El pasado 13 de agosto, Argentina se vio sorprendida con la victoria del candidato de La Libertad Avanza, quien fue el claro ganador en las elecciones primarias y se postula como favorito para ocupar la banda presidencial. Sin embargo, su victoria explica el sentimiento de un país cansado de la política tradicional y con problemas económicos cada vez mayores.
Por: Julio Andía
“Soy Javier Milei, economista, liberal libertario. Hay algunos que dicen que soy peligroso. Sí, lo soy para la casta política, porque conmigo se acabó la ‘joda’ de los privilegios”, advertía Milei en su mensaje de presentación como candidato en el 2021. Hoy, dos años después, esas palabras resumen la esperanza y el desconcierto que genera entre millones de votantes su postulación a la presidencia.
En medio de la polémica, el bonaerense se ha proclamado como vencedor en las recientes elecciones primarias de Argentina con una representación del 30,06%, mientras que las fuerzas de Juntos por el Cambio y Unión por la Patria reunieron un 28,27% y 27,24%, respectivamente.
Conocido por la facilidad con la que elabora mensajes apasionados y por su radical enfoque económico, logró captar la atención de un amplio sector de la población que se siente cada vez más disgustado con la política tradicional y busca alternativas disruptivas.
Sin embargo, estas mismas propuestas que prometen cambios acelerados lo han colocado en el punto de mira de diversos expertos, quienes plantean la inviabilidad de un gobierno suyo debido a sus medidas extremistas. Entre ellas resaltan la dolarización de la moneda local, “dinamitar” el Banco Central, permitir la tenencia de armas de fuego o legalizar la venta de órganos, por ejemplo.
El éxito de Milei: ¿Un síntoma de cansancio?
Dentro del panorama regional, Argentina se encuentra inmersa en una aguda crisis. Con un alza de precios anual que llega hasta el 115,6% y con una tasa de desempleo del 7,6%, la población pide cambios urgentes. En este contexto, la aparición de un ‘outsider’ como Milei ajeno a las clases políticas ‘de siempre’, aquellas a las que en numerosas ocasiones ha definido como “la casta”, cobra cada vez mayor relevancia en una nación que enfrenta desafíos sin precedentes.
En esta línea, según lo que cuenta Martín D’Alessandro, politólogo argentino y docente de Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires, la popularidad del candidato presidencial puede responder a un voto de protesta por parte de la población, quienes piden soluciones al estancamiento del país.
Tal como explica el periodista internacionalista Ramiro Escobar, “Milei de alguna manera ha capitalizado ese sentimiento de hartazgo. Hábilmente ha aprovechado eso para decir ‘yo soy distinto. Los otros son la casta, yo voy a cambiar la Argentina’”, sentencia.
Digiriendo la incertidumbre: ¿Liberal libertario o populista?
La destreza del economista para crear mensajes que movilizan a las masas resulta asombrosa. Desde que hiciera su primera aparición en un set de televisión en el 2016, la popularidad del bonaerense ha subido rápidamente. Esto se debe, en parte, a sus declaraciones polémicas y constantes en diversos medios.
“Yo considero al Estado como un enemigo; los impuestos son una rémora de la esclavitud”, mencionó el economista en el 2021. En la misma línea, reemplazar el peso argentino o disolver el Consejo Nacional de Investigaciones Científica y Técnicas (CONICET) han sido algunos de sus planes más debatidos por diferentes expertos últimamente.
Para el politólogo Martín D’Alessandro, “Milei está lleno de iniciativas que ni siquiera son propuestas, sino son enunciaciones vagas de cosas que son absolutamente irrealizables. La dolarización es una de ellas, porque es muy difícil hacerlo en una economía que no tiene dólares, que está prácticamente en bancarrota y que presenta los niveles de inflación que tenemos”.
El internacionalista Ramiro Escobar define al candidato, por un lado, como un populista, debido a su estilo descarado y provocador que lo acercan a una parte de la población; por otro lado, también lo enmarca dentro del liberalismo debido a la naturaleza de algunas de sus propuestas.
¿Qué deparará el futuro para Argentina?
El temor ante las posibles repercusiones de un eventual ascenso de Milei a la Casa Rosada es innegable debido a sus radicales propuestas. En medio de toda esta preocupación, subsiste un grupo que guarda la esperanza de que, en caso de triunfar en las elecciones, modere algunas de sus posturas para conciliar con los demás grupos políticos. Sin embargo, actualmente esa alternativa sigue siendo remota.
El experto Martín D’Alessandro comenta las dificultades a la que el economista se enfrentaría de ganar los comicios. “Si se mantuviera firme en las convicciones que expresa hoy, no podría gobernar de ninguna manera. No tendría prácticamente ningún apoyo en la Cámara de Diputados y tendría un soporte mínimo en la Cámara de Senadores. Como sabemos, si hay un enfrentamiento entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, termina de dos maneras: con un autogolpe del máximo mandatario o con una destitución por parte del Congreso”, analizó.
La irrupción de Milei ha dejado perplejos a propios y extraños al ganar las primarias. No obstante, esta tendencia no es algo nuevo en el mundo. Para el internacionalista Ramiro Escobar, figuras como Nayib Bukele, máximo mandatario de El Salvador; Jan Topic, aspirante a la presidencia en Ecuador; y Javier Milei, comparten la representación de un “populismo de extrema derecha que es bastante impactante por el discurso, pero que en el fondo no va a provocar un gran cambio social”.
Faltan dos meses para las elecciones presidenciales en Argentina, un amplio período en el que podrían suceder cambios importantes en el panorama. Aunque la victoria de Milei parece distante en medio de la incertidumbre, solo el transcurso del tiempo revelará si se consolidará en el poder estatal o, por el contrario, si será otro el candidato quien asuma la riendas del país.
Independientemente del resultado, al igual que muchas veces se pudo vivir en el Perú, es evidente el hartazgo que existe hacia las clases políticas tradicionales. El actual éxito del candidato responde a ese sector de la población que quiere sentirse escuchada y valorada nuevamente.