Si te preguntas por qué en todas las clases de inicio de ciclo en la Facultad de Comunicación de la ULima se habló sobre el uso de la inteligencia artificial, te traemos la respuesta. Nuestra casa de estudios ha tomado la delantera e implementa esta tecnología en sus salones.
Por: Paula Alpún y Stephano Jiménez
¿Te imaginas un mundo en el que tu profesor sea una AI? ¡No te preocupes, eso no va a pasar! Lo que sí está sucediendo es que la inteligencia artificial está cambiando la forma en la que los maestros enseñan y los estudiantes aprenden.
Desde hace un tiempo ya no es un secreto la existencia de estos programas revolucionarios que se hacen espacio en nuestras vidas. De hecho, el primer párrafo que introduce esta nota ha sido creado por Copy. ai. Es así que en los últimos meses muchas universidades alrededor del planeta han decidido no hacer la vista gorda a estas herramientas que ya usan sus alumnos para comenzar a implementarlas.
Con una gran variedad de formas para elevar la calidad de la enseñanza y de la investigación, las AI van de la mano con la constante innovación que se busca para mejorar la experiencia educativa de los estudiantes. Para conocer más a fondo sobre cómo se está abordando el uso de la inteligencia artificial en nuestra Facultad, Julio César Mateus, docente y coordinador del grupo de Investigación en Comunicación, Educación y Cultura; José García, profesor y especialista en semiótica, análisis de medios y fotografía; y Percy Diez-Quiñones, también docente y coordinador del Observatorio Tecnológico de la Universidad de Lima, conversan con nosotros sobre esta nueva era digital que atraviesa el ámbito académico.
La AI reclama su lugar
La rapidez con la que este tipo de tecnología ha acaparado varios aspectos de nuestras vidas es realmente sorprendente. Tanto así que el mismo Bill Gates, célebre desarrollador de softwares como Microsoft, comparó estos últimos avances con la creación de las computadoras o de Internet. “Es bastante asombroso que lo que estoy viendo con la AI solo en los últimos 12 meses sea tan importante como la PC, con la interfaz gráfica de usuario, o Internet. Este es uno de los cuatro hitos más importantes de la tecnología digital”, afirmó para Forbes.
Sin embargo, la matriz tecnológica de este tipo de herramientas no es nueva. Existe desde hace varios años, pero el boom que las disparó hacia la fama sucedió a fines del 2022, cuando se hizo pública la posibilidad de acceder gratuitamente a ChatGPT 3. Julio César Mateus nos señala que “en ese momento, los mortales pudimos ver cómo funcionaba. Es allí donde se ha generado un impacto en el terreno, particularmente en el educativo, porque todo el mundo ha empezado a pensar que sin duda va a reemplazar a los profesores”.
Asimismo, José García agrega que lo más interesante y preocupante es el alcance global que ha logrado en un período tan corto de tiempo. ChatGPT en enero cruzó la barrera de los 100 millones de usuarios activos. A esto le sumamos los cibernautas que emplean otras plataformas como Midjourney o Adobe Enhance. “No recuerdo otro fenómeno tecnológico que haya tenido este rápido impacto. Eso es lo que hace que sea inevitable que cualquier institución educativa deba incorporarla. Incluso el mundo laboral ya está siendo transformado”, asegura el docente.
Por otra parte, si bien es positivo que las casas de estudio integren las AI, no se pretende que estas parchen alguna ausencia urgente dentro del sector. Como nos indica Percy Diez-Quiñones, se trata de incorporarlas bajo el concepto de adopción tecnológica, es decir, en un contexto en el que no estén orientadas solo a resolver problemáticas, sino que las anticipen y analizen los daños colaterales que puedan existir.
El antiguo problema del plagio
El famoso copy – paste que se practica con solo pulsar un par de teclas se ha transformado en un dilema ahora que la inteligencia artificial puede crear textos únicos con información de la web. A medida que la AI continúa expandiéndose, la Facultad de Comunicación la introduce en su sistema de clases bajo dos parámetros importantísimos: la ética y la transparencia, y el principio de experimentación y exploración.
“El plagio no es algo nuevo, siempre ha existido. En el mundo académico internacional por supuesto que hay apropiación. No es algo que sea culpa de ChatGPT. Tienen que ver con prácticas poco éticas que son viejas. Por ejemplo, encontramos estas personas a las cuales les pagas para que te hagan la tesis. Entonces, el primer reto a la hora de incorporar estas tecnologías en el territorio educativo es la moral. Hace falta reforzar el uso honesto y transparente de estas herramientas”, resalta García.
Para Mateus, en la actualidad los docentes han implementado estrategias que reducen la vulnerabilidad de los profesores ante este problema. “Si yo pido un trabajo de un alumno que no veo intervenir en clase, que no he acompañado, que no he orientado y de pronto entrega algo elaborado, ¿de dónde ha salido eso?”. En ese sentido, por más capa que sea la AI, no tiene el juicio crítico adquirido, junto con la teoría, durante las sesiones de aprendizaje en las aulas. Si un alumno desea utilizar estos programas, solo le servirán para acelerar procesos, no necesariamente para reemplazarlos.
Hay que sacarle provecho
Otro de los desafíos es formar a la comunidad educativa en el uso de estas nuevas tecnologías para comprender sus beneficios y desventajas. Su principal virtud, como mencionamos, es la aceleración de procesos que antes probablemente eran muy operativos y que demandaban más tiempo. Pero quizás la limitación que más salta es la calidad de la información. “Por ejemplo, hace unas semanas una persona hizo una pregunta a ChatGPT y le dio una respuesta que se había inventado. Si tú le preguntas algo que no conoces, que no tienes ni idea, es posible que tengas una respuesta que no es correcta. Es ahí donde corres un riesgo de equivocarte gravemente”, menciona Diez-Quiñones.
Nuestras tres voces finalizan contándonos que existe un grupo de profesores que están a la disposición de ayudar a gestionar estos nuevos recursos para que todos los aprovechemos de la mejor manera. El manejo de estas tecnologías debe ser cuidadoso. La experimentación es bienvenida, siempre y cuando se tenga claro hasta qué punto es producente.
