Perú volvió a la gloria olímpica después de más de tres décadas sin obtener una medalla. Sin embargo, aún no es posible cantar victoria, pues la obligación de incrementar el respaldo del Estado peruano hacia los deportistas todavía es una gran tarea pendiente.
Por Noelia Manrique
Tras 32 años de sequía olímpica, Perú volvió a pisar el podio. Después de su destacada performance en la final masculina de dinghy en los Juegos Olímpicos París 2024, Stefano Peschiera consiguió hacerse con la medalla de bronce. Gracias a ello, fue premiado con 40 mil dólares y condecorado con los Laureles Deportivos del Perú.
No obstante, pese a su trascendental hazaña, no todo es color de rosa. En medio de la celebración por la victoria del velerista nacional, se desató una controversia a raíz de las declaraciones de sus colegas. Ellos manifestaron, en diferentes medios que, lamentablemente, no pueden enfocarse al cien por ciento en su carrera deportiva porque deben enfrentarse a un problema latente: la falta de apoyo por parte del Estado peruano.
“El deporte no es tomado como una inversión, sino como un gasto. Por ello, se ponen muchas trabas para que el presupuesto llegue a las federaciones. Es así que los atletas tenemos que pagar las consecuencias de un sistema deportivo que, al fin y al cabo, no funciona en nuestro país”, expusó para Nexos Juan Manuel Postigos, judoka que representó al Perú en los Juegos Olímpicos París 2024.
Entonces, frente a esta situación, vale la pena preguntarse si realmente las autoridades están en condiciones de festejar por todo lo alto el triunfo de Peschiera o, más bien, deberían tomar este logro como motivación para implementar acciones que lleven a nuestros deportistas hacia su máximo nivel.
A paso firme
Aunque solamente obtuvimos una presea, no hay duda de que en estas olimpiadas la delegación nacional tuvo una mejor participación a la de Tokyo 2020. Según Julio Quispe, experto en gestión deportiva, se tuvo un gran desempeño en cuánto a resultados, tanto por la histórica medalla como por los seis diplomas olímpicos que consiguió el Team Perú.
Por su parte, María Belén Bazo quedó cuarta en dinghy femenino, mientras que Nicolas Pacheco obtuvo el sexto puesto en tiro masculino. Entretanto, Evelyn Inga llegó octava en la marcha atlética de 20 kilómetros, a la par que Kimberly García junto con Cesár Rodriguez quienes se posicionaron en cuarto lugar en la marcha atlética de relevos mixtos.
De tal forma, ante los óptimos resultados, las autoridades empiezan a tomar conciencia de lo imperativo que es involucrarse en los requerimientos de sus atletas. Sin embargo, el público y hasta los mismos deportistas critican que la contribución solo aparece cuando ellos alcanzan el éxito.
“Para que podamos ser apoyados en el Perú, tenemos que darles resultados. Si cuando formas parte del Programa de Apoyo al Deportista (PAD) no te va como ellos esperan, lo primero que hacen es cortarte la cabeza”, expresó Postigos.
¿De verdad están abandonados?
“Sin el apoyo del IPD, he obtenido resultados”, proclamó la destacada marchista Maria Luz Andía tras su participación en los últimos Juegos Olímpicos. Por su lado, Alonso Correa anunció que él mismo tuvo que invertir en sus implementos. Mientras que Postigos cuenta que luego de que le pidieran devolver el dinero que no usó para su clasificación, su federación le pagó su preparación con fondos propios.
En cambio, Stefano Peschiera mencionó en El Comercio que la falta de apoyo era una mentira. “Gran parte de mi preparación es cubierta por el Estado. Sin él y sin el Instituto Peruano de Deportes (IPD) yo no estaría aquí”, comentó.
Frente a dichas declaraciones completamente contradictorias, Postigos aclaró que el error es echarle la culpa al IPD, cuando, en realidad, el único responsable es el gobierno. “El IPD no puede apoyar más porque simplemente no le llega el presupuesto extraordinario del Estado”, señaló.
Al respecto, Quispe añade que, si bien existen deportistas que se autofinancian, las federaciones los apoyan de la mejor forma en que han podido y que, más bien, todo depende de la percepción y las necesidades de cada atleta.
“Todos reciben cantidades de dinero similares. No obstante, dependiendo de sus realidades, puede que para uno sea suficiente, pero para otro insuficiente”, acotó. Asimismo, el especialista también dejó en claro que sería clave que se capte al sector privado.
“El apoyo del gobierno no alcanza para que el deportista pueda desarrollarse. El estado solo no va a costear los entrenamientos ni tampoco contar con el presupuesto que se requiere para tener más medallas. Es vital que las empresas ingresen con el patrocinio”, explicó.
Es en ese punto que instituciones autónomas como el Comité Olímpico Internacional (COI) son clave. Estas entidades, mediante un programa que se llama Solidaridad Olímpica, otorgan apoyo económico a atletas destacados de países con pocos recursos. “Por ejemplo, el Comité Olímpico Peruano (COP) le propone al COI qué deportistas nacionales podrían financiar”, narró Postigos.
Camino a la meta
Por otro lado, para los próximos días y meses ya se ha confirmado que nuestro país acogerá múltiples campeonatos internacionales. Entre ellos, el mundial junior de natación artística que se llevará a cabo en la capital del 28 de agosto al 1 de septiembre, así como los tan esperados Juegos Bolivarianos del Bicentenario 2024 que se realizarán en la ciudad de Ayacucho del 29 de noviembre al 09 de diciembre.
Al respecto, el Minedu anunció que, debido a estas futuras competiciones, repartirá una subvención de 6 millones 100 mil 400 soles entre las federaciones de vóley, natación y judo. No obstante, Postigos reclama que el apoyo no debería venir solo cuando hay competencias, sino que el deporte debería tener una partida presupuestaria propia. Pero, la única manera de conseguirla es que este sea considerado como prioridad.
Por ello, Quispe propone que el gobierno ejecute un plan de operaciones en dos fases. Primero, financiar programas para que las federaciones recluten a sus futuros seleccionados desde las escuelas, pues para que estos jóvenes talentos alcancen su máximo potencial deben ser entrenados desde una edad temprana.
Y, en segundo lugar, calendarizar en un plazo de cinco años las competencias más importantes y brindar los recursos necesarios para que la mayor cantidad de deportistas puedan asistir a estos eventos. “La única forma de obtener resultados es compitiendo. Mientras más participen, adquieren más experiencia y conocimiento de cómo está su preparación frente a la de otros países”, indicó el especialista.
En ese sentido, para asegurar un desarrollo deportivo sostenible, es esencial que las autoridades se pongan las pilas e inicien un trabajo constante que afiance su compromiso con nuestros atletas. Solamente de esta manera será posible para ellos seguir cosechando triunfos para el Perú.
