Paloma Ibérico, programadora del evento de cine internacional, conversó con Nexos sobre la temática, las novedades y las mejores propuestas que trajo su edición más reciente.
Por: Marcelo Paredes
Desde el pasado 26 de mayo y hasta el 18 de junio, los peruanos aficionados al séptimo arte pudieron disfrutar del festival de cine “Al Este”, que rescata algunas de las películas más destacadas de Europa Central y Oriental, Sudamérica y Asia. En esta oportunidad, la XII edición, una vez más virtual, demostró porqué es uno de los mejores festivales que hay en el Perú. Si bien su ceremonia de clausura está programada para este viernes 18, Al Este no acaba ahí: las cintas más destacadas seguirán disponibles en su propia plataforma de streaming, El Ekran (https://www.elekran.com/), para el gusto y deleite de los fieles espectadores. Para conocer más acerca de lo que fue el evento, así como la programación más destacada, Nexos conversó con Paloma Ibérico, programadora del festival y ex-alumna de comunicación en la Universidad de Lima.
¿Qué expectativa se tuvo con respecto a la audiencia para el festival este año (en comparación con el anterior) y qué herramientas se usaron para la difusión?
El año pasado tuvo mucha incertidumbre. Originalmente nuestras fechas son en este momento del año (fines de mayo e inicios de junio), pero cuando llegó la pandemia no supimos bien cómo adaptarnos. Veíamos que había festivales online, otros que se cancelaban, por lo que decidimos cambiar las fechas. Al cambiarla y crear nuestra propia plataforma (El Ekran.com) es que decidimos mudarnos ahí pasando todo de manera virtual a través de una suscripción, en la que con un solo pago se tiene acceso a todas las películas.
Respecto a la audiencia, el año pasado no esperábamos semejante acogida. Lanzamos la preventa y sin siquiera haber publicado la programación, ya la gente estaba comprando, lo cual fue muy emocionante. La verdad que teníamos esperanzas de que de alguna manera pudiésemos ir con un formato híbrido haciendo alguna clase de proyección al aire libre que, por cómo siguen las cosas, se terminó descartando. Al final decidimos mejor guardarnos en casa con el formato vía El Ekran en su totalidad.
Sabemos que este formato digital ha ayudado bastante a seguir dándole rueda a lo que es el cine ¿Sientes que el formato ayuda que tenga una mayor difusión pudiendo captar nuevos usuarios?
Sí, definitivamente. Claro que antes, cuando era en salas había una mayor emoción al ser en pantalla grande, mejor sonido y ya de por sí con toda la experiencia que un festival trae. La cosa es que ahora se ha podido llegar a más gente teniendo un mayor alcance más allá del público que de por sí era fiel. Podrá sonar cliché, pero tener las películas al alcance de un clic nos permite disfrutar todo dándonos incluso la chance de poder ampliar nuestra programación.
Las secciones en sí fueron relativamente complicadas, a nivel de invitados. Uno como festival busca tener invitados que sean relativamente mediáticos. Fue un poco difícil porque, imaginemos, que queremos una directora japonesa. A simple vista no hay, porque –posiblemente- no se le ha dado vitrina para mostrar su trabajo.
Por ejemplo, este año tuvimos más o menos 70 películas, entre largos y cortos, lo cual en el lapso de tiempo que tenemos (10 días) hubiese sido imposible en años anteriores. Ahora este formato permite una mayor facilidad para ver la cantidad de películas que uno prefiera. En cuanto a la difusión, a pesar que las redes no sean un terreno fácil en estos momentos, nos han permitido crecer.
¿Este crecimiento se ha podido ver también en provincias?
Exacto. Tenemos la ‘Sección Itinerante’, que nos gusta, y queríamos moverla por el resto del país. Tenemos aliados en varias regiones que nos ayudaban con la exhibición de las películas. Pero claro, si ahora tienes internet y alguna clase de dispositivo con el que se pueda acceder a la plataforma solo dentro del Perú (por el momento), eso logra una mayor expansión territorial.
La temática del festival de este año fue la mujer ¿Por qué lo decidieron así?
Es una cosa bien interesante, porque originalmente la habíamos escogido para la edición del año pasado. Es una temática muy importante para mi y el equipo, quienes siempre hemos estado abogando por la paridad femenina en el cine y en la programación. Queríamos resaltar que tiene el papel de la mujer y darle la importancia que merece. Este es un tema social y político, especialmente dentro del país donde vivimos. Bueno, como vimos que la situación no iba a cambiar – me refiero a la pandemia y el regreso a la salas – dijimos: “bueno, vamos con todo en esta edición online”, además va con el bicentenario. Es un tema que quizás haga un paralelo reflexión sobre el trabajo de las mujeres que están frente y detrás de la cámara.
Una vez que fue elegida esta temática ¿cómo fue el proceso de selección?
Escogimos la temática e hicimos un proceso de curaduría. Sabemos que tenemos secciones fijas, itinerantes, secciones cortometrajes y de competencia, por lo que armamos como una especie de columna vertebral que los espectadores puedan seguir para visualizar las películas. Cuando ya tenemos el tema, comenzamos a investigar y buscar, bueno, el tema de paridad es algo que siempre lo hemos visto. La idea es que sea una situación igualitaria donde no sea solamente presencia de mujeres, sino también de directores.
Las secciones en sí fueron relativamente complicadas, a nivel de invitados. Uno como festival busca tener invitados que sean relativamente mediáticos. Fue un poco difícil porque imaginemos que queremos una directora japonesa. A simple vista no hay, porque –posiblemente- no se le ha dado vitrina para mostrar su trabajo. Y eso es horrible, cuando no encuentras. Por eso, la chamba del equipo de programación es esa: buscar, investigar y captar nuevas cineastas y películas. Así que, dejamos de lado el buscar a alguien mediático para pasar a mostrar un nuevo cine. Es decir, mostrar talentos escondidos y con poca pantalla para que la gente los conozca más.
Algo que también quería destacar es que, teniendo una buena parte de las películas protagonizadas por personajes femeninos, no es para solo cerrarnos con esta visión de “cine femenino” donde solamente se tratan problemáticas sobre mujeres, sino en general problemas humanos. La idea es mostrarnos tal como somos con luchas que también podrían tener los hombres sin, una vez más, cerrarnos con una visión sesgada.
Además de contar con la película de inauguración que fue Quo Vadis Aida que estuvo recientemente nominada al Oscar ¿Qué otras películas de la programación podrías considerar también destacables?
Creo que cada sección tiene algo interesante que ofrecer. Yendo de lo pequeño a lo más grande, en la sección “Liberar la imagen” hay una película llamada Cigarro De Miel que trata de una manera fresca una temática como la búsqueda de la sexualidad. También está otra llamada Como Nos Gusta que con una propuesta actoral muy divertida y teatral es una genialidad.
En la sección “Al Este Especial” tenemos la cinta ganadora del Oso De Oro en la más reciente edición del Festival de Berlín del director rumano Radu Jude llamada Bad Luck Banging or Loony Porn. También en esa misma sección está la película italiana Depredadores que es muy divertida.
Y en las películas de la sección principal “Competencia” se pueden encontrar cosas muy distintas ni mostrando solo una visión del cine de Europa Central y del Este. Hay desde las que son muy convencionales hasta las que rompen esquemas. Una que me gusta mucho es Little Joe, de Jessica Hausner (una de las invitadas), que juega con diversos géneros cinematográficos. Asimismo, está Ondina, de Christian Petzold, que es otro de los invitados este año. En total tuvimos 11 secciones con las que el espectador podrá disfrutar de toda clase de cine.
En base a todo lo conversado, ¿cómo planean manejar la edición el año que viene?
Lo ideal, esperando que la situación mejore, sería optar por el formato híbrido. El Ekran lo conservaremos como plataforma y además lograr hacer proyecciones en vivo como lo que solíamos hacer que eran los cine-conciertos que constaba de proyecciones con música en vivo al aire libre. Además, con este modo se podría poco a poco regresar a la experiencia de ver el cine y más en un festival donde se apertura más al diálogo de lo que podría ser estando solo uno en su casa.