En una época en la que la tecnología avanza a un ritmo desenfrenado, aquellas realidades utópicas que muestra la serie de Netflix, que estrena nueva temporada, traspasan la pantalla y se alojan cada vez más en la realidad. ¿La ficción nos está alcanzando?
Por: Julio Andía y Marycielo Ramos
Desde su lanzamiento en el gigante del streaming por primera vez en diciembre del 2011, la producción británica Black Mirror ha acostumbrado a sus millones de espectadores alrededor del mundo a esperar en sus episodios tecnologías sorprendentes. Sin embargo, algunas de esas creaciones poco a poco están siendo desarrolladas o ya existen.
Si viste la serie, tal vez recuerdes que la mayoría de sus capítulos no tenían un final feliz para sus protagonistas, quienes se veían superados por el impacto de la digitalización en sus vidas. De esta manera, un dispositivo diseñado para registrar tus actividades diarias puede volverse un arma de doble filo para los celosos, mientras que unas gafas de realidad aumentada podrían causar la muerte de sus jugadores. Con la sexta temporada disponible en Netflix desde el jueves 15 de junio, ¿qué tan cerca estamos de las problemáticas que aborda?
Crónica de un invento anunciado
A lo largo de los 27 capítulos que se nos muestran, incluyendo los cinco agregados hoy, vemos un sinfín de innovaciones que, según cómo se utilicen, podrían facilitar o perjudicar nuestro día a día. Para Javier Díaz-Albertini, doctor en sociología y columnista en El Comercio, “estamos en la etapa en la cual tiene que existir un ecosistema entre el ser humano y la inteligencia artificial, y esta coexistencia precisamente es lo que nos tiene preocupados”.
No es para menos pues ya hemos visto las consecuencias que podría tener. En el episodio titulado “Toda tu historia” de la primera temporada, se nos presenta un mundo en donde la mayoría de la población tiene un dispositivo implantado detrás de sus orejas que les permite grabar y almacenar todos sus recuerdos para revivirlos cuando quieran. En el 2015, cuatro años después de su estreno, Google patentó unos lentes que tienen una función bastante similar. Estos tendrían una pequeña cámara incorporada que documentaría todo lo que pasa en la rutina para luego mover toda esa información a la nube, como explica el portal especializado Xataca. Hay cierto parecido, ¿verdad?
Por otro lado, el 2025 podría estar marcado por el lanzamiento de los “Apple Vision Pro”, los lentes de realidad mixta de la multinacional que permitirán superponer capas de datos o de elementos que destacarán sobre el entorno. Esta función se acerca a lo que se ve en “Partida”, capítulo de la tercera temporada que narra la historia de un viajero que muere después de probar unas gafas que lo transportaron a la virtualidad de un videojuego.
Para Percy Diez Quiñones, ingeniero informático y docente de la Universidad de Lima, no es ninguna sorpresa que los inventos sobrepasen los guiones. “La mayor parte de tecnologías que se ven en la serie se van a ir logrando en algún punto. Hay algunas que ya existen de un modo más primitivo”, acota.
¿Beneficio u obstáculo?
Entrar en un contexto en donde todo lo que vemos o hacemos queda registrado en el espacio cibernético es altamente peligroso ya que esa información podría caer en manos equivocadas o incluso ser robada. Lo mismo ocurre con otros avances que podrían exponer a sus propios usuarios. Sobre esto, Percy piensa que hay ciertas normas que se deben seguir si se quiere continuar con la carrera digital que estamos viviendo.
“Todas las organizaciones privadas y públicas deberían tener códigos de ética, e incitar a sus profesores y alumnos a que sean responsables con su uso. Por otro lado, es importante que los gobiernos definan una forma de explicar la inteligencia artificial a toda su población y que se establezcan normas para saber en qué escenarios podemos usarla. Además, las personas debemos tener control sobre nuestros datos”, analiza.
Este tipo de innovaciones tienen como principal función ayudarnos, pero parece que algunas provocan el efecto contrario, tal como se ve en Black Mirror. Desde inicios de este año, la AI ha empezado a formar parte de nuestra cotidianidad. De hecho, una de las que más ha tomado posición y renombre es ChatGPT, la cual entrega respuestas con una rapidez que ni el cerebro humano podría lograr.
Aunque podría ser una gran oportunidad, finalmente termina siendo mal usada por muchos, quienes deciden emplearla para reducir sus responsabilidades. Javier Díaz-Albertini considera que “la tecnología es relativamente neutra. Si la gente no incorpora los nuevos avances para hacer su vida mejor y más plena, sino para que la sustituya, aparecen los problemas”.
En la misma línea, Quiñones concluye que no hay que ir muy lejos en el futuro para ver cómo los avances en este campo están absorbiendo a algunos individuos. “Hoy hay personas que pueden pasar muchas horas en TikTok. No necesitas un visor de realidad aumentada para sumergirte y quedarte ahí casi como un zombie. La pregunta es si esa es la vida que quieres tener”, reflexiona.
Es cuestión de tiempo para que cada vez más aparezcan artefactos capaces de simplificar toda la rutina humana. Desde aspirar, escribir textos o editar videos, las máquinas empiezan a tomar un papel destacado en el desarrollo de los próximos años. Sin embargo, entrar o alejarnos del mundo distópico de Black Mirror depende únicamente de nosotros y del uso que les demos como sociedad.
