específicos, le da la oportunidad al locutor de crear conexiones inmediatas, transmitiendo noticias, música variada y emociones que se viven a flor de piel. El podcast, por otro lado, le brinda al conductor la libertad de explorar contenidos sin las limitaciones del tiempo, con la tranquilidad de que su mensaje estará disponible a todas horas en la nube digital.
Aún así, el locutor mantiene su estatus de fiel amigo para muchos peruanos, ya sea que se encuentre dirigiendo los medios tradicionales, o esté incursionando en nuevos formatos digitales. Según conteos del Consejo Consultivo de Radio y Televisión (Concortv) en 2023, la radio mantiene su reinado en las zonas rurales, siendo Cusco la región que más la sintoniza en todo el país.
Mientras tanto, el podcast se abre paso como el formato asíncrono favorito de las nuevas generaciones. “Hay un grupo de adolescentes urbanos que tiene un consumo de contenidos digitales muy amplio, muy grande, y tiene un consumo de contenido análogo tradicional que va en descenso”, comenta Rivadeneyra.
Ambos formatos también trazan caminos distintos en el universo de los contenidos. Mientras los podcasts encuentran su fuerza en nichos específicos, donde un presentador puede profundizar en temas únicos para una audiencia fiel y comprometida, la radio apuesta por abarcar intereses diversos, conectando con grandes masas.
Además, si de estilos hablamos, los expertos reconocen que los formatos digitales pregrabados permiten una comunicación más libre e informal, dándole al locutor licencias creativas que no se verían bien en la radio, una vía que, por su alcance masivo, exige mayor formalidad y cuidado en sus contenidos.
En el podcast, por ejemplo, el locutor puede abordar temáticas más específicas y desarrollarlas en profundidad, algo que difícilmente sería posible en un programa de radio convencional. “Puedo hablar de Spider-Man durante dos horas en mi podcast. En la radio, si hago eso, la gente cambiaría de canal”, explica Aguayo, resaltando la flexibilidad que ofrece este formato.
Si hay algo que estos dos grandes de la comunicación tienen en común, es el trabajo del locutor, el cual se reinventa constantemente para mantenerse relevante en ambos mundos. Un gran ejemplo es Gachi Rivero, quien, además de seguir al aire con su exitoso programa “Oh My Gachi” en Radio Planeta, también ha incursionado en el universo digital con su podcast “Llenas de gracia”, codirigido con Magda Botteri.
La voz del futuro
Los locutores, desde sus inicios, actuaban como voces institucionales que se dedicaban principalmente a informar y entretener a través de la radio. Sin embargo, con el auge de las plataformas digitales, su rol experimentó una metamorfosis. Estos profesionales de la voz se convirtieron en creadores de contenido multiformato, trascendiendo los límites de un único medio.
Adaptarse o perecer: esa es la ley de la vida, una variable que parece no desaparecer con el paso del tiempo y que se hace aún más evidente en un mundo donde la tecnología avanza a un ritmo imparable. La locución, claramente, no es ajena a esta transformación. “Tenemos que estar en redes, crear contenido y hacer cosas que antes no hacíamos. Debemos ser un influencer más, no solamente desde el off o el on en radio, sino en otras plataformas digitales”, afirma Aguayo.
Asimismo, él destaca que ellos, como comunicadores, deben saber integrar de manera efectiva los dos mundos que habitan: la radio y, más recientemente, el entorno digital. Para ello, se vuelve fundamental que desarrollen habilidades como el storytelling, la gestión de redes sociales, el actuar frente a cámara, la edición de audio y video, entre otros.
Tal cual menciona Aguayo, qué mejor manera de adquirir estas competencias que explorando y experimentando. Dicha incursión en el universo multiformato también trae consigo grandes beneficios para estos oradores. Formar parte de nuevas plataformas fortalece la imagen y credibilidad del presentador, permitiéndole conectar de manera más directa y auténtica con la audiencia.
El futuro del locutor peruano está claramente marcado por la capacidad de adaptación a estas nuevas dinámicas. Aquellos que logren integrar las habilidades tradicionales con las demandas del entorno digital no solo seguirán vigentes, sino que también abrirán nuevas oportunidades para evolucionar como profesionales. El camino es desafiante, pero refuerza la esencia misma de la profesión: comunicar y conectar con la audiencia en sus múltiples formas. Así, el locutor de hoy no es solo una voz detrás del micrófono, sino un creador multifacético que abraza la tecnología y la creatividad.