La novel actriz y ex alumna de nuestra facultad nos cuenta los secretos detrás de “Papá en Apuros”, la relación con su familia, así como lo difícil que es dedicarse al cine en el Perú.
Por: Noelia Manrique
Matilde León, hija de Isaac León Frías, ‘Chacho’, ex decano de Comunicación en la Universidad de Lima y destacado crítico de cine del Perú, comparte con su padre el amor por el séptimo arte. Desde niña inventaba personajes que luego interpretaba entre juegos, escribía relatos y hasta grababa vídeos, por lo que siempre tuvo claro que quería dedicarse a crear historias. De esta forma, vio en la actuación y las comunicaciones audiovisuales una forma de hacerlo.
En Nexos conversamos con ella acerca de su primer protagónico en la pantalla chica, así como los obstáculos que existen en el Perú para todo aquel que, al igual que ella, sueñan con dirigir y producir cine en el país.
Habiendo pasado una semana del estreno de “Papá en Apuros”, ¿cómo es que este proyecto apareció en tu vida?
Hubo un momento en mi carrera en el que tuve que buscar mis propias oportunidades, pero, para esta ocasión, inesperadamente me escribió la jefa de casting por Instagram. Al principio, no tenía claro para que me contactaba, hasta que, cuando finalmente conversamos, me contó sobre la nueva telenovela en la que estaba trabajando Latina Televisión y de una acepté hacer las pruebas.
¿Cómo fue el proceso de casting que te llevó a ser elegida para conformar el elenco protagónico?
Fue bien largo. Primero, me enviaron el guión, pero justo me dio covid días antes de la fecha acordada, aunque, como cosa del destino, me avisaron que, finalmente, se había movido el día de mi audición. Así que aproveché el tiempo lo más que pude. Revisaba mis escenas, anotaba especificaciones y probaba nuevas cosas. Incluso, me reuní con el director de mi primera obra en la Universidad de Lima, el cual me dio bastantes consejos y me ayudó a estar completamente preparada. Hasta que, finalmente, llegó el tan esperado día. Todavía recuerdo que me hicieron realizar varias pasadas para ver como iba evolucionando mi actuación.
¿Cómo te sentiste cuando te anunciaron que habías obtenido el papel?
En un principio preferí no hacerme ilusiones con el proyecto, pues la vida de un actor está llena de no, aparte que pasaron varios meses para saber la respuesta. Un día me escribieron para preguntarme si tenía representante y como les dije que no, fue a mí a quien la productora le dio la noticia de que había sido seleccionada. Al principio tuve temor porque estaba acabando la universidad y quizás eso los desanimaría. Por eso, hasta que firmé el contrato y grabé el primer capítulo en junio no asimile que esto era real.
Por otro lado, “Papá en Apuros” es una adaptación de la telenovela chilena “Papá a la Deriva” (2015), así que ¿cómo es que esta se diferenciará de la versión original?
En primer lugar, nosotros somos peruanos, entonces así contemos una historia que tenga el mismo guion, tenemos nuestra propia esencia. En nuestro caso, sería la sazón limeña. Por otro lado, técnica y visualmente hay una propuesta diferente, porque han pasado varios años y ahora existe otro tipo de tecnología más avanzada. Y, por último, somos otros actores que le daremos lo nuestro a cada personaje y por ello nunca van a ser iguales a los de nuestros compañeros chilenos, nosotros los hemos creado desde cero para que sean únicos.
Para ti, ¿qué es eso que solo tiene Luna Seminario, tu personaje?
A ella la he creado a mi manera, pues nos parecemos en algunos puntos, pero también nos diferenciamos en otros. De alguna forma le he transmitido parte de mi vida, pero, por otro lado, le he dado parte de lo que he inventado con su forma de hablar, de caminar, de sentir y de hacer las cosas. Es una persona con la que yo he ido jugando y experimentando.
Además, Luna está bastante identificada con su figura paterna, pero, en tu caso, ¿cómo es la relación que tienes con tu padre, Isaac León?
Él es una persona súper relajada, intelectual y artística, por lo que ha sido fácil que ambos podamos ser bastante cercanos. Aunque, más allá de eso, siento una gran admiración hacia él y todo lo que ha logrado gracias a los hallazgos y trabajos que ha hecho a partir de sus investigaciones para el cine. Además, si bien no deseo ser una crítica como él, ambos compartimos el mismo amor por el séptimo arte.
¿Por esa razón es que nació tu pasión por la actuación?
De cierta forma, sí. Desde chiquita yo inventaba mucho, veía muchas películas y en mi casa nunca faltaron todas las herramientas que me hacían crear. Entonces, todo ello me incitaba a que mi imaginación volará y quizás de niña no era consciente de que lo estaba haciendo, pero cuando entendí que jugar era actuar, supe inmediatamente que deseaba dedicarme a esto.
¿Y en qué momento las comunicaciones audiovisuales llegaron a tu vida?
A los 10 años me regalaron una cámara, con la cual comencé a contar mis propias historias, a grabarlas y editar mis vídeos. Esto me hacía muy feliz y también me di cuenta que interpretaba, dirigía, editaba y hasta le ponía música, hacia todo. Por eso estudié esta carrera, porque aparte de actuar, también quería ser directora de cine y crear historias.
En relación con esta conexión que tienes con el cine, ¿qué opinas sobre el proyecto de ley Tudela?
Este dice que se le va a dar el 50% a los directores y producciones para que puedan financiar sus películas, pero nunca se les ha dado el 100% (mencionó con frustración). Por eso, la mayoría de proyectos que aplican a DAFO (Dirección del audiovisual, la fonografía y los nuevos medios), cuando han ganado, deben buscar otras maneras de llegar al presupuesto. Por ello, que se quiera reducir lo ya establecido, va a hacer mucho más difícil el proceso, porque si de por sí ya se buscan financiamientos, ahora se les está restando mucho más de lo que ya se les da.
Entonces es complicado salir adelante dentro de esta industria…
Creo que esto solo es un medio, porque no está organizado y formalizado, aquí ni siquiera hay sindicato de actores o una representación que indique de qué hora a que hora debemos trabajar. Por ello, no hay estabilidad para los actores ni para los técnicos. Ahora Latina se está animando a hacer telenovelas, lo cual significa tener más oportunidades para todos los que trabajan en este rubro. Especialmente porque estas dan más seguridad, a diferencia del cine en el que grabas unos meses y luego no sabes si tendrás otro proyecto. Y del teatro ni que decir, de él no se vive.
¿Crees que ahora Latina está dando el primer paso para construir estos cimientos que hacen falta?
No hay una estabilidad para los que trabajamos en el arte y es necesaria porque cada vez hay más gente que desea trabajar en este sector que es tan bonito. Por suerte, ahora Latina está abriendo más puertas para que más personas tengan empleo y, de esa manera, quizás, en un futuro lejano, haya una industria en la que todos los canales nacionales puedan hacer sus producciones. Y, poco a poco, también haya más proyectos de cine y de teatro.
A lo largo de tu vida has actuado en teatro, cine, televisión y hasta has escrito una que otra producción, pero, de todo ello, ¿hacía dónde quieres llevar tu carrera?
Definitivamente quiero seguir haciendo todo, pero si tuviera que elegir, mi corazón está en el cine, por mi familia. Tengo algunos guiones de largometraje ya con productor, aparte de algunos cortos que están en proceso de edición. Y a mí me encantaría seguir escribiendo, dirigiendo, produciendo y actuando. Incluso me encantaría autodirigirme. Pero todo ello hacerlo en Perú. Tengo muchas cosas que quiero decirlas acá y transmitirlas a los peruanos, deseo que me escuchen y reflexionen sobre lo que pienso y tengo para decirles.