En un panorama televisivo cada vez más comprometido con la audiencia, “The Boys” destaca como una serie que no teme abordar temas controversiales. Esta propuesta audiovisual sigue a un grupo de vigilantes que combaten superhéroes corruptos, ofreciendo una visión satírica y brutal de cómo el poder puede corromper incluso a los que se supone son los salvadores de la humanidad.
Por Moises Taboada
“The Boys” critica de manera incisiva el abuso de poder, la corrupción y el corporativismo. Los superhéroes, controlados por la corporación Vought International, abusan de su poder y se militarizan para propaganda, mostrando una hipocresía moral que refleja problemas reales en la sociedad estadounidense. Los vigilantes actúan fuera de la ley, cuestionando la efectividad de las instituciones tradicionales de justicia y exponiendo las fallas del sistema.
Afiche promocional de “The Boys”. Fuente: Amazon Prime
Giancarlo Cappello, docente de la Universidad de Lima e investigador en el Instituto de Investigación Científica (IDIC) en las áreas de Narrativa Audiovisual y Transmedia, señala que en temporada electoral o en medio de la coyuntura política este tipo de programas adquieren mucha mayor relevancia.
Sin embargo, destaca que es un elemento más que se suma a la discusión del momento. Considera que, en una sociedad hipermediatizada con una serie de estímulos narrativos de distinta índole, los programas de TV obedecen a todo aquello que implique un interés mediático.
Política y parcialidad
La serie también ofrece una crítica directa a la extrema derecha y su influencia en la política contemporánea. Homelander, el líder de los superhéroes corruptos, encarna el nacionalismo extremo y la supremacía, utilizando el miedo y la propaganda para mantener el control. Esta representación no es solo un recurso narrativo, sino una clara alusión a la realidad política actual, donde figuras autoritarias utilizan tácticas similares para consolidar su poder.
Homelander, villano de la serie. Fuente: Amazon Prime
Cappello indica que los programas en ese sentido responden al contexto político, social y cultural en el que se desarrollan. Menciona que, si hay un mayor énfasis hacia la crítica de la ultraderecha es debido a que hay una animadversión social, cuanto menos de un grupo, hacia ese bando político. “A pesar de ello, si volteas hacia el otro lado encontramos que hay críticas hacia el filón demócrata. Las historias son hijas de su tiempo, entonces los temas que abordan son aquellos que están palpitando en el público que las va a consumir”, comenta.
En un escenario electoral complicado y marcado por posturas opuestas, producciones como “The Boys” complementan el panorama mediático y transmiten poderosos mensajes a través de sus historias. Estas representaciones pueden influir en la percepción pública y generar discusiones importantes sobre temas críticos.
Rompiendo la programación habitual
Aunque “The Boys” es una de las series más populares en la actualidad, no es la única que se ha enfocado en estos tópicos. Otras series como “House of Cards“, “The Handmaid’s Tale“ y “American Horror Story” también han utilizado la ficción para enviar un mensaje respecto a la política norteamericana.
“House of Cards” presentaba una visión muy auténtica del funcionamiento interno en el gobierno y reflejaba los límites que tienden a cruzarse cuando ocupas un cargo público de determinada posición política. Una propuesta que se vio manchada por las acusaciones de abuso sexual al actor Kevin Spacey, quien abandonó el programa antes de su última temporada y fue recientemente absuelto de todos los cargos que se le imputaban. Un cierre que cruzó lo ficcional de su personaje y generó ruido en aquellos que presentaron descargos en su contra.
Fuente: Rotten Tomatoes
Por otra parte, “The Handmaid’s Tale” marca una visión distópica de la realidad en la que la opresión de sectores ultraconservadores consiguen relegar el papel de la mujer a un nivel denigrante y conocemos el impacto de esta decisión en una sociedad ficticia que, lamentablemente, refleja el sueño de un sector extremista de la población norteamericana. Una adaptación del libro homónimo escrito por la literata feminista Margaret Atwood que, a su vez tuvo una secuela hace un par de años.
The Handmaid’s Tale. Fuente: Google Play
“American Horror Story“, conocida por traer propuestas innovadoras y arriesgadas también tuvo una propuesta muy específica. Su séptima temporada, “Cult“, ofrece una visión intensa del fanatismo y el extremismo político, mostrando cómo una victoria electoral puede desencadenar reacciones extremas y polarizantes. La trama sigue a Ally (Sarah Paulson) que desarrolla una fobia tras la victoria de Donald Trump y la aparición de un líder carismático (Evan Peters) que utiliza el miedo y la manipulación para formar un culto violento. La serie critica la polarización política, el uso de tácticas de miedo y la radicalización de seguidores por parte de líderes autoritarios.
Cultura, sociedad y política
Las series de televisión pueden afectar las opiniones políticas de los espectadores, especialmente en temas polarizantes. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, es crucial entender este poder de influencia.
“Todas las historias tienen un filón político. Todo producto cultural es político porque es parte de un punto de vista y de una toma de posición respecto a un tema y lo que vemos es resultado de ello. En una sociedad mediatizada, las series de TV toman como materia prima la realidad y ofrecen matices que la política no podría permitirse. La diversidad en las narrativas brinda diferentes puntos de vista de una misma situación, lo cual abre un debate en la población y las distintas elecciones que deben tomar frente a los productos que consumen”, cierra Cappello.
“The Boys” y otras series nos recuerdan que la ficción y la realidad están más conectadas de lo que parece, utilizando sus narrativas para reflejar y cuestionar el estado actual de la sociedad. ¿Conoces otras series que reflejen el contexto político actual?