El retiro del literario peruano está a la vuelta de la esquina. Sus obras enorgullecen al Perú, pero la tinta y el papel lo extrañarán. Alonso Rabí, escritor, y Gianfranco Hereña, gestor cultural, ambos docentes de la Universidad de Lima, nos contarán por qué debemos seguir leyendo a esta gran figura intelectual.
Por: Ciro Valenzuela
Muchos jóvenes, durante su etapa escolar, han leído relatos como “La Ciudad y los Perros” y “Conversación en La Catedral”, pero la mayoría de estos estudiantes solo los han interpretado en esa etapa. Lamentablemente, muchos no vuelven a abrir uno de sus libros.
El Premio Nobel de Literatura en 2010 se erige como una figura literaria cuya obra sigue siendo relevante y esencial para la narrativa contemporánea. Su influencia abarca diversos aspectos, desde el arte de la narrativa hasta la comprensión de la sociedad y la identidad, por lo que leer sus obras es un aspecto esencial que ningún peruano debería omitir.
El arte y el artista
Como todo personaje, a lo largo de su carrera, Vargas Llosa no se ha escapado de las críticas. Debido a sus ideas políticas a favor del liberalismo en Latinoamérica, las opiniones sobre qué tan relevante es en la historia actual se ven polarizadas, pero, como menciona Rabí, “esto no eclipsa una obra que ocupa un lugar central en la narrativa peruana e hispanohablante. Se trata de una narración poderosa, innovadora y sumamente técnica que, a través de su lectura, nos ha enseñado a mirar críticamente los problemas que surgen en el Perú.”
Por ello, algo que destaca en el estilo de este escritor es el realismo puro que impregna sus relatos, manifestándose en la precisión con la que retrata los fenómenos sociales de nuestro país. Además, en sus obras, narra ciertas experiencias personales, lo que agrega un elemento humano y auténtico a su narrativa. Por ende, su influencia en la historia de la expresión escrita es innegable, y su impacto ha sido significativo, dejando un legado perdurable en la tradición literaria del país. Como menciona el gestor literario y docente, Gianfranco Hereña, “marca un antes y un después”
Sin duda, esta importancia se refleja cuando le otorgan el Premio Nobel de Literatura. Esto colocó a nuestro país ante los ojos del mundo y demostró que es un autor de gran relevancia que merece ser leído.
Boom latinoamericano
Nuestro literato peruano formó parte de un fenómeno literario, cultural y social junto a otros escritores que destacaron en las décadas de los 60 y 70, cuyas obras se fueron popularizando en Europa.
Esta generación estuvo integrada por una gran cantidad de escritores, pero los más destacados fueron el argentino Julio Cortázar, el mexicano Carlos Fuentes y el colombiano Gabriel García Márquez, conformando un cuarteto de prolíficos novelistas latinoamericanos que dieron a conocer las diversas realidades que tenían lugar en este lado del planeta.
Como señalan Rabí y Hereña, el Boom latinoamericano dio lugar a una generación dorada en la que Mario Vargas Llosa ocupó un papel central. Este momento fue de gran importancia y valor en su carrera literaria, e incluso, como ambos destacan, en la historia de la composición literaria de América Latina.
El impacto de esta generación fue global. La narrativa de estos autores no solo ofrecía una ventana a las complejidades de América del Sur, sino que también se convertía en una voz influyente en la literatura mundial. La influencia de estos autores se extendió más allá de la región, y sus obras siguen siendo leídas y estudiadas en todas partes.
La importancia de leer a los clásicos del Boom no puede subestimarse. Las obras del escritor peruano y otros autores de esta generación son esenciales para comprender la riqueza y la complejidad de la expresión literaria de la región. Estas obras no solo ofrecen una visión de las realidades latinoamericanas, sino que también son ejemplos magistrales de narrativa.
La importancia de leerlo más allá de una obligación
Las opiniones de los especialistas arrojan luz sobre por qué la lectura de las obras de Mario Vargas Llosa debe ir más allá de una mera exigencia.
Gianfranco Hernández opina, “por cultura general, sí se debería practicar la lectura de sus obras, pero ya sabemos que la literatura no es necesariamente un ejercicio para incrementar la cultura general. Al menos, esa es mi visión.” Además, añade que la lectura se ha convertido en una actividad del curso de Comunicación, no en algo transversal. En ese sentido, señala que la lectura de estas escrituras queda reducida y, en el mejor de los casos, solo se desarrolla un ensayo.
Por otro lado, Alonso Rabí comenta que, “leerlo es un placer. Si uno vive en Perú y quiere conocer un poco más de la narrativa peruana, no debería descuidar esta práctica enriquecedora. Yo la podría considerar como una biblia peruana.” Esta perspectiva destaca la importancia de leer al escritor de la Ciudad Blanca como una forma de adentrarse en la producción de textos en Perú y latinoamericana, que abarca una riqueza de temas y experiencias, y sobre todo, disfrutarlas.
Esto evidencia que su escritura profundiza en la identidad peruana y contribuye a una mejor comprensión de la compleja historia y cultura del país, convirtiéndolo en un autor cuya lectura va más allá de una tarea escolar.
Un modelo para la nueva generación
Es innegable que Mario Vargas Llosa se ha erigido como un referente para numerosos jóvenes amantes de la literatura. Su influencia y logros, lo han convertido en un modelo a seguir para aquellos que aspiran a dejar su huella en el mundo de las letras. En este contexto, surge una pregunta intrigante: ¿tras su retiro, surgirá un nuevo y joven intérprete capaz de estar a la altura de un laureado con el Nobel?
A esto, Rabí responde que para que esto pueda surgir, el talento del nuevo escritor debe ser comprendido en su tiempo, subrayando que este es un desafío considerable para todos aquellos que se dedican a la labor creativa.
Por lo pronto, ser un escritor relevante en la era actual implica más que seguir un modelo preexistente. Requiere la habilidad de comprender y comunicar las realidades, preocupaciones y aspiraciones contemporáneas. En este sentido, estar “a la altura” de un autor como Vargas Llosa no solo demanda habilidad literaria, sino también la capacidad de conectar con una audiencia que experimenta constantes transformaciones en una sociedad en cambio continuo.
Asimismo, los jóvenes intérpretes se enfrentan al desafío de descubrir su propia voz, una que sea auténtica y representativa de su generación, sin caer en la imitación de autores anteriores. Por eso, el legado de Vargas Llosa sirve de inspiración para las nuevas generaciones de escritores, motivándolos a trazar su propio camino en un mundo en constante evolución.
Ante esto, queda claramente evidenciado que el autor, nacido en Arequipa, mantiene una relevancia perdurable en la obra escrita contemporánea. La importancia de leer sus escritos se manifiesta como un ejercicio que proporciona un viaje imaginario, una exploración cultural y una reflexión sobre cuestiones universales. A pesar de su retiro, su lectura no debe ser pasada por alto, y su legado continuará influyendo en las letras a lo largo de las generaciones venideras.