Son 25 las organizaciones partidarias que intentarán llegar al Poder Ejecutivo y Legislativo con su postulación en la próxima contienda electoral. Si bien hay 9 que están a la espera de su inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones, la larga lista la integran grupos de antaño, así como nuevas voces que esperan liderar el país.
Por Gabriela Coloma
Las paredes de la capital se han empezado a vestir de nuevos colores, siglas, nombres y hasta con el apellido del actual presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Se trata del inicio de la publicidad electoral 2026, contienda que hasta la fecha presenta a 25 partidos políticos inscritos que se perfilan a postular a la presidencia del Perú, mientras que nueve de ellos aún buscan su registro ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
En un contexto de crisis política y una ciudadanía disconforme con las autoridades que ocupan cargos públicos, algunas figuras reconocidas buscan ocupar el sillón presidencial desde sus “renovadas” organizaciones, las cuales buscan perfilarse como las nuevas opciones de cambio y seguridad que el país necesita.
Algunos de los inscritos son Acción Popular, Juntos por el Perú, Salvemos al Perú, Apra, Fuerza Popular, etc. Mientras que los partidos Nuevo Perú por el Buen Vivir, Buen Gobierno, Partido Popular Cristiano – PPC, Centro Unidos, entre otros, están a la espera de su registro ante las autoridades.
Pero ¿qué tanto se verá “reconstruida” la política peruana en esta próxima contienda electoral? En Nexos, conversamos con Pedro Tenorio, analista político y comunicador, quien nos brinda una mirada sobre la cuestionable representación que tenemos en las instituciones públicas, así como qué nos espera con la inscripción de partidos que cambian de nombre cada elección.
Situación política en deterioro
Actualmente, las normas electorales para formar partidos políticos han cambiado. Desde enero de este año, el Gobierno de Dina Boluarte promulgó la ley de reforma electoral, propuesta por el Parlamento, que modifica las Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, conocidas como las PASO. Entre dichos cambios, la figura de adherentes y afiliados es una de las que mayor cuestionamiento ha causado entre los expertos. Incluso el mismo Jurado Nacional de Elecciones (JNE) advirtió que los cambios planteados no mejorarían la representatividad de los candidatos de los partidos políticos.
En esa misma línea, El poder en tus manos de RPP comprobó que algunas organizaciones políticas entregan dádivas, como galletas, gaseosas, lapiceros, entre otros, a cambio de conseguir la firma del ciudadano. Si bien esto no constituye un delito sancionado por la norma, pues esta no limita al partido político de entregar un regalo hacia un posible elector, esto no ha sido catalogado de inmoral por algunas voces.
“Creo que no somos conscientes del tamaño de la crisis y del deterioro de la actividad política. Es una época donde los partidos están entregados a una agenda en particular (como los colectiveros, los mineros ilegales, los maestros sindicalizados, etc) lo que se denomina clientelismo político. El país está viviendo una situación crítica donde el único objetivo es llegar al poder. Los partidos van a presentar un plan de gobierno ante el JNE solamente por cumplir”, recalca Tenorio.
Otro de los problemas que enfrenta el electorado es la cantidad de partidos políticos que existen al momento de elegir un candidato presidencial. En palabras del analista, esta larga lista logra que el electorado pierda el interés y el foco de atención ante tantas opciones. “Se crea una especie de mercado persa con tantos números, colores y mensajes. En el mundo ideal, con 5 o 6 candidatos, la ciudadanía podría evaluar mejor los discursos”, señala.
En ese sentido, dicha lista de partidos inscritos también pone en riesgo la estabilidad política, esto por la cantidad de grupos políticos que podríamos tener en el próximo parlamento. Actualmente, nuestro Poder Legislativo cuenta con 10 agrupaciones.
“El problema de un Congreso disperso es la imposibilidad de hacer pactos políticos, y lo que necesita el Perú son consensos, que una vez que acaba la elección las bancadas puedan discutir negociar y acordar una agenda para que eso le dé seguridad jurídica a los inversionistas eso le da seguridad al ciudadano. Lo que ha faltado son pactos sobre la mesa, porque siempre han habido pero bajo ella, advierte.
A la par, algunas voces expresan su preocupación por la actual situación que atraviesa la presidenta Dina Boluarte, quien es investigada por enriquecimiento ilícito debido a la posesión de relojes marca Rolex, ya que existe la posibilidad de su salida anticipada del cargo. Sin embargo, para el analista, dicho escenario no le convendría al actual parlamento.
“Boluarte tiene un punto a favor: el Congreso no quiere irse, porque si la vacaran ellos se van. Ni siquiera depende de su mérito como gobernante, sino de un aspecto de supervivencia política. Ponen primero su quincena antes de la estabilidad del país”, asegura.
Las figuras del hoy y de siempre
Mientras la falta de normas que mejoren la representatividad electoral continúa, algunas figuras que buscan llegar a Palacio en los próximos dos años son Fiorella Molinelli, expresidenta ejecutiva del Seguro Social de Salud (EsSalud) y exministra de Desarrollo e Inclusión Social, quien confirmó en diálogo con Canal N que tentará el sillón presidencial a través de su partido Fuerza Moderna.
El conocido PPC (Partido Popular Cristiano) también ha confirmado que, de lograr su registro, Carlos Neuhaus, ex Director Ejecutivo de los Juegos Panamericanos Lima 2019, sería su candidato presidencial si no forma alguna alianza política con otra organización.
Por otro lado, aunque no ha sido confirmado por ella misma, el ex mandatario Alberto Fujimori no descartó que su hija Keiko vuelva a postular. En esa línea, la figura de quien fue el candidato de Cambio 90 será de vital importancia para que la lideresa de Fuerza Popular se posicione dentro del electorado peruano.
“Keiko tiene el más alto antivoto, pero ahora que ella y su padre van juntos, la figura de Alberto será mucho más importante, porque el elector lo verá como una especie de consejero político para ella”, advierte Tenorio.
Asimismo, otra de las figuras que resaltará en esta próxima elección es Antauro Humala, exmilitar fundador del movimiento etnocacerista, quien ha logrado la inscripción de su partido Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros (A.N.T.A.U.R.O).
“Él va a tener respaldo en el sur del país. Tendrá un financiamiento importante de sectores que están contentos con la crisis actual del país, pero uno escucha su discurso y puede ver que no es una persona idónea para llegar a un cargo en el que tenga que decidir la vida de otras personas. Su notoriedad va a depender del grado de hartazgo que tenga la gente sobre la política actual, porque si hay personas que sienten que no ganan ni pierden con que gane una figura como él, le darán su voto”, acota el analista.
Partidos sin política
Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), solo el 3% de los peruanos confía en los partidos políticos. A esta falta de confianza en las futuras autoridades también se suma el principal problema que los encuestados afirman ser el principal obstáculo para el desarrollo del país: la corrupción.
En un país en donde, por primera vez en dos décadas, la pobreza aumentó de un 25.9% a 27,5 %, durante el 2023, la Contraloría General de la República calculó que la corrupción le costó al país un valor aproximado de 25 millones de soles. En este sentido, la confianza de la ciudadanía hacia un país con miras a la estabilidad y el cambio político no son tan alentadoras.
“Hoy es un contexto de espontáneos que se unen para formar organizaciones partidarias. [Por eso], las personas y la sociedad peruana ven la actividad política como algo subalterno. El Congreso que tienes hoy es la expresión de ese desentendimiento [que tiene el ciudadano] de la política”, acota Tenorio.
Además, con la formación de partidos políticos escasos de planes de gobierno efectivos, lo que prima es la inmediatez y en palabras de Pedro Tenorio el “cobro de favores que no permiten tener una propuesta de país”.
“Se ha perdido ese sentido de comunidad ideológica o de comunidad de intereses comunes, pero con el fin de hacer el bien común. Se ha descuidado el liderazgo dentro de las organizaciones. Esto ha hecho que la actividad política se deteriore y tengas partidos que se cambian de nombre con cada elección”.
Faltan dos años para que la contienda electoral comience y ya son 25 los partidos en contienda, pero son nulas las expectativas de un cambio real en nuestra política y sociedad. Como electores, la decisión de qué opción elegir para que sea la próxima autoridad en ocupar el sillón presidencial aún no encuentra un rumbo claro. Por ahora, el futuro es poco alentador.
