A pocos días de haber celebrado los 183 años de El Comercio, su Director conversa con Nexos sobre los inicios de su trayectoria periodística en las canteras del edificio de Comunicación en la Universidad de Lima, analiza el futuro de su profesión en tiempos marcados por la información inmediata y constantes fricciones políticas.
Han pasado por lo menos 13 años desde la última vez que Juan Aurelio Arévalo pisó los pasillos del E1 en nuestra Facultad de Comunicación, pero eso no evita que los recuerde con claridad y, por sobre todo, mucho cariño. Después de todo, fueron el escenario que vio nacer su pasión por la vida periodística y en el que conoció a muchos de los maestros que posteriormente pudo llamar colegas desde la histórica redacción de El Comercio. Si bien no ha transcurrido mucho tiempo desde ese entonces y reconoce que aún es una pieza joven a cargo de uno de los diarios más prestigiosos del país, es inevitable su sorpresa cuando piensa en todo lo que ha cambiado para la práctica periodística en tan pocos años. Sea por el evidente cambio en la forma de consumir noticias o por la especial relación que mantiene actualmente la prensa con autoridades públicas, lo cierto es que el periodismo peruano no es el mismo de hace 10 años y, hoy le toca a Arévalo liderar una nueva transformación para consolidar al negocio familiar como un “viejo diario con nuevas ideas”.
¿Cómo recuerdas tu paso por la Ulima?
Lo que yo viví en la Universidad de Lima fue muy especial. Muchos de los profesores que tuve mientras fui estudiante eran periodistas de El Comercio y siempre me gustó la pasión con la que hablaban de su profesión. A veces después de clase, con un grupo de compañeros nos quedabamos escuchandolos compartir historias, anécdotas, las experiencias trabajando en una redacción real. Eso es algo que rescato mucho de los profesores de periodismo en la Ulima, siempre buscan ir más allá de la clase y logran que uno se enamore de la carrera. Eventualmente, una profesora que trabajaba en el Grupo El Comercio me llamó para involucrarme en la creación de una revista, donde pude ver de cerca el planteamiento inicial de un proyecto periodístico. Desde ahí no paró mi incursión en el periodismo hasta el día de hoy.
Esa es la experiencia que buscan repetir con los alumnos del “Semillero de Periodistas”…
Claro, buscamos que tengan ese primer acercamiento con la vida en una redacción real y que los editores de las secciones más importantes de El Comercio se conviertan en sus mentores. Además, ellos entran al diario en un momento clave y lleno de cambios internos. Estamos en pleno proceso de rediseñar nuestra web, con lo que buscamos mejorar no solamente el lado estético, audiovisual, sino también el contenido. Para esto último es fundamental contar con miradas frescas que nos abran los ojos a temas o formatos que quizás no habríamos considerado antes como contenido permanente en el diario. Esto fue lo que sucedió con nuestro programa “Corresponsales Escolares”. A partir de la experiencia con ellos, encontramos que las historias de medioambiente y sostenibilidad son de gran interés para un grupo joven, por lo que creamos “Nuestro Planeta” una página que hoy sale en El Comercio de los sábados. Con el Semillero, nos encantaría conocer los intereses y temáticas que apasionan a los universitarios de hoy y así aprender de ellos.
¿Qué necesita saber el estudiante que sale a ejercer periodismo hoy en día?
Que vivimos una actualidad de constante cambio y que, por lo tanto, no deben nunca acomodarse en una sola manera de informar o contar una historia. Recuerdo claramente que un día estaba en clase con Eduardo Lavado, hoy coordinador de Periodismo en la Ulima, y nos trae una noticia para comentar sobre el lanzamiento de un nuevo ‘pajarito azul’. En realidad era una plataforma que después conoceríamos como Twitter y que cambiaría totalmente las reglas de juego para una profesión como el periodismo. En ese entonces no se sabía muy bien qué hacer con la herramienta, pero progresivamente se fue aprendiendo y creamos la cuenta oficial de El Comercio en la red social, para lanzar quizás nuestro primer tuit sobre un temblor fuerte en Lima, el cual se publicó exactamente 3 horas después del suceso. Imagínate todo lo que ha evolucionado Twitter desde ese entonces y lo que significa hoy para la profesión.
¿Qué tan amigable será el contexto social y político con una nueva generación de periodistas?
Sin duda uno más complicado que de costumbre. Tenemos actualmente un Gobierno que no es transparente, no rinde cuentas, no ofrece entrevistas, limita a la prensa en las conferencias y dificulta el acceso a la cobertura de actos oficiales. En los últimos nueve meses hemos tenido hasta 24 alertas tanto del IPYS como del Consejo de la Prensa Peruana, atenciones que denuncian desde agresiones a periodistas hasta la utilización de la política de publicidad estatal como método de chantaje a los medios. Usualmente se corren muchos riesgos en esta profesión, pero más en tiempos de fricciones diarias con el Gobierno de turno.
¿Cómo hacerle frente a esta situación desde el periodismo?
Creo que el periodismo está haciendo su trabajo en el Perú. Los grandes destapes que hemos visto hasta ahora como los dólares del Sr. Pacheco, nombramientos cuestionables, las visitas a la casa de la calle Sarratea, las fiestas en Palacio, todo se ha conocido gracias al periodismo de investigación y creo que eso también lo reconoce la ciudadanía. En condiciones como las actuales el periodismo es más importante que nunca. Lo positivo de todo esto es que el contexto no ha desalentado las iniciativas de nuevos medios digitales que promueven contenidos de calidad e investigaciones que reafirman el propósito fiscalizador de nuestra profesión. Creo que detrás de todo hay una razón de ser y esta es el servicio a la ciudadanía.
¿Cómo describes el futuro para la prensa peruana?
Actualmente vemos amenazas claras por parte del Ejecutivo, existe un discurso marcado que atenta contra la libertad de prensa y un hermetismo evidente por parte de aquellos que ocupan los puestos más altos del país. Pero frente a esas amenazas la única respuesta que se debe dar es más periodismo. Creo que eso lo tienen claro todos los medios serios y también es algo que reclama la ciudadanía. Ahora es cuando más necesitamos del talento de todos los apasionados de esta noble profesión, razón por la cual estamos encantados de recibirlos a través del “Semillero de Periodistas”. El Comercio es un viejo diario con nuevas ideas y uno que quiere abrirse a una nueva generación, entenderla, reconocer sus necesidades, inquietudes y conocer cuál es su visión del periodismo en nuestro país.
Un aprendizaje mutuo…
Yo tengo la suerte de ser Director Periodístico de un diario como El Comercio a una edad bastante temprana, pero me he formado acá desde hace 12 años. Esta ha sido mi segunda casa y me he encontrado con la generosidad de muchos maestros que fueron clave en mi formación. Pero lo mismo sucede con los alumnos que llegan con nuevas ideas. Por eso creo que esta es una oportunidad muy linda y estoy encantado de tener a una primera promoción de periodistas en formación y más aún si son de mi alma máter.