Fotografía de un guerrero en sepia

La llegada de Paolo Guerrero al Racing de Argentina remeció los corazones de los peruanos, pero también avivó la incógnita sobre su pronto retiro como jugador en las canchas. Una consigna que postula Pedro Ortiz, periodista de El Comercio y docente de la Universidad de Lima.

Por: Stephano Jiménez

A pesar de que siempre demostró que jamás se dio por vencido en cada partido que jugó por su patria, Paolo Guerrero se encuentra en una etapa de su carrera futbolística en la que muchos esperaban que diera un paso al costado. Sin embargo, el niño de rulos que repartía goles en una canchita de Chorrillos y que hoy tiene 39 años cumplidos, ha decidido continuar jugando en la élite. Su paso a Racing de Avellaneda ha sorprendido a muchos, pues varios consideraron que su presencia en el Avaí de Brasil sería el augurio de un próximo adiós de su participación en las canchas. “Se va a un equipo que peleaba el descenso y, más allá de su necesidad de ganar, juegan a la defensiva. Paolo es un jugador que, por su edad y su forma de juego, no te da para jugar al contraataque”, destaca Pedro Ortiz, periodista de El Comercio y docente de la Universidad de Lima con el que conversamos sobre este tema.

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Recordar es volver a vivir

Comenzó su historia en Alemania, pasando por Múnich, ciudad que albergó al “Bombardero de los Andes”, Claudio Pizarro y que fue su compañero de equipo por un tiempo. Luego estuvo por el `Dinosaurio´ Hamburgo, donde creció como  joven delantero. No obstante, la condecoración llegó cuando pisó tierras brasileras: el Corinthians de São Paulo magnificó la verdadera destreza del máximo goleador histórico de la Selección Peruana. Fue el lugar del espectáculo de Paolo en los últimos años. Luego la gloria arribó: llevó a Perú a una final de la Copa América después de 44 años y a un Mundial después de 36 años.

Sin embargo, para él fue una pesadilla cuando casi le quitan el sueño de jugar una Copa del Mundo debido a un doping. Asimismo, las lesiones le jugaron una mala pasada. Los años comenzaban a pasarle factura. Internacional de Porto Alegre fue un paso bueno para redimirse; el hincha siempre tuvo un recuerdo favorable de este ser humano que lo alegraba cada fin de semana. Ahora con este nuevo capítulo en Racing, el aficionado peruano tiene la duda si, a estas alturas, verá la mejor versión de Guerrero. “Por más que tu te cuides, la edad te hace más vulnerable a las lesiones y al esfuerzo físico. Por el recuerdo que tenemos de él, ojalá le vaya bien y no sea un espectáculo triste”, detalla Ortiz respecto a la contratación del nueve por el equipo de Avellaneda.

Un nuevo capítulo con sabor amargo

“Si yo fuera él, pensaría en retirarme con Racing. Guerrero cumplirá 40 años en enero del 2024”, expone el docente y recuerda algunos finales de carrera que pudieron acabar mejor. Jefferson Farfán, por ejemplo, debió retirarse hace buen tiempo por su grave lesión.

Hace unos días, el equipo argentino comunicó la nueva incorporación del Depredador, a quien se le veía con un físico delgado pero con entusiasmo a pesar de tener casi cuatro décadas cumplidas.“El Paolo de hoy es un recuerdo, incluso cuando volvió después no fue el mismo”, explica Ortiz. Los máximos deportistas de la historia demuestran ser un ejemplo de superación y continuidad a pesar del notable sobreesfuerzo que demanda su estilo de vida. Sin embargo, el verdadero fanático lo ve de otra manera.

“Aplauden más el recuerdo y al tipo que quiere aferrarse a esa fotografía que cada vez va tomando un color más sepia”, expone Pedro. Cabe resaltar que la incógnita sobre su regreso a las canchas con la camiseta peruana parece desaparecer. “Nuevos no tenemos. Lapadula es carismático, con mucha voracidad y avidez por el gol, pero es el goleador de un equipo de la segunda división italiana”, menciona el periodista que no descarta un regreso del Depredador al equipo nacional  por una cuestión de necesidad. Esto se relaciona con la falta de oportunidades de los clubes peruanos hacia los jugadores de reserva. “No es por culpa de ellos, sino que no juegan en sus clubes. Si tú tienes un plan deportivo, si lo haces jugar, va a pulir sus errores y adquirir experiencia. Al final quemamos a los chicos cuando no debe ser así”.

La memoria de un capitán con brazalete

Paolo se encuentra en el podio de los más grandes y aclamados del país, siendo un deportista que transmitió seguridad y astucia para buscar la victoria. El olfato goleador no era solo para sí mismo, sino para toda una nación que confiaba en él. “De los jugadores peruanos que yo he visto, podría meter en un once de todos los tiempos a Paolo Guerrero junto con Pedro Gallese y Jefferson Farfán”, resalta Ortiz.

La disyuntiva está presente sobre si debe tomar la decisión de dar un paso al costado o continuar. Esa respuesta se reflejará en los ánimos que vaya demostrando partido tras partido a partir de ahora. No fueron en vano los años en los que cada segundo cantábamos su nombre y apellido en un partido de fútbol. El Estadio Nacional reventaba de emoción por cada gol que significaba una señal de vida para nuestra selección. Hoy, si el destino lo amerita, existe la posibilidad de que el libro aún no se cierre. “Ojalá que triunfe en Argentina, pero espero que sea consciente de que el fútbol tampoco va a ser eterno”, concluye Pedro. Aun así, nuestro Guerrero quedará como un recuerdo latente de lo que significa revivir la esperanza en el fútbol a toda una nación.