De ser un emblema del fútbol peruano y el quinto máximo ganador de la liga local a enfrentar una crisis que amenaza con borrar su nombre del mapa futbolístico. El ‘Muni’ confronta una dura realidad que podría marcar el fin de una era.
Por Alejandro Piña, Igor García y Francisco Ríos
Deportivo Municipal, una de las instituciones más icónicas del fútbol peruano, confronta una situación crítica que pone en riesgo su existencia. El conjunto edil se encuentra sumido en deudas acumuladas y compromisos económicos incumplidos. Por otra parte, en el lado deportivo atraviesa una de las peores etapas de su historia, compitiendo en la segunda división con más probabilidades de un nuevo descenso que de lograr subir de categoría.
Además, en los últimos dos años, el ‘Muni’ ha perdido su licencia competitiva en tres ocasiones: una vez a inicios de 2023 y dos veces en la actual campaña, todas ellas por faltas económicas. Esta serie de dificultades plantea dudas considerables sobre el futuro del club y, sobre todo, su capacidad para superar esta adversidad en un presente completamente oscuro.
Cifras millonarias, cuentas vacías
La crisis financiera del Club Deportivo Municipal no comenzó con su descenso a la segunda división del fútbol peruano. Desde el 2019, los ediles enfrentaron problemas de pagos que le costaron puntos en la tabla durante varias temporadas. El año pasado, fueron sancionados con la resta de 5 puntos que terminó convirtiéndose en su condena, pues esa reducción les costaría la baja.
Al considerar que el ‘Muni’ recibió considerables ingresos por su contrato con el Consorcio Fútbol Perú (CFP) por los derechos televisivos, es difícil entender cómo llegó a su situación actual. “Municipal tiene un contrato en vigencia que, estando en la Liga 1, le representaría 2.5 millones de dólares por la transmisión de los partidos del club. No obstante, al estar en una categoría inferior, sólo percibe un 10% de este total”, comenta Luis Carrillo, periodista deportivo especializado en derechos de transmisión. Además, Oscar Vega, expresidente del club entre los años 2015 y 2018, añade que el contrato se cancelará si no ascienden en 2025.
En 2023, la negociación de derechos televisivos cambió, beneficiando económicamente a muchas instituciones, incluido al club edil. El acuerdo con el Consorcio Fútbol Perú -también conocido como Gol Perú- no fue renovado y la productora 1190 Sports asumió el control de estos derechos, ofreciendo un pago único a los clubes de 500 mil dólares y el 70% de las ganancias por transmisión.
Sin embargo, Carrillo cuestiona el destino de esos ingresos. “No se sabe a dónde ha ido el dinero que supuestamente ingresó. Es imposible que todo se haya destinado a los sueldos de los jugadores”, declaró. En adición, hace énfasis en que los dirigentes del ‘Muni’ conocen bien cómo manejar el flujo de dinero del equipo y aprovecharse de lo que significa el club a nivel monetario.
A pesar de recibir una cifra considerablemente superior a la de la mayoría de los clubes, uno de los factores clave del descenso de Municipal a la Liga 2 en 2023 fue la persistente falta de pagos a gran parte de la plantilla, lo que provocó la salida de 13 jugadores, incluidos Fernando Pacheco y Cristopher Olivares. Además, el club enfrentó un vacío de liderazgo tras la renuncia del presidente Samuel Astudillo en el mismo año, bajo presión de los hinchas por la crisis financiera, siendo reemplazado por Aldo Olcese, quien asumió sin experiencia la administración deportiva.
Una caída en picada
Estos problemas no son un cuento nuevo. Desde su ascenso a primera división en 2015, el club, que inicialmente tuvo un retorno exitoso, ha ido decayendo tanto en lo administrativo como en lo deportivo. En estos nueve años el club tuvo cuatro presidentes. Óscar Vega, desde el 2015 al 2018; Renzo Reggiardo del 2019 al 2020; Samuel Astudillo para las tres temporadas siguientes, y Aldo Olcese, quien asumió a mediados del año pasado el cargo que aún persiste.
El Muni ha logrado clasificarse a tres torneos CONMEBOL y alcanzó un cuarto puesto de la clasificación final en el año 2016, llegando a superar a grandes equipos como Universitario y Alianza Lima. Sin embargo, la llegada de Reggiardo a la presidencia significaría el comienzo de las sanciones deportivas impuestas por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y que, para los años siguientes, se convertiría en una constante dentro del club.
A partir de 2019, Deportivo Municipal pasó de pelear los primeros cinco puestos del torneo a luchar por su permanencia en la primera división, salvándose por pocos puntos. En 2021 y 2022, el cuadro edil sufrió sanciones de la LFP por falta de pagos, y en la temporada siguiente perdió su licencia competitiva, que terminó causando su descenso. Pero, el punto más crítico fue en 2023 con la renuncia del presidente Samuel Astudillo, la reducción del plantel por la alta masa salarial y un banquillo que fue comandado por cinco distintos entrenadores en doce meses.
Luego de nueve años consecutivos en la máxima división del fútbol peruano, Deportivo Municipal regresó a la Liga 2. Aunque la primera etapa la terminó despreocupado, la suspensión de la licencia A en dos ocasiones, ha hecho que el club solo pueda jugar uno de sus encuentros en la fase de ascenso, sumado a la salida de más de 10 empleados por falta de pagos. Desafortunadamente, según Figueroa, las salidas aún no terminan y es que varios jugadores han pedido su carta para abandonar la institución.
¿El último susurro?
La situación de Deportivo Municipal se complica aún más debido a que la nueva ley de reestructuración de deudas estatales, que beneficia a clubes con deudas a la SUNAT, no aplica al equipo edil. A diferencia de clubes como Alianza Lima, Universitario de Deportes o Sport Boys, Municipal tiene la mayor parte de sus deudas con entidades privadas, por lo que no puede acogerse a esta ley, quedándose sin una solución legal clara y enfrentando la suspensión de su licencia para participar en la liga.
A pesar del pesimismo en el panorama, tanto Carrillo Pinto como Óscar Vega coinciden en que la desaparición de Muni no es inevitable. La solución más viable va ligado en su transformación a una Sociedad Anónima Deportiva (S.A.D), lo que permitiría que tanto inversores externos como los propios hinchas puedan adquirir acciones del club. “La marca Muni está tan arraigada a la sociedad futbolera peruana que es inviable considerar una desaparición como tal de la institución”, afirma Vega.
Sin embargo, la posible solución podría ser tomada de manera tardía, pues existe el riesgo de descender nuevamente de categoría, ya que en tercera división, la inversión es limitada. “Tengo entendido que si esta semana no se arregla el tema de la SUNAT que tenemos pendiente, es muy probable que la federación nos quite la licencia para la Liga 2 y terminemos en la Liga 3”, comenta Vega.
El inadecuado manejo de los activos de Deportivo Municipal ha sido la raíz de esta crisis que enfrenta el club. Figueroa menciona que “el día que el jugador, socio y dirigente sean uno solo, volverán a salir campeones”, subrayando la importante de la cohesión de intereses de todas las partes involucradas en la institución. Aunque convertirse en una SAD pueda considerarse una pérdida de identidad, el respaldo incondicional del fanático lo mantendrá en pie.
Una pasión que no muere
A diferencia de otros clubes peruanos que han desaparecido a lo largo de los años debido a problemas financieros y administrativos, como es el caso de Sport Rosario, el ‘Muni’ mantiene viva la esperanza gracias a su estatus como club histórico. Sin embargo, ser relevante y con títulos no asegura nada.
Una situación similar ocurrió con Defensor Lima, que campeonó en la primera división peruana en 1973 y fue el primer equipo peruano en campeonar en un torneo internacional, la Copa Simón Bolívar, pero este año ni siquiera lograron registrarse en la liga de Breña.
No obstante, el club edil no está solo. “El hincha del Muni no va a abandonar el club, así esté a poco de desaparecer. El amor es lo que lo mantiene vivo”, afirma el periodista José Figueroa. Esto se refleja en la situación actual del equipo, compuesto por jugadores profesionales y jóvenes entre 18 a 19 años de la reserva que, a pesar de jugar en segunda división y no recibir sus pagos a tiempo, su lealtad y compromiso con el club persisten.
A pesar de todo, el Club Deportivo Municipal cuenta con una ventaja clave que lo distingue: una hinchada leal que jamás permitirá que el equipo de sus amores desaparezca. “Muni no tiene enemigos”, finaliza Vega, destacando que la mayoría de los seguidores del fútbol en Perú no desea ver desaparecer al club.