Los valiosos trazos de personajes que marcaron la historia como Michael Jackson y la Reina Isabel II llaman la atención de múltiples aficionados. Los autógrafos se vuelven preciados recuerdos a mano alzada que muchos persiguen.
Por: Noelia Manrique
*Nota realizada para el curso Taller de Reportajes.
Jorge Vásquez, peruano poseedor de un Récord Guinness gracias a su pasión por el coleccionismo, aún recuerda cuando a sus 11 años los Caballeros del Zodiaco llegaron a cambiar su vida. Él vendió todos los juguetes que lo introdujeron en este mundo, para así tener algo de dinero que invertir en sus primeros autógrafos de sus actores de doblaje favoritos. Desde ese entonces, forma parte del grupo de personas para las que, como él, es trascendental recopilarlos. Pero, ¿qué es aquello que los vuelve tan significativos?
La realidad es que, dentro de su aparente sencillez, encierran en sí mismos una alta importancia histórica y simbólica.A su vez, también son elementos de culto que, para sus fieles recolectores, representan un vínculo directo con la celebridad detrás de ellos, más aún si se encuentran en cosas que utilizó. “Estos son muy valiosos, ya que para estas personas significa tener entre sus manos algo que quien tanto admiran también tuvo entre las suyas”, señaló Jhonatan Cometivos, un joven estudiante que emprendió su propio negocio de CDs firmados en Perú hace más de cuatro años.
Sin embargo, conseguirlos no es tarea fácil. Requiere de mucho tiempo, esfuerzo y dedicación. Pedro Escudero, dueño de una de las colecciones más grandes de Europa, cuenta en diferentes portales de noticias que ha dedicado más de 35 años de su vida a escribir, al mes, alrededor de 40 cartas y correos a diferentes personalidades para pedirles que le envíen su rúbrica. Otros destinan gran parte de sus ahorros y se aventuran a recorrer miles de kilómetros tan solo para adquirirlas personalmente.
De tal forma, actualmente, esta actividad va mucho más allá de un simple pasatiempo, pues se ha convertido en un estilo de vida, cómo comentó Vásquez. Aficionados como él están en la constante búsqueda de su próximo tesoro, atentos a lo que sucede en torno a sus personajes de interés, y siempre con los ojos muy abiertos y su olfato listo para poder cazar los que más anhelan.
Comercializando trazos
¿Alguna vez te has puesto a pensar cuál es la firma más preciada de la historia? ¿La de Elvis Presley, Pelé, Chespirito o La Reina Isabel II? Estas dudas forman parte del día a día de Daniel Riestra, gerente general de Coleccionistas y Autógrafos, la tienda líder de este rubro en México, puesto que su trabajo depende de conocer y convencer a sus clientes del valor que se le otorga a cada una. Aunque quienes todo el tiempo andan con una mano en el bolsillo dispuestos a desembolsar grandes cantidades de dinero por ellas, saben que, más que un gasto, es una inversión a largo plazo.
Aquellas que pudieron haber costado una nimiedad en su momento, cuando su autor fallece o es protagonista de una gran hazaña, tienden a multiplicar su costo hacia cifras inimaginables. El año pasado, debido a que la selección argentina se coronó como campeona del mundo, se incrementaron los ceros de toda la memorabilia de Messi. “En este instante, una camiseta con su autógrafo y el de Maradona, se está vendiendo a un aproximado de $17 mil dólares”, acotó Riestra.
En ese sentido, los coleccionistas se transforman en un nicho de mercado singular, pero plagado de complicaciones. Empezando por la formación distorsionada de precios en consecuencia de que se determinan en base al valor emocional que cada uno les atribuye, hasta su extrema volatilidad a causa de que se supeditan por completo a la reputación de las celebridades, señaló el destacado especialista en investigación de consumidores, Daniel Alor.
No obstante, la latente amenaza de ser víctima de falsificaciones es el principal riesgo que afronta este sector. Por suerte, existen regulaciones universales para determinar la veracidad de las rúbricas. En el caso de los CDs firmados, el producto que ha tenido mayor penetración a nivel nacional, estos deben incluir un código de barras que, al escanearse, derive hacia un número de serie único. De no ser así, son falsos, refirió Cometivos.
Mientras que, tanto los grandes negocios como los pequeños emprendimientos y casas de subastas tienen la obligación de entregar un certificado de autenticidad para cada uno de los productos que comercializan. Sin importar si es algo tan simple como una piedra con el trazo de Cristiano Ronaldo o una reliquia como un póster de El Padrino con una dedicatoria de Al Pacino.
La industria del puño y letra en el Perú
Por otro lado, a pesar de que sus precios internacionales representan costos muy elevados para el peruano de a pie, existe un grupo de la población que, desde hace varios años, ya incursiona en este tipo de coleccionismo: las comunidades de fans. Estas, sin reparos, compran vinilos firmados que cuestan entre S/300 a S/400. Inclusive, las más apasionadas, pagan montos superiores a S/1000 con tal de convivir con sus celebridades favoritas.
Sin embargo, dicha cantidad de dinero, de momento, solamente se invierte en memorabilia de celebridades extranjeras, ya que “no existe una industria organizada de artistas nacionales y, por ende, tampoco una de autógrafos”, sostuvo Alor. Además, se carecen de espacios de difusión para el talento local, y los niveles de informalidad y piratería crecen cada día. No obstante, no todo está perdido. Si bien, por ahora, no se puede asegurar que de aquí a unos cinco o diez años ya se habrá gestado este sector en el país, el aumento de fan bases (clubs de fans) de artistas nuestros marcan sus inicios.
Rocío, amante hasta los huesos de la cantante peruana Nicole Favre, mencionó que ella no se limitaría en entregar hasta el último de sus centavos con tal de recolectar la mayor cantidad posible de recuerdos de su ídolo. Frente a tal escenario, en el que la total devoción de los fanáticos hacia las celebridades que tanto admiran se vuelve la estrella, surgen nuevas oportunidades de desarrollo para esta industria de firmas. Poco a poco, se están asentando los primeros cimientos para construirla, no solo en el Perú, sino en todo el mundo.